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“Mujeres”. Coreografía: Elvira Andrés.
Música: Emilio de Diego y Víctor M. Martín.
“Colores”. Coreografía: Elvira Andrés.
Música: Luis Bedmar Encinas.
“Taranto (Ni contigo ni sin ti)”. Coreografía:
Antonio Canales. Música: José Antonio Rodríguez.
“Tiempo”. Coreografía: Joaquín Grilo.
Música: José Antonio Rodríguez.
Primeros bailarines: Esther Jurado, Óscar Jiménez,
Francisco Velasco. Solistas: Cristina Gómez, Tamara López,
Penélope Sánchez, Mariano Bernal, Jesús Córdoba,
Alberto Ferrero, Jesús Florencio, Sergio García. Cuerpo
de baile: Cristina Aguilera, Sara Alcón, Estíbaliz
Barroso, Jéssica de Diego, Silvia de la Rosa, Eva Gonzalo,
Esmeralda Gutiérrez, Azucena Huidobro, Frida Madro, Virginia
Moro, Estrella Quintanar, Amparo Ruiz, José Manuel Buzón,
Francisco Javier Caravallo, Jaime Cava, David García, José
Carlos García, José Manuel García, Christián
Lozano, Eduardo Martínez, Alfredo Mérida, José
Merino, Jonatán Miró, Pol Vaquero.
Cantaores: Isabel Soto, Manuel Palacín, Jesús Soto
“El Almendro”. Guitarristas: Enrique Bermúdez,
Jonathan Bermúdez, David Cerreduela “Caracolillo”.
Percusión: Sergio Martínez. Saxo y flauta: Pedro Ontiveros.
Pianistas: Juan Álvarez, Juan José Sánchez.
Absoluta competencia, elegancia,
disciplina y profesionalidad
Después de la fase eliminatoria del Concurso Nacional
de Arte Flamenco de Córdoba, la programación nos brindó
un suspiro en la forma de una presentación del Ballet Nacional
de España con cuatro coreografías, dos de ellas firmadas
por Elvira Andrés, actual directora artística del
BNE, una por Antonio Canales y otra por Joaquín Grilo.
Las dos primeras reflejaban la formación clásica
de su autora. Más danza que baile, el numeroso cuerpo de
ballet y solistas interpretaban los varios movimientos de cada pieza
con absoluta competencia, elegancia, disciplina y profesionalidad.
Una atención admirable a la iluminación y escenografía
con el único fallo técnico digno de mención
siendo la poca fidelidad de la música enlatada. Especialmente
bien logrado fue “Colores” que como el título
indica, empleaba un vestuario que se servía de un banquete
de hermosos colores desteñidos y hábilmente combinados,
y una visión entre futurista y antigua, La Guerra de las
Galaxias se sienta en la Mesa Redonda del Rey Arturo.
Después del descanso pudimos disfrutar de un tipo de baile
más cercano al flamenco, y los primeros sonidos de la guitarra,
limpia, dulce y bella, llegaron a nuestros oídos como chorro
de agua de manantial. El “Taranto”, obra de Antonio
Canales, es un hermoso baile sin alardes pero sincero y flamenco,
con el sello inconfundible del coreógrafo.
La Guerra de las Galaxias se sienta
en la Mesa Redonda del Rey Arturo
La cuarta y última porción de la velada ofrecía
la coreografía del bailaor Joaquín Grilo cuyo “Tiempo”
incorporaba instrumentos de viento y percusión además
de las voces cantaoras y guitarras que ya habían intervenido
en la pieza anterior. La mini-obra es una especie de fantasía
flamenca en tonos de blanco y negro para bulerías, un interludio
libre, unos hermosos fandangos de Huelva, tangos y bulerías
para terminar.
Globalmente hablando, la baza de la perfecta igualdad de movimiento
de muchas personas llega a cansar y se anhela protagonismo, alguna
figura para puntualizar, contrastar y satisfacer nuestro deseo de
que nos emocionen, y así quedó reflejado en los aplausos
finales, más educados que efusivos.
Texto y fotos: Estela
Zatania