Cuando Ortiz Nuevo se sumergió en las hemerotecas de La Habana, en busca de los orígenes de los tangos que en Andalucía se harían flamencos, no podía sospechar la riqueza y la profundidad de la información que hallaría. Los cientos de diarios y gacetillas que consultó muestran una activa vida teatral popular cubana en la que las referencias a bailes, canciones y tipos andaluces, gitanos y españoles son constantes. La documentación referida en este libro abarca una época tan temprana como la primera mitad del siglo XIX, en la que no existe aún un arte que se conozca como flamenco, pero nos permite apreciar los antecedentes y el proceso de formación de tipos y estereotipos que sabemos comunes solo unos decenios más tarde. De esta manera lo gitano se asoma a la prensa habanera del ochocientos. Avisa de un evidente reconocimiento público a una composición flamenca, que se interpreta a guitarra: «… se cantará por todas las principales actrices y actores de ópera y verso la tonadilla general titulada Contrabandistas ysoldados,en la que el Sr. García cantará a la guitarra una tonada gitana, y con la Sra. Gamborino la tirana, tan aplaudida del público.» (Diario del Gobierno Constitucional de La Habana. 4 de enero de 1821). Aquí se ve, bastante antes de que el flamenco fuera, en toda su extensión y pormenores, género en código; lo andaluz y lo gitano se presentan ya en escena, son práctica corriente bajo las bambalinas. Contemplan un mundo. Asistimos a la protohistoria cómico lírica y bailable de lo jondo. Para nada escondida ni cerrada ni oculta, todo lo contrario: notable, explícita y rumbosa.
Año 2019
Idioma Español
Formato 21 x 15 cms Rustica con solapas
Páginas 298
[Referencia: EF-27492]