Estela Zatania
(1941-2016)
“Yo me llamo Juan de la Santa Trinidad, hijo de Bernardo y de María,
soy gitano rubio y en mis ojos llevo el azul del cielo de Lebrija”.
Yo me llamo Juan (2003)
Esta mañana lloro con Lebrija. Lloro con los amigos y no amigos de aquella localidad, con mi amiga Tere Peña y demás familiares y con el flamenco. Se nos ha ido el gran Juan Peña «el Lebrijano», pieza fundamental de una generación de intérpretes que se está despidiendo demasiado pronto.
Recuerdo en los años sesenta cuando de pronto había este joven talento, mairenero estilizado, lleno de energía creativa y con conocimientos poco usuales en uno tan nuevo. Yo aún no había oído el nombre de Camarón cuando Juan realizó su primera grabación que despertó a la afición de cierto letargo. Apadrinado de Antonio Mairena y joven maestro del cante más tradicional, su estirpe y su disposición le conducían de manera natural a ese destino.
Pero sus inquietudes lo llevaron por una larga serie de logros, experimentos y acontecimientos. Hace 53 años el Lebrijano cantó en la primera edición del Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera, que este sábado 16 de julio celebra su 50ª edición. En su sonada boda, plasmada en un CD, «La Boda», además del Lebrijano, cantan Antonio Mairena, La Niña de los Peines y Pepe Pinto. Grabó con Niño Ricardo, con Paco de Lucía, con Manolo Sanlúcar y Rocío Jurado. Cantó con búlgaros, realizó trabajos importantes con la música andalusí, creó las «galeras» e indagó en la poesía culta, siempre con la sensibilidad flamenca de uno que también tocaba la guitarra, y bailaba con elegancia inusitada.
Cuando entrevisté al Lebrijano en el 2003, le pregunté directamente si le gustaba más el cante clásico o la fusión. Respondió sin miramientos: «No, a mí me gusta más el flamenco tradicional. Lo que pasa es que el artista tiene sus inquietudes y tiene que ser de todo un poco. No creo que sea necesario alejarse del cante, pero aquel artista que lo haga, que le vienen estas cosas a la cabeza ¿porqué no las va a hacer?»
Qué queden como testimonio y legado aquellas palabras que tan honesta y directamente dibujan a la persona, artista y maestro Juan Peña «Lebrijano» que esta mañana se ha marchado a los 75 años.