Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma
BELLOS SUEÑOS E ILUSIONES
Jerez al Cante VORS
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EDUARDO GUERRERO «DE DOLORES» Baile: Eduardo Guerrero. Cante: Antonio “El Pulga”, Miguel Londro. Guitarra: Andrés Martínez, Óscar Lagos, Percusión: Raúl Botella. Artista invitada: Pasión Vega. Lo hemos visto muchas veces. Un experimentado veterano de las mejores compañías de baile, pulido artista comprometido con su profesión, decide lanzarse en solitario. Este es el perfil del tipo de artista que es acogido en la Sala Compañía dentro de la serie “Los Novísimos” de este festival. Pero a menudo ocurre que entre el concepto y la realización, falta un eslabón y el empeño fracasa. Ya no sabemos si seguir echando la culpa a las limitaciones del teatro, o si la transición de coro a solitario es más complicado de lo que parece. El gaditano Eduardo Guerrero es un excelente bailaor, pero se acuerda excesivamente de las modas y figuras actuales. Empieza y acaba su obra “De Dolores” a pecho desnudo, se cambia de ropa a la vista del público, se permite largos silencios en los que realiza acrobacias con sillas o baila a fragmentos a una música new age, ¿te suena? Pero luego, vestido de traje corto retro, baila una caña sin más sorpresa que su formato clásico y sus aceleraciones a la antigua que ruegan aplausos. En unos tangos bailados al compás del cante del equipo cantaor, el Londro y el Pulga, en lo que pudo haber sido un momento interesante, se desaprovecha con una serie de movimientos agresivos percusivos. Después de un solo de cante del Pulga, vuelve el bailaor con unas bulerías de su tierra que se disuelven en alegrías. Es admirable que Guerrero quiera ensalzar el sabor del flamenco gaditano, pero pasa por alto su mayor virtud, que es la sutileza, optando por un baile que es gimnasia a compás. La aparición de la cantante Pasión Vega es tan inesperada como fuera de lugar, pero al público le encanta el juego sentimental entre voz y baile. Una siguiriya con el bailaor vestido de pantalón brillante de pitillo con largas cadenas, y un final a pecho desnudo es la despedida de esta obra arriesgada de un joven bailaor que se merece la oportunidad de buscar otras fórmulas más acertadas.
“JEREZ AL CANTE, VORS” Video Cante: Manuel Agujetas, Manuel Moneo, Capullo de Jerez, El Torta, Fernando de la Morena, Luis Zambo. Guitarra: Niño Jero “Periquín”, Fernando Moreno, Barullito, Manuel Valencia. Palmas y compás: El Bo, Chicharo. Qué complicado ser flamenco y jerezano. El papel que están obligados a interpretar de guardianes de lo jondo, ya no es fácilmente sostenible, aunque los seis “monstros” que componen el elenco de la grabación anoche presentada en directo, “Jerez al cante. VORS”, defienden el honor local como pueden. La expectación generada por este espectáculo fue mayúscula…la imposibilidad de conseguir entradas desde hace dos meses según cuentan, el carácter imprevisible de los artistas (a mediodía todavía se rumoreaba que no todos los cantaores estarían presentes), conflictos diversos… Parece que la gente piensa que al juntarse varios elementos fuertes, el resultado va a superar la suma de esos elementos. Pero ni en las mates ni en el arte funciona así, y lo que muchos esperaban que fuera el espectáculo del año, de la década, del siglo, no fue más que las voces de siempre cantando lo de siempre, y hasta con cierta monotonía. Hace mucho que terminó la época inocente de sueldos chicos y cantaores grandes. Una clásica ronda de martinete abrió la actuación, Luís Zambo defendiendo a Santiago, seguido por el Torta, el hermano de éste, Manuel Moneo, que subió la voz un tono entero para encontrar el lugar donde sus cuerdas vocales serían capaces de ubicar el tremendismo controlado que siempre despacha y finalizando con el viejo león venido a menos, el legendario Manuel Agujeta cuyo nombre no figuraba en el programa de mano a pesar de su participación en la grabación. La trillada escena de la mesa de madera con los cantaores alrededor haciendo compás con los nudillos, es la puesta en escena para turnarse por soleá y soleá por bulería. Después, siguiriyas de Fernando de la Morena, las de siempre, acompañado por el joven Manuel Valencia, con un verso dedicado a nuestro añorado Moraíto, Luís Zambo interpreta malagueña con Fernando Moreno a la guitarra, seguido de bulerías del de la Morena con las guitarras de Periquín y Moreno. Manuel Moneo vuelve a hacer temblar las paredes con la solemnidad de su cante por soleá con el nieto Barullito a la guitarra. A continuación, el Torta por alegrías dedicadas a Terremoto, Moraíto, “y a mi mare y a mi niño” y el Capullo con sus personales tientos tangos. Agujeta dio un mini recital con acostumbrada anarquía y su molesta costumbre de no rematar los cantes. Con la voz mermada, todavía fascina con su doliente eco que alimenta nuestras fantasías de fraguas y gitanería. Y así, sucesivamente, cada uno su personalidad, sus rarezas y sus cantes habituales buscando el Santo Grial del cante de Jerez que debe existir, y el ineludible fin de fiesta, curiosamente falto de energía. Hay que ser indulgente con Jerez. La emoción más fuerte de la noche fue al final con la proyección de las imágenes de Fernandito Terremoto y Moraíto, a los que tanto echamos de menos. “VORS”…acrónimo que representa las palabras “Very Old Rare Sherry”, o sea, “vino viejo jerezano de gran calidad”. Este equipo de cantaores se permite emplear la denominación, aunque al final el resultado no pasó de aceptable. |