Entrevista: Sara Arguijo
Fotos: Ana Palma
Este 16 de mayo tendrá la oportunidad de presentar su último disco «Denominación de Origen» en su tierra, en el marco del XXXI Festival Iberoamericano de Música Manuel de Falla que se celebra en el Teatro Falla, y demostrar que se siente en plena madurez artística.
El último álbum de David Palomar «Denominación de Origen» en el que se reivindica como cantaor gaditano y difunde un modo de ver y de ser flamenco que pasa por transmitir la herencia caletera, siempre desde un filtro “personal y creativo”. El día 16 de mayo tendrá la oportunidad de presentarlo en su tierra, en el marco del XXXI Festival Iberoamericano de Música Manuel de Falla que se celebra en el Teatro Falla, y demostrar que se siente en plena madurez artística.
Aun así asegura no tener prisas. Su única meta es que le dejen “fluir” y seguir disfrutando de cada instante de la vida. Una vida que en su caso va inevitablemente impregnada de la sal de la tacita de Plata y de las vivencias de una ciudad “que es capaz de encontrar faros fenicios encendidos debajo del agua y disfrazar el llanto con una bulería”.
‘Denominación de Origen’, por tanto, es la etiqueta que marca la procedencia. David Palomar un cantaor fresco, libre, natural y sincero cuya voz tiene ya una etiqueta propia.
“Cádiz es muy republicana en el arte”
-La Denominación de Origen distingue los productos creados en una zona determinada, ¿qué diría que tiene de especial la marca ‘David Palomar’?
La marca David Palomar no es otra cosa que una forma particular de vivir el gaditanismo. Soy amante de mis antecesores y creo que es mi obligación como gaditano preservar cantes y estilos de la tierra pero siempre dándole un carácter propio, eludiendo imitaciones o segundas partes que no llevan a nada. Para trasladar este sentimiento al público hay que mamarlo y vivirlo a diario, como dice el guitarrista Rafael Rodríguez: “no es querer, es poder”.
-¿Y el cante de Cádiz?
El Cante de Cádiz es de una belleza incalculable. Posee dulzura, chispa, rítmica a la vez que jondura y todo eso unido a una ejecución dificultosa. Pienso que siempre ha sido infravalorado por la idiosincrasia que nos envuelve pero bajo mi punto de vista tan puro o flamenco es una soleá de Bastián Bacán que unas alegrías de Manolo Vargas, una seguirilla de Terremoto o unos tanguillos de Mariana Cornejo.
-De alguna forma en este álbum se reivindica definitivamente como heredero del aire caletero. Sin embargo, su ciudad ha protagonizado también sus discos anteriores, ¿qué tiene éste de diferente?
-Risas. La verdad es que si es así es un halago. Cádiz es mi musa y la fuente de inspiración en todos mis discos, sino lo reflejara así me estaría mintiendo a mí mismo y al público que me sigue. Lo que sí hay en ‘Denominación de Origen es un compromiso mayor a nivel de cantaor. Pienso que encontramos a un Palomar más maduro en todos los aspectos. La voz está más hecha, se ha curtido con los años, hay más experiencia y asumo la autoría de los temas casi en la totalidad del disco; ya venía haciéndolo anteriormente pero creo que aquí me doy la oportunidad de consagrarme casi de cantautor flamenco, se podría decir.
“En este disco me doy la oportunidad de consagrarme como cantautor flamenco”
-En esta ocasión, ha contado además con la producción y la guitarra de José Quevedo el Bolita, ¿cómo ha sido trabajar con él?
Con El Bolita ha sido todo muy fácil, reúne las cualidades para ser un productor perfecto. Te escucha, te comprende, te saca lo mejor, te lleva a sitios por donde tú todavía no has pasado… descubre nuevos registros. Su sentido rítmico es increíble y es un músico fuera de serie.
-El resultado es el de un disco fresco y directo, ¿es difícil mantener la naturalidad en un disco flamenco?
Parece ser que sí, nos ha tocado vivir una época de nuevas tecnologías que llevan los trabajos a una calidad extrema aunque a veces no nos damos cuenta que tanta perfección le resta alma a la música. Recuerdo por los años 97-98 cuando grabé mi primer disco con una formación que se llamaba Levantito y con un equipo analógico todo artesanal, sin ediciones, ni afinadores… pero con mucha verdad. Por eso en este trabajo he optado por un disco muy en directo mezclando directo de estudio con directo riguroso.
“El cante de Cádiz ha sido infravalorado por nuestra propia idiosincrasia”
– En el disco hay bulerías, alegrías, sevillanas, tanguillos, soleares, boleros, seguirillas… ¿Cómo ha sido la elección de los palos?
Todo ha sido natural, soy una persona que me dejo guiar por la intuición, por las señales que te regala la vida, el universo o alguien supremo. Todos los temas tiene una razón de ser en el disco pero si tuviera que elegir uno sería la Nana Caletera que le dedico a mi hijo Jesús y que nació como debe hacerlo una nana, cantándola susurrada todas las noches hasta rendir el sueño del que te lo quita a ti.
“Tan puro es una seguiriya de Terremoto que unos tanguillos de Mariana Cornejo”
-Usted cuenta en su propio blog que hace años no se tomaba muy bien que le nombraran sucesor de Chano Lobato o el Beni de Cádiz pero que “todo toma sentido cuando comprendes que el flamenco de Cádiz es el sentimiento que marca tu camino”, ¿qué ha tenido que pasar para llegar a esta conclusión?
Como he dicho al principio no me gustan las comparaciones, aunque tengo que reconocer que es todo un honor que te comparen con esos artistas tan geniales. Mi forma coincide de una manera natural con ellos, pero eso no significa que los imites. Soy muy creativo, libre y tengo un camino muy distinto.
-Y una vez hecha la reflexión, ¿cómo diría que influye Cádiz en su forma de cantar y de entender el flamenco?
Pues en todo, de hecho regresé a mi tierra porque necesitaba el día a día de una ciudad que te aporta ese sabor agridulce que necesita los cantes de Cai, esa ciudad que es capaz de encontrar faros fenicios encendidos debajo del agua y disfrazar el llanto con una bulería.
-Usted atesora un recital de anécdotas y vivencias con otros artistas como Chano, El Beni o Mariana Cornejo. ¿Alguna que recuerde de forma especial?
Con Mariana tengo muchas; con Chano algunas, pero siempre recuerdo una de Eugenio Salas ‘El niño de los rizos’ y el Cojo Peroche un día que fueron al cine a ver una película del Oeste entonces a Eugenio le entró ganas de hacer pipí en medio de un tiroteo y dijo: “cojo voy al servicio ahora vuelvo” y el cojo le respondió: “ve, que yo te cubro”. Risas. Esto tiene mucho ange. Esto es Cádiz.
-Ahora que acaba de venir de una gira por el norte de España, ¿cómo percibe que se recibe su sello fuera de Andalucía?
Cádiz y sus cantes gustan hasta en la Antártida. Risas. La gente lo comprende, lo disfruta y lo agradece.
-Rosario Toledo comentaba recientemente a deflamenco.com con motivo del estreno de ‘ADN’ en Sevilla -donde usted también participa- la capacidad que hay en Cádiz para crear y contar las cosas, ¿coincide en que sería ésta una de las principales diferencias de este flamenco?
En Cádiz se da una cosa que ocurre en pocos lugares, ningún artista se parece al otro, tenemos una forma muy republicana de ver el arte, no hay patrones preconcebidos como en Jerez, Utrera… En Cádiz han nacido ideas revolucionarias que han marcado la historia de España como la Constitución e igual ocurre con nuestro flamenco. Allá por donde pasa no deja a nadie indiferente. Puede gustar más o menos pero marca la diferencia.