1. Luna (Siguirilla)
2. Sino (Canción)
3 . El señor de los tanguillos (Tanguillos)
4. Conclusión (Bulería)
5. A nuestra Mari (Elegía)
6. Almaire (Tangos)
7. Mi pequeño mundo (Suite)
8. Soledad
9. El punteao (Tangos, con Aires de Villafrancas de los Barros, Badajoz)
10. Pavana
‘Luna’
seguiriya
«Esta seguiriya fue creada para una obra de teatro, ‘Bodas de sangre’, que bailaba Merche Esmeralda. Y es una seguiriya muy especial para mí, me ha dado mucho. La grabé en el disco que produjo Gerardo y la quise retomar de nuevo y hacerla un poquito más tranquilo por mi parte. Creo que es una forma perfecta para empezar el disco porque me define desde el principio. Entras con ese tema y la sensación que yo tenía es que si me querían conocer, ese era el mejor tema para conocerme. Y, además, abrir solo».
‘Sino’
canción
«Tiene la letra del poeta gitano rumano Rajko Duric. Me pareció tan de verdad lo que dice esa letra… Ya tenía en mente hacer un recordatorio y un homenaje a los gitanos, a mi pueblo, y lo hice con un texto de este poeta tan maravilloso y la voz de esa… no sé qué adjetivo ponerle a Lole… de esa voz tan personal que es ya un clásico. Es una suerte haber tenido la oportunidad de trabajar con ella y de haberla sentido aquí al lado cantar. He disfrutado como un loco con esa mujer. La moraleja es «ante las penas, alegrías», que es mucho de los pueblos marginales. Empiezo con un lamento, expongo lo que pasa y termino de fiesta total con unos oles… Y Lole improvisando, que lo hizo de una vez. Ante las penas, alegrías».
‘El señor de los tanguillos’
tanguillos
«En realidad, el nombre completo era ‘El señor de los tanguillos. Las dos claquetas’. Pero es cierto, esos tanguillos yo los toco a cuatro y Caponata Argamacho hizo el arreglo a tres, pues los tanguillos se puedan llevar en un compás compuesto. Ellos lo contaron diferente, no se dieron ni cuenta, pero todo encajaba perfectamente. Era el tiempo de la película… con el Golum por todos lados. Y eran unos tanguillos que se transformaron en una película con esos maravillosos arreglos de Caponata Argamacho Trío. Me parece una forma muy diferente de concebir los arreglos para algo flamenco, es como una vía paralela a lo que es la madre, que es la composición, que hay que respetar al máximo, es algo muy sagrado. Son dos mundos paralelos que se acoplan, pero no tienen que estar mezclados. Ahora nos denominamos todos Ensemble Hispánico Numen, que era un cuarteto de cuerda famoso en su tiempo de aquí. Es una formación de Sevilla con saxo soprano, viola y bajo eléctrico, donde cada uno viene de un género: Rafa del clásico, Mangu del folk y Nacho de la música antigua. Todos ellos han trabajado con flamencos, con Lebrijano, con Andrés Marín… y se decidieron juntar. Hacen una música que definiría como música del mundo. Y al juntarse conmigo hemos hecho una forma diferente de arreglar la música flamenca. Son caminos paralelos que casan perfectamente».
‘Conclusión’
bulería
«La inicié porque quería que hubiera una bulería en el disco. Yo tenía una bulería más para atrás, por medio, pero yo quería hacer una por arriba, en mi. Empecé a sacarla y justo Andrés Marín comenzó a preparar ‘Asimetrías’ y quería que le diera un tema. Así que me dio el pie para terminarla».
‘A nuestra Mari’
elegía
«En realidad es un dúo con Pablo Suárez al piano. Se trata de un recuerdo para una prima hermana nuestra, Mari, que nos dejó muy temprano. Tanto Pablo como yo quisimos hacer algo en su honor. Y cogimos una frasecita de un tema que le tocamos en su boda. A partir de ahí sacamos ese dúo y llamamos a toda la familia para que hicieran ese estribillito, para que estuvieran todos recordándola. Es muy sencillo pero muy muy emotivo».
‘Almaire’
tangos
«Como a mí me gusta tanto tocar por tangos, empecé y los hice un poco para el baile. Pero luego se quedó como solo de guitarra. Y a mí siempre me ha gustado mucho la letra que canta mi tía María, que siempre fue parte de los tangos, lo que pasa es que está cambiada de sitio. Para mí esa letra es el caramelito del disco, esa letra portuguesa me flipa («Procuro e não te encontro»), me encanta la voz de mi tía. Y además es muy bonito que cantan madre e hijo. Ella no iba a cantarla pero, de repente, él se trajo a su madre para que le guiara y se puso allí a cantar, el hijo se puso a hacerle voces y así se quedó. Fue una cosa que surgió de esa forma. La letra viene de un fado y los gitanos portugueses la trasladaron a sus juergas, a sus tangos. Hay muchas voces, está Guadiana, está la hermana de Aurora, Samara y Vanessa, Juan de Pura, Saúl Quirós, Mari Vizárraga… Los coros para mí son una maravilla, son muy salvajes. Quise que esos coros fueran nada bonitos, en el sentido de prepararlos mucho. Hice que cada uno cantara como quisiera. Es uno de los temas más movidos del disco, con menos complicación, quizás. Aunque la reunión ya tiene lo suyo».
‘Mi pequeño mundo’
suite
«Es la historia tal y como yo la sentía, de la gente que en su momento fue a América y trajo los cantes de ida y vuelta. Lo que más recoge es el viaje. Esa suite es un viaje. Pasa por un montón de climas, de formas y es, como seguiriya, uno de los temas que más pueden hablar de mí, más conceptuales, más contemporáneos, más abiertos».
‘Soledad’
triphop flamenco
«Es un tema de Pablo Suárez, que le tengo mucho cariño desde que lo compuso. Como lo conozco tanto, sentía muy cercana su música. Hacía mucho tiempo que quería hacer algo con música programada y me pareció el tema perfecto porque tenía sentido de por sí y era muy hondo lo que él quería decir. Cogí el tema, se lo di para que lo arreglara a un holandés, que es un tío que trabaja maravillosamente, Jaap Van Keulen, y a partir de la programación que me hizo él, le puse la guitarra encima. Entonces el tema se transformó. Si escuchas el principio de Pablo y este, el concepto casi que cambia, pero está ahí. Quería dar mi propio punto de vista sobre esa música porque lo que yo había escuchado de los flamencos al entrar en ese mundo de la música electrónica no me había convencido. Creía que se podía hacer mejor y que yo podía decir algo en ese tipo de música».
‘El punteao’
Tangos con aires de Villafranca de los Barros, Badajoz
«‘El punteao’ lo toca la madre de Pablo, mi tía Adela. Y los que cantan son el padre de Pablo, mi padre y un tío abuelo mío. Y los coros son todos de mi familia. Mi tía Adela es de Villafranca de los Barros, donde había muchos gitanos, y allí había una familia en la que dos hermanas tocaban la guitarra. A una de ellas le dicen La Tijera, que vive todavía y con noventa y pico años sigue tocando. Y es una maravilla cómo toca. Mi tía la escuchaba, luego se iba para casa y tocaba lo que recordaba pero dándole su rollito, todo el sabor, el aire y lo contenido que tenían en sí esas tres notas. ¡Qué tres notas! Yo es lo primero que aprendí a tocar, ‘El punteao’. Y nunca le he podido dar ni el uno por ciento del sonido que ellas le sacan. Era algo que yo quería mantener y decir «señores, esto es parte del flamenco y está ahí», aparte de que sea una juerga de mi familia. Es un poquito antropológico. Aprovechando que sabía que había algo ahí que era importante, reuní a toda mi familia, todo un regalo para mi primer disco. Para mí y para Pablo era… alucinante. A todos me los llevé a un estudio a Barcelona; un lujo. Y mi tío Ramón el Cumbreño, que es el último que canta, el artista de la familia, tiene una forma antigua, muy de Porrinas, de aquella velocidad, de esa musicalidad. Volver a escuchar eso hoy día, que queda en cierto modo en El Portugués o en Guadiana… Los extremeños son muy musicales».
‘Pavana’
«… con shakuhachi, que es la flauta tradicional japonesa. Hideo Sekino con quince años hizo la música de una de las películas de Kurosawa. Yo a este hombre lo conocí en América, en un recordatorio de una persona que falleció. Había unos cuantos amigos de esa persona y de su mujer, amiga común, y fuimos unos cuantos a tocar. Yo cuando vi a ese hombre allí en San Francisco, vestido de samurai, saca aquella flauta, la toca… me quedé con ese sonido. Qué formas. Yo vi una luz de vida. Su sonido me llegaba como si fuera un hilo de vida, dibujado como si fuera la médula. Y en mi mente busqué algo mío que fuera idóneo para que ese hombre tocara. Y tenía ‘Pavana’, una música que saqué para criticar la muerte injusta de los niños a manos del poder. Y tenía mucho que ver con las circunstancias en las que yo lo conocí, con que su música para mí era vida y, además, era tradicional, milenaria. Así decidí cerrar el disco, con ese sonido».
Créditos:
con Lole Montoya Pablo Suárez Pablo Martín