Texto: Gonzalo Montaño
Fotos: Ana Palma
Resumen: KARIME AMAYA & ANDRÉS PEÑA – PILAR OGALLA – XVI Festival de Jerez 2012.
XVI FESTIVAL DE JEREZ |
Sala Compañía Baile: Karime Amaya; cante: Raúl Leviaa Amador, Joaquín Gómez Contreras, Rubio de Pruna; Guitarras: Justo Fernández, Tati Amaya; Percusión: Juan Cristóbal Sánchez La tarde flamenca comenzó a las siete de la tarde en la Sala Compañía con la actuación de la bailaora mejicana Karime Amaya. La sobrina nieta de la inmortal bailaora catalana Carmen Amaya se presentaba en el festival de Jerez, en un espacio que suele programar espectáculos de menos repercusión que los del Teatro Villamarta. Sin embargo esta joven artista demostró que tiene fuerza y carisma como para poder estar en cualquier escenario. Comenzó por Siguiriyas con gran fuerza dejando claro su estilo: baile sobre todo de pies con poco braceo (quizás el punto más débil de la bailaora ), gran fuerza y un envidiable sentido del tiempo, además de un estilo bastante personal que recoge elementos de su tía Carmen Amaya. Sobre todo irradia un halo misterioso que nos evoca a la genial artista del Somorrostro. Vestida de chaquetilla y pantalón apareció para bailar por Alegrías, evocando de nuevo a su referente artístico. Este baile se extendió más de veinte minutos. La depuradísima técnica de Karime y su gran sentido rítmico le permiten jugar con los tiempos dando una sensación de control impresionante. Resaltar el papel del cantaor Rubio de Pruna que supone un bastón para el baile facilitando el trabajo a la bailaora. Entre cada baile y quizás como punto negativo los interludios instrumentales hicieron que el espectáculo se viniera abajo en ocasiones. Para finalizar la actuación, Karime bailó por Soleá. El cante creó el ambiente y ella lo recogió y lo supo llevar a su terreno haciendo que cante y baile sintonizaran, los dos conversaban. Su cuerpo remataba los cantes con estilo y compás y sus pies terminaron de sacar las puntillas del escenario a fuerza de taconeo. El público en pie agradeció la entrega de esta bailaora. Karime Amaya es una artista interesante que puede refrescar un panorama de los jóvenes bailaores que en ocasiones resulta demasiado repetido. Teatro Villamarta Video Ficha artística: Baile: Andrés Peña, Pilar Ogalla; Cante; David Palomar, Londro; Guitarra: Ricardo Rivera, Javier Patino; Piano: Alberto Miras; Saxo: Antonio Lizana; Trompeta: Lipi Calvo; Percusión: Javier Catumba; invitados: Jesús Bienvenido, Esther Weekes. A las nueve el teatro Villamarta se llenó para ver el montaje del jerezano Andrés Peña y la gaditana Pilar Ogalla titulado “El aire que me lleva”. Leyendo el programa de mano pude enterarme que trata sobre las vivencias de estos artistas en sus estancias por el mundo durante sus giras, de otro modo no hubiera podido adivinar la intención del gazpacho de estilos y propósitos que presenta el espectáculo. Sin duda estos dos artistas tienen mucho que contar ya que su capacidad y trayectoria se lo permite, sin embargo por momentos el discurso parecía pasar de un tema a otro sin llegar a profundizar lo suficiente. Ambos dejaron destellos de su gran calidad artística como la Siguiriya que bailó Andrés, en uno de los momentos álgidos de la noche con el magnífico cante de David Palomar, que alumbró lo que los focos por momentos no lograron. Este cantaor está en un momento de forma impresionante y es uno de los jóvenes llamados a ser un referente importante del cante. También estuvo a gran nivel el “Londro” un cantaor que desprende una sensibilidad a la vez que un conocimiento de los cantes tradicionales fuera de lo común. Andrés supo canalizar la esencia de estos artistas en su baile dejando robando algún ole al alma. Por su parte Pilar supo pasear su arte por el escenario con gran elegancia y sensualidad. Su gran polivalencia artística le sirvió para marcar el cante de milongas y tango argentino de forma muy personal y delicada. El baile a dúo por Cantiñas y Bulerías con saxo y coros de los cantantes de Jazz y Tango argentino despertó la sensación general de clímax que cerró la actuación de forma emocionante. Sin embargo, entre tanto cambio de canciones a Martinetes, de la versión de “I got rythm” al Romance del rey Sol, de Ranchera a Fandango de Huelva… me sentí como esta pareja durante sus viajes: estando en todos sitios y no estando en ninguno. Con un espectáculo que se alarga un poco más de la cuenta en un ir y venir de intenciones de agradar a demasiada gente cuando realmente sólo debes agradarte a ti mismo.
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