Carlos Piñana regresa, después de un par de años de silencio, con su flamante nuevo disco ?Manos Libres? donde articula el lirismo y las modulaciones propias que definen su estilo y hacen que sea diferente y personal.
Imposible no recordar sonoridades de discos como ?Cal-libiri? o ?Palosanto?, que reúne aquí a modo de quintaesencia de lo que podríamos llamar sello ?piñanero?.
Un estilo, el suyo, entre el flamenco y la guitarra clásica, pero no cualquier guitarra clásica. Como músico joven e inquieto abierto a las sonoridades de la época que le ha tocado vivir, presenta el perfil de un compositor de guitarra contemporánea. Músicas en movimiento, el flamenco y la guitarra contemporánea, se fusionan naturalmente en su sensibilidad, para expresar un estilo, el de Carlos Piñana. El flamenco se identifica en las formas que cohesionan el disco, rítmicas como las bulerías ?Cairo? y ?Bulería de Piñana?, el zapateado ?Naseer?, la guajira ?Guajirón?, la rumba ?Hacia Oriente?, la soleá ?Trianera?, la farruca ?Templanza?, libres como la minera ?Tarantilla? o la rondeña ?Con Ternura?, e incluso la fantasía ?Año Nuevo en Poznan?, sello y detalle de la casa piñanera. También en el respeto a la tradición.
Aunque su guitarra pertenece al siglo XXI, Carlos Piñana, como su hermano Curro que aporta la voz cantante, saben muy bien por experiencia, del peso del conocimiento y de la valoración del legado de las generaciones anteriores en la formación del músico flamenco.
Las hibridaciones musicales de ?Manos Libres? por otra parte, sitúan su sonanta en el actual discurso postmoderno del flamenco. Por varios motivos. En primer lugar, por la elección de sus compañeros de grabación, músicos de diferentes procedencias culturales y académicas que diluyen fronteras y etiquetas para ponerse al servicio de sus composiciones. Luego, por la mezcla de recursos musicales, desde el orientalismo hasta toques clásicos del flamenco, pasando por sonoridades latinas o prestadas del blues.
También Carlos expresa naturalmente su vena creativa a partir de sus propias experiencias vitales, como estancias y conciertos en países orientales, contactos en España con músicos de la diáspora suramericana o africana, o a partir de experiencias imaginadas, a partir de la recepción y escucha de otras músicas del mundo y del ?bricolage? que permiten hoy las nuevas tecnologías. Por fin, por esta doble formación antes aludida, clásica y flamenca, flamenca y clásica, que le permite también romper fronteras culturales entre géneros, entre binomios ya caducos como lo ?culto? y lo ?popular?, lo ?académico? y lo ?informal?, lo de tradición ?oral? y ?escrita?, y tener las manos libres para moldear con plena libertad su forma personal de entender y expresar el hecho musical hoy.
1. Hacia Oriente (rumba)
2. Tarantilla (minera)
3. Bulería de Piñana (bulería)
4. Templanza (farruca)
5. Guajirón (guajira)
6. Naseer (zapateado)
7. Con Ternura (rondeña)
8. Trianera (soleá)
9. Cairo (bulería)
10. Año Nuevo en Poznan
Créditos:
CURRO PIÑANA- voz