01. Muchos caminos (Buelería por soleá)
02. Tangos carreteros (Tangos)
03. Fandangos con Pepe Habichuela (Fandangos)
04. Rumbo caña (Bulerías)
05. A mi compañera (Fandangos de Huelva)
06. Tú roneas (Soleá)
07. Entre tomillo y romero (Seguiyas)
08. Fantangos (Fandangos por tangos)
09. Con mis Bisacos (Tarantos)
10. Fandango a piano (Fandangos)
A la venta el 24/03/2020
Cante: Antonio el Rubio, Israel Fernández, José Soto Sorderita, Guadiana, Duquende, Parrita, La Fabi, Mari Vizarraga
Guitarra: Pepe Habichuela, Vicente Amigo, Manuel Parrilla, Diego del Morao, Josemi Carmona, Juan José Suarez «El Paquete», Camarón de Pitita, Paco Heredía
Piano: Diego Amador
Bajo: Josue Ronkio, Joni Losada
Cajón: Israel Suárez “Piraña”
Percusión: Anton Suarez, Lolo Pájaro, Chaboli, Juamma de los Rubios, Isidro Suarez
Coros: La Fabi, Loli Abadia, Lela Soto, Agujeta Chico, Kiki Cortiñas
Baile: Farruquito
Palmas, jaleos y nudillos: David Dominguez, Israel Fernández, Ezequiel “El Nano”, Israel Suárez “Piraña”, Lolo Pajaro, Marquito Carpio, El Pirulo, José Tobalo
Antonio Carmona Gómez, Antonio el Rubio, representa hoy —como ningún otro— a ese tipo de cantaores que, atesorando las más elevadas condiciones, deciden orientar esa pulsión canora hacia el espacio más íntimo que un flamenco puede concebir: su corazón y su familia, alejándose de los escenarios a los que —por su categoría— estaba llamado. Razones no le faltaron: de La Línea de la Concepción llegó de joven a un Madrid en plena ebullición flamenca, en cuyo ambiente no encontró un natural acomodo debido a las consabidas servidumbres que suelen imponer el tablao, la fiesta pagada, o incluso, el teatro. Por ello, decidió seguir cantando —o sea, comunicando— en su casa y para los suyos, dedicándose profesionalmente a las antigüedades, especialmente a la pintura, en un tiempo en el que el Rastro de Madrid era, además de «un museo inmenso de cosas y de gentes absurdas» según Arturo Barea, un hervidero de intercambios. Pero, como una consecuencia lógica a su calidad flamenca, su arte no se restringió al ámbito doméstico, sino que convivió con las grandes figuras, hasta el punto de que su casa fue un destino para todos aquellos que buscaban estremecerse con su música, Camarón incluido. ¿Y qué caracteriza a su música? Para empezar, una expresividad fuera de toda duda, de estilo raramente vinculado al Campo de Gibraltar a pesar del largo tiempo alejado de su tierra, influido en sus inicios por el cante —entre otros— de Antonio de la Calzá, pero aportando una musicalidad y sensibilidad propias, especialmente por fandangos, cante en el que vertió toda su creatividad y elevó a otra dimensión. También destaca su naturalidad en el decir el cante, esa sorprendente capacidad de cantar como una natural proyección del habla, sin imposturas. Sus letras, que nos hablan de amores, de familia, de la naturaleza, del dolor… rezuman belleza, dignidad y austeridad, y son otra de sus singularidades. Parte de estas características quedaron patentes en sus escasas grabaciones discográficas, a solas y en compañía de sus hijos Miguel y Charo, realizadas décadas atrás. Ha sido gracias a la inmensa afición y generosidad de un joven artista de hoy —Israel Fernández— por lo que Antonio el Rubio ha accedido, a punto de cumplir 92 años, a dejar registradas estas conmovedoras muestras de su arte, acompañado por algunos de los más distinguidos guitarristas de la actualidad. Disfrutémoslas.
Carlos Martin Ballester
[Referencia: EF-28049]