Quienes han ahondado en las raíces genealógicas de la familia “De los Santos” saben el porqué de lo frondoso de ese centenario árbol jerezano cuyas raíces se extendieron también a Rota, El Puerto de Santa María o La Línea de la Concepción. Y saben que en cada uno de los más de doscientos anillos de su viejo tronco, hay una historia que contar sobre el repertorio originario del auténtico cante gitano. El de antes de que se convirtiera en un género comercial que vender al universo.
Manuel de los Santos Bermúdez es uno de los últimos frutos de ese árbol y proviene de una rama gloriosa que lleva grabada el nombre de “Agujetas de Jerez”, su padre. Ahora, el último varón nacido del matrimonio del genial cantaor y Josefa Bermúdez -que tuvieron diez vástagos de los que viven nueve-, acaba de poner en circulación su primer disco: una obra registrada en directo, en una reunión íntima celebrada en la Peña Don Antonio Chacón el pasado 11 de noviembre.
AMARÓ (“Lo nuestro” en romanó) no es más que la visión que Manuel (Jerez, 1975) tiene de parte del repertorio de ese gran árbol ancestral donde lógicamente no pierde de vista las maneras de su progenitor, pero se sustenta básica y exponencialmente en la herencia sonora -excelsa toda ella-, de las líneas familiares anteriores: desde su abuelo Agujetas El Viejo, su tío abuelo Domingo Rubichi, a su bisabuelo Tomás de los Santos “Rubichi El Viejo”. No obstante, Manuel asume otros riesgos y añade sonidos chocolateros que encajan a la perfección con su decir, racial -como no podría ser de otro modo- pero abrumadoramente dulce en las dosis precisas.
Así que no busquen en esta propuesta un nuevo doble de Agujetas (como si eso fuera posible), ni a un nuevo imitador, ni siquiera una secuela fílmica. Tampoco busquen en AMARÓ el disco de cante actual producido bajo el amparo conceptual del pop, en el que mandan claquetas y plugins de ProTools. Quítense los prejuicios y déjense enamorar por un cantaor anárquico pero honrado, cuyo metal de voz no conoce filtros de afinación ni recordings, porque Manuel Agujetas Hijo ofrece el cante que le pertenece tal y como le sale: sin dobleces ni más pretensiones que atrapar almas perdidas o deseosas de perderse.
- A mi puertecita llamaron (Martinetes)
- Si yo supiera las pieras (Soleares)
- La flor que amaba (Malagueñas)
- Le quitan su compañera (Fandangos)
- Pal caballito tordo (Tarantos)
- Mis ojos no ven (Seguiriyas)
- Y no se quitó el sombrero (Bulerías)
- Dos barcos veleros (Fandangos)
- Caballeritos y hombres buenos (Romance)
Cante: Manuel de los Santos Bermúdez “Manuel Agujetas Hijo”
Guitarra: Antonio García
Compás: Joaquín Marín “Quini”, Alberto García “El Baldo”