El documental musical «Triana Pura y Pura » acaba de ser galardonado con el premio al mejor Documental en el Festival Inedit de Barcelona. Esta producción recupera la forma de sentir el flamenco de los gitanos de Triana. En los años 50, muchas de estas familias fueron obligadas a abandonar este barrio sevillano. En 1983 se reunirían para su última gran fiesta. Este documental celebra el fin de una estirpe indomable en una velada única de flamenco.
Triana Pura y Pura recupera parte de la memoria más reciente de una Sevilla que ya ha desparecido, de una manera de cantar y de bailar absolutamente mágica y que era la de los gitanos del barrio de Triana. Los nombres de Pepa La Calzona, El Titi o el Filigrana vuelven a la vida en este documental que ha tenido en la dirección a Ricardo Pachón, uno de los productores musicales más importantes con artistas como Camarón, Lole y Manuel o Kiko Veneno.
“Es un documental agridulce -asegura Ricardo Pachón- Narra la expulsión, en los años 50, de los gitanos del barrio sevillano de Triana, un pueblo pacífico y perfectamente integrado en la vida de la ciudad, que fue desterrado y dispersado por distintos guetos o barrios marginales de la ciudad”.
“Los echaron de mala manera –continúa-, llevándolos a las cocheras de los tranvías donde tuvieron que dormir separados por mantas colgadas del techo. Luego los trasladaron a casas de uralita sin agua ni luz, hasta que se creó un monstruoso complejo de tres mil viviendas donde los gitanos trianeros perdieron su cultura mezclándose con todos los marginados en un barrio que la droga volvería inhabitable”.
“Pero en 1983 a una gitana, Gloria Filigrana, se le ocurrió la idea de reunirlos a todos y hacer una fiesta de despedida en el teatro Lope de Vega de Sevilla. Allí montaron un espectáculo fabuloso que fue una cosa tremenda. Fue un acto de generosidad en el que se reunieron para ofrecer al mundo su última fiesta”
“Para este documental hemos restaurado la grabación de esa actuación, que 33 años después permanecía inédito, y la gente se ha quedado con la boca abierta al ver un fragmento de la historia del flamenco que ha desaparecido casi por completo”.
“La grabación de ese espectáculo, de unas dos horas, lo complementamos con las fotos de la expulsión de los gitanos de sus casas –comenta Ricardo- y con los testimonios de personas como la bailaora Matilde Coral (esposa del bailaor, Rafael el Negro), José Lérida, Manuel Molina (de Lole y Manuel) y el más gracioso, Raimundo Amador, que cuando pasó todo aquello era un niño que vivía en unos toldos en la periferia de Triana hasta que lo llevaron a las casas de Uralita. Yo también hago de hilo conductor porque lo viví todo en directo”.
“La sorpresa es que ya no se conocía este tipo de flamenco, había caído en el olvido
Formato Digipack. Incluye documental, extras y subtítulos en inglés.