XVII FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA CULTURAS PIINEOS SUR 2008. Peret & Rumbers

XVII
FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA CULTURAS PIINEOS SUR 2008

Auditorio Natural de Lanuza (Huesca) 10 de julio de 2.008

 


Texto: Rubén Gutiérrez
Foto: Pirineos Sur

ALEGRÍA DE VIVIR

PERET

Voz. Peret. Coros: Tula Ari, Michelle Alderette, Odette Teleria, Laura
Ferrez, Laura Hernández. Bongó: Jaime Ximénez. Bajo: Petete. Guitarra: Roki,
Miguel Ximénez. Teclado: Abraham. Batería. Juan Pablo Rodríguez. Cajón.
Tobalo

Como viene siendo habitual, el festival de música mas septentrional de
la península ibérica, arrancó con una velada de tintes flamencos. El majestuoso
escenario que flota sobre el lago Lanuza ha visto pasa a las mayores figuras
de la world music, pero el duende flamenco también ha sido cómplice con
la presencia de Paco de Lucía, Enrique Morente, José Mercé o Javier Barón,
entre otros. Durante más de dos semanas , este festival se convierte en
uno de los enclaves telúricos de la música de raíces, que comenzó con
la buenas vibraciones que se desprendían de las seis cuerdas del Rey de
la Rumba.

A sus 74 años Peret ha decidido volver a la carretera, al más puro estilo
de los intrépidos rockeros con los que tuvo que compartir popularidad
en la década de los 70 y 80. Sus canciones fueron los números unos de
una España que recuperaba su democracia, y descubre lo que significa ser
moderno. La rumba se contagió por las zonas turísticas y en las discotecas
no dejaban de sonar. Turistas extranjeros, y el público nacional no pudieron
resistir ante el ritmo que nos trajo nuestro pasado vinculo con el caribe.
Prueba de la afrocubanidad de esta composición binaria se ve en las coristas
cubanas que acompañan a Peret, junto a músicos venezolanos, y a las generaciones
mas jóvenes de su saga.

El público no dejó de bailar y cantar las canciones del de Mataró, que
demostró encontrarse en un buen momento de forma musical y física. En
todo momento enganchó al respetable con esas dotes de showman que atesora,
conduciendo la velada por los caminos más festeros que pudiéramos imaginar.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las personas que vistan este
festival vienen de Aragón, País Vasco, Navarra Cataluña, así como un gran
número de franceses dada lo proximidad geográfica. Por ello debemos de
valorar aun más el poder hipnótico de la rumba en el orbe musical, que
pese a no encontrase en sus mejores momentos, tiene dignos cultivadores
en Barcelona.

Rumba Catalana que no faltó durante cerca de dos horas de espectáculo,
junto con boleros y baladas, sin que faltaran las interpretaciones de
temas míticos como «Borriquito», «Gitano Fino», «Soy la rumba», «La noche
del Agueyano» o «Chaví». Muchas fueron las canciones que interpretó lleno
de vitalidad, que concluyeron en una emotiva interpretación del «El Muerto
Vivo». Este homenaje que recibió Peret ha sido el pistoletazo de salida
para una gira que lo llevará por diversos rincones de España y el extranjero
como el emblemático Lincoln Center de Nueva York.

LOS RUMBERS Y LA BANDA DEL PANO

Djs: Pete Lamotta, Dr. Guasa, Mr. Pen-De-Ho. Baile: Ángeles Gabaldón.
Bongós: Constancio Pradas. Cajón: Josué Barrés, Patas. Vj: Yago de Mateo.

Un pequeño receso, lo suficiente para cambiar los elementos técnicos
en el escenario y reponer fuerzas con la gastronomía oscense, dio paso
a una sesión de estos djs que se han hecho un hueco en el panorama off
del flamenco. Sobre una base de ritmos de música funk y psicodelia, añadidos
a la técnica del scratching, se funden los ecos de las voces de Camarón
o el Lebrijano junto a sonantas como las de Paco de Lucía. Después de
tres años, cuando su maqueta entró en los circuitos jondos, se presentaban
en Pirineos Sur con una banda compuesta por integrantes del colectivo
ZAS, o sea, Zaragoza Acción Sonora y la colaboración de la bailaora sevillana
Ángeles Gabaldón.

La propuesta, novedosa y fresca, debe todavía perfilar un poco más ciertos
elementos tales como las transiciones entre temas, y un mejor acople de
los músicos, pero el tiempo nos traerá un gran espectáculo lleno de muchas
sensaciones. Los brazos de Ángeles fueron embaucadores ante las coreografías
que exigían las mezclas electrónicas, y junto al poderío de los cajones
de dos jóvenes gitanos maños, provocaron cierta catarsis entre el público
que se movía frenéticamente al son de la amalgama de estilos, compases,
y elementos de los clubes más prestigiosos de Europa, sin olvidar los
audiovisuales que nos presentaron escenas de series como Rito o El Ángel,
debidamente tratadas como mandaba la puesta en escena. El ambiente fue
el propicio para calentar la noche que se estaba tornando fría, climatológicamente
hablando, y de este modo, hasta altas horas de la madrugada se pudo seguir
disfrutando del buen rollo de este festival de la mano de los djs residentes.


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