XVI Bienal de Flamenco – 'Estrella Morente de Granada' / De Sandalia y tacón. Borja Évora & Ana Morales

Resumen: XVI Bienal de Flamenco – 'Estrella Morente de Granada' / De Sandalia y tacón. Borja Évora & Ana Morales

XVI BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA
“ESTRELLA MORENTE DE GRANADA ”
«FLAMENCO ACTUAL: De sandalia a tacón. Soleá Ensamble».
Borja Évora & Ana Morales

Domingo, 26 de Septiembre 2010

 


Fotografías: Luis Castilla / Bienal de Flamenco

Especial XVI Bienal de Flamenco 2010. Toda la información. Programación, reseñas, fotos…

ESTRELLA MORENTE DE GRANADA
Teatro de la Maestranza 20.30 h

Ficha artística: Cante: Estrella Morente; Guitarras: Montoyita, Miguel Ángel Cortés,“El Monti”; Cantaores: Antonio Carbonell, Ángel Gabarre, José Enrique Morente; Bailaores: El Popo, Iván Vargas; Colaboraciones: Juan Andrés Maya, Cuadro Flamenco Gitano del Sacromonte, Grupo de Laúdes del Albaicín.

Texto: Gonzalo Montaño Peña.

Con la excusa de evocar los cantes que el Concurso de Granada en 1922 quiso rescatar, Estrella Morente llegó a la Bienal atrayendo mucho público no habitual en los espectáculos flamencos. Sin duda estos saldrían contentos, los que anhelábamos escuchar ese cante que se reivindicaba, salimos desengañados.

Tras una incomprensible espera de veinte minutos para que diera comienzo el espectáculo, un audiovisual nos pone en situación. Estamos en 1922 y se recrea el ambiente del famoso concurso de cante en Granada. El sonido es un auténtico desastre y un cuadro nos transporta a las cuevas del Sacromonte para movernos a ritmos de Tangos, santo y seña de la tierra.

Entre la poca claridad que nos dejó el sonido vislumbramos un buen baile del patriarca del grupo, brazos al aire y porte gitano. Además de esto, mucho cante a coro, Tangos de Tía Marina Habichuela y evocación al baile de la Golondrina. En resumen: mucho ruido y pocas nueces.

La Zambra granadina nos trajo por fin a la “Estrella” al escenario, su presencia es fabulosa, ¡que guapa es! ,¡Y que porte!, se mueve por el escenario con gran soltura como una dama de la copla, una diva flamenca. Pero todos esperamos que de un momento a otro salga su lado más flamenco, esa evocación a los clásicos que prometía.

Se desmarcó por Fandangos del Albaicín a velocidad de vértigo, con afinación y numerosos trinos, aunque en los altos le sale algún roce en la voz no es para estar asustados. ¡Venga Estrella deléitanos!. Ahora los Tangos de su padre, pero que va, no está en su noche, la imitación no dice nada. El híbrido flamenco-folklórico no está funcionando.

Por fin se sienta para cantar por Malagueñas y luego por Granaínas, falsete continuo, trinos excesivos. Las escalas que saca a su garganta son bonitas pero la sensación de un quiero decir y no puedo se hace patente.

Se levanta para cantar un cuplé por Bulerías y ahí ella está cómoda, domina el escenario. Ella es presencia, estampa, pero sigue dentro de los márgenes de lo folklórico, por momentos dentro, por momentos fuera, en fin, ella es así…

Dejó destellos de su gitanería cuando se echó adelante para bailar su propio cante por Bulerías, demostrando que, sea lo que sea, es artista, se come el escenario; eso no se lo niega nadie.

 

Como invitado especial sacó al bailaor granadino Juan Andrés Maya, que bailó por Soleá en el que fue el mejor momento de la noche. Estrella dejó su posiblemente único instante flamenco del espectáculo: se olvidó del falsete y de los trinos y dejó una buena Soleá del Mellizo que Juan Andrés supo bailar.

Por su parte, el bailaor  dejó detalles de grandeza, aunque se excedió demasiado en el baile, con unas escobillas larguísimas y numerosos desplantes que hicieron que lo bueno se difuminara en lo largo del baile.

En resumen, salimos del teatro con la sensación de que no habíamos visto nada de lo que se nos prometía, nada de los cantes de 1922, nada de la Niña de los Peines, nada de la Playera, nada de la Caña, algo de Morente y mucho de una “star”.

FLAMENCO ACTUAL: “De sandalia a tacón. Soleá Ensamble”
XLIX LA UNIÓN: BORJA ÉVORA & ANA MORALES
Teatro Alameda 23.00 h

Ficha artística: De sandalia a Tacón: Baile: Ana Morales; Voz y Violín: Jalal Chekhara; Cante: Moi de Morón, Antonio Campos; Guitarras: Jesús Guerreo, Manuel Domínguez; Percusión: “Cepillo”. Soleá Ensamble: Piano: Borja Évora; Baile: Ana Morales; Guitarra: Jesús Guerrero; Voz: Alicia Gil, Carlos Sanlúcar; Percusión: “Cepillo” , “Poti”.

Texto: Gonzalo Montaño Peña.

El Teatro Alameda muestra los jóvenes valores del flamenco actual, un espacio donde mostrar sin cortapisas la personalidad de los músicos que quieren exponer nuevos lenguajes, nuevas expresiones aprendidas de lo viejo. Con estas premisas llegaron la bailaora Ana Morales y el pianista Borja Évora.

La primera parte abrió con Ana Morales en escena, el concepto “de Sandalia a tacón” hace referencia al paso desde las bailarinas gaditanas del siglo II ac. hasta el actual tacón del baile flamenco.

De este modo, apareció la bailaora recreando a la legendaria Telethusa, bailarina gaditana que fue llevada a Roma, donde los hombres caían rendidos a sus pies por su movimientos lascivos y su sensualidad extrema.

El concepto es bello y sobre los instrumentales Morales busca la expresividad corporal, la sugestión y un concepto plástico bien conseguido. 

El violinista y cantante Jalal Chekhara dejó un magnífico canto árabe que rememoró la inequívoca huella que estas músicas han dejado en nuestro subconsciente.

El momento flamenco llegó con el cante por Alegrías, la bailaora estuvo cómoda y en eso influyó el estar muy bien acompañada tanto por la guitarra de Jesús Guerrero que estuvo realmente bien, como el cante de Antonio Campos y Moi de Morón que nos trajo a Rancapino al Alameda, no sólo en tesitura y eco, sino también en concepto y compás ¡Ole Moi! ¡No es fácil cantar por Alegrías como lo hiciste anoche!.

 

“Soleá Ensamble” nos trae a un pianista que por momentos me pareció un pianista de estudio. Un músico que se esconde tras la tapa de su piano, que prefiere estar detrás que mostrarse en el escenario. Aunque tras ese piano se esconda una cabeza pensante, un concepto moderno y unas ideas musicales complejas y ricas.

En la Minera dejó toda su impronta musical, un sonido rico en armonía más que en melodía, tal y como se estila hoy en día, tendencias Jazzísticas dentro de un marco flamenco. Un acompañamiento dialogante y buen gusto en la elección rítmica.
La guitarra de Jesús Guerrero también jugó un papel importante dentro de este cuadro y las percusiones de Cepillo y Poti dieron un colchón rítmico que ayudó en la consecución del soniquete por Bulerías.

Las voces de Alicia Gil y Carlos Sanlúcar pusieron un contrapunto entre romántico y flamenco que dejaron un agradable sabor a la moderna desembocadura del Guadalquivir.


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