1. Evocación
2. El Puerto
3. El Corpus Christi en Sevilla
4. Rodeña / Almería
5. Triana
6. El Albaicín
7. El Polo
8. Lavapiés
9. Málaga
10. Jerez
11 Eritaña
Transcribir para guitarra la densidad musical de las doce piezas que componen la Suite Iberia de Isaac Albéniz es una labor titánica, y también una apasionante aventura. El genial autor catalán resumió su trayectoria creativa en esta Suite magnífica, donde diez de las doce obras están inspiradas en Andalucía (excepto Evocación o Preludio y Lavapiés). Y si la guitarra es el instrumento andaluz por antonomasia qué mejor que llevar esta música, original para piano, a la guitarra. La Iberia es una declaración de amor a la cultura andaluza cuyas esencias Albéniz supo concentrar como nadie hasta y desde entonces. Cada una de las piezas en sí es un compendio de cultura ibérica. No se trata de la recreación artística de la tradición popular, ya que Albéniz quiso reunir en cada una de ellas todos los elementos que configuraban lo andaluz desde la perspectiva de un autor de vanguardia. Si Debussy pasó sus últimos días tocando Iberia, y Messiaen afirmó que la obra era la cumbre de la literatura pianística universal sería por algo, y al escuchar esta obra entendemos porqué. Pero ahora le ha llegado por fin el turno a la guitarra, y quién mejor que Cañizares para afrontar un proyecto de esta envergadura.
Juan Manuel Cañizares ya abordara en 1991 con Paco de Lucía tres piezas de Iberia y en 1999 afrontó dos sonatas para piano de Albéniz con la guitarra, desde entonces la idea de continuar lo que había comenzado con Iberia se convirtió un reto, y el guitarrista catalán ha sabido afrontarlo. El resultado lo tienen ustedes en las manos. La infalible pulsación de Cañizares, de una sorprendente precisión, ya clásica ya flamenca, allí donde lo pide la propia dinámica de cada pieza, aporta sonoridades sorprendentes, indagando en la tupida polifonía de Iberia y conduciendo las voces con la limpidez que necesita cada momento. Encomiable también la ingente labor de transcribir toda esta música para la guitarra. En muchos momentos parece que el propio autor concibiera la obra para ese instrumento, el milagro que ha conseguido Cañizares se ha hecho posible gracias al tesón del guitarrista y al deseo de realizar un trabajo bien hecho. Estamos de enhorabuena.
Faustino Núñez – Musicólogo