Silvia Cruz Lapeña
Desde hoy hasta el domingo 22 se celebra en Barcelona el festival de flamenco experimental, que este año tiene como protagonista al bailaor Israel Galván.
Como una gran familia. Pero desestructurada. Una familia de las de hoy. Cada uno de un padre y una madre, en las que hay también gente adoptada. Así se ha definido al grupo de artistas que, liderados por Israel Galván, actuará en el Ciutat Flamenco 2016. Un festival con tres padres, el bailaor sevillano, la bailarina Patricia Caballero y Pedro G. Romero, que ejercen de comisarios.
Esa fiesta de familia empieza hoy en El Dorado con la “Urdimbre Morente”, espectáculo en el que el hijo del cantor de Granada, José Enrique, se une con Pedro G. y Galván para recordarlo. Sobre lo que van a hacer, apenas han dicho nada. “No lo sé”, ha dicho Galván, muy en su línea, al preguntarle en que consistiría una actuación con la que arranca un festival que dura hasta el día 22.
Reseña Ciutat Flamenco 2016 – Galería fotográfica Ana Palma
Sin exámenes
“Ya no se trata de transgredir o hacer el no va más. Hemos trabajado con naturalidad y con naturalidad actuaremos”, ha dicho Pedro G. en rueda de prensa. Para el comisario los artistas de este festival vienen a Barcelona “sin esa cosa adolescente de la revolución.” “Ya no hay exámenes”, ha dicho para destacar la libertad que les han dado el Taller de Músics y el Mercat de les Flors para crear y programar.
Patricia Caballero ha insistido en el carácter colectivo de un festival en el que flamenco y danza contemporánea dialogarán “de forma natural” (Caballero con Uchi) y en el que se ha dado libertad creativa a todos los que participan, por ejemplo, a Niño de Elche.
El proceso, parece, ha sido colectivo, también las ganas de aprender y pasarlo bien. Los comisarios aluden al tapiz como metáfora de “una nueva manera de hacer un festival”, como una suma de hilos, orígenes y energías diversas. Pero no hay duda de que hay un ribete que destaca: se llama Israel Galván.
Fla.co.men con epílogos
La propuesta principal es Fla.co.men, espectáculo que el coreógrafo, Premio Nacional de Danza, presentó en la Bienal de Sevilla de 2014 y que llega por primera vez a Barcelona. Quizás sea la obra que mejor resume cómo entiende el sevillano el arte. “La música es la protagonista. Yo soy músico”, dice en cuanto tiene ocasión. Y para hacerlo realidad no sólo usa su cuerpo, como bien explica, también se acompaña de un elenco de tronío: David Lagos, Tomás de Perrate, Eloísa Cantón y Caracafé.
Fla.co.men se representará dos veces, una el viernes y otra el sábado 21 y cada una tendrá un epílogo distinto. El viernes lo pondrá El Güito bailando la soleá a la que puso su nombre y el sábado, el bailarín Cesc Gelabert hará su propia versión de la misma. Interpretación sobre interpretación, también en la línea de Galván, que no estrena show en Barcelona pero siente que está ante un nuevo nacimiento.
Hora de probar otras cosas
“Creo que este festival puede marcar una forma distinta de hacer las cosas”, explica el bailaor, para quien el flamenco es una actividad individual. “Pero ha llegado mi tope de bailar solo, por eso en mi próximo espectáculo apostaré por la fiesta, que necesita hacerse en grupo.”
En este festival, Galván probará cosas que probablemente estén en ese futuro show. Quizás la actuación de Minako Seki o la fiesta que montarán El Junco con David Palomar y Roberto Jaén en El Carmen. O puede que algún fruto extraído de los laboratorios que ofrecerá Caballero o del encuentro de Israel con el público, una clausura atípica para un festival atrevido.
Los comisarios del Ciutat Flamenco son conscientes de que su propuesta es difícil de explicar pero no temen la reacción del público. “Es una propuesta honesta, sale de verdad. Quien no lo entienda, lo siento por él”, ha afirmado rotunda Caballero. Pedro G. ha preferido apelar a la libertad del público, a quien pide que se deje llevar. “La idea es que este festival sea un placer, no un deseo”, ha dicho el comisario. A partir de hoy, será el espectador quien juzgue el resultado.