XVI Bienal de Flamenco. 'DUNAS' – María Pagés, Sidi Larbi Cherkaoui'MARINA' Marina Heredia 'ENSAYO Y TABLAO

Resumen: XVI Bienal de Flamenco. 'DUNAS' – María Pagés, Sidi Larbi Cherkaoui'MARINA' Marina Heredia 'ENSAYO Y TABLAO

XVI BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA
“DUNAS” – María Pagés, Sidi Larbi Cherkaoui
«MARINA» Marina Heredia
«ENSAYO Y TABLAO «
Segundo Falcón, Lalo Tejada, Inma Rivero, Juan José Amador

Sábado, 2 de octubre 2010

 


Fotografías: Luis Castilla/ Bienal de Flamenco

Especial XVI Bienal de Flamenco 2010. Toda la información. Programación, reseñas, fotos…

“DUNAS”MARÍA PAGÉS, SIDI LARBI CHERKAOUI
Teatro de la Maestranza 20.30 h

Texto: Estela Zatania

Coreografía, dirección e interpretación: María Pagés, Sidi Larbi Cherkaoui. Música original: Simón Brzoska, Rubén Lebaniegos. Música taranto: Fyty Carillo. Músicos: Barbara Draskowska (piano), Ismael de la Rosa (cante), Mohammed El Arabi-Serghini (voz árabe), Fyty Carillo (guitarra), David Moñiz (violín), Chema Uriarte (percusión).

María Pagés lo ha vuelto a hacer.  Ha vuelto a disponer un espectáculo teatralmente ejemplar, vistoso, original y por encima de todo, muy bien trabajado en todos los sentidos.  Y como ocurre a veces con estas obras tan originales, hace falta una lupa de gran aumento para encontrar cualquier rastro de flamenco.  Entonces, estoy entre halagar la parte teatral, o denunciar lo poco adecuado de esta propuesta para una Bienal de Flamenco donde no ha habido sitio para artistas flamencos consagrados pero con menos aceptación entre el gran público.  Es posible que llenar las mil ochocientas butacas del Teatro de la Maestranza no sea un objetivo compatible con presentar muestras del género referido en el nombre del festival. 

Al menos no ha sido una obra conceptual, porque la saturación de conceptos rompedores ya ha colmado el cupo de la semana.  Más bien la nueva obra de María Pagés, “Dunas”, parece ideal para Cirque de Soleil, y no lo digo con la menor intención irónica, sino con máximo respeto.  “Dunas” provoca esa fascinación visual, incluye acrobacia elegante y emplea algunos efectos especiales espectaculares de luces y sombras que ignoro si son originales de Sidi Larbi Cherkaoui, figura de la danza contemporánea y pareja de María Pagés en esta obra, o creados por otros.   El caso es que le quitas a este artista de la obra, y sólo quedan muchos metros de telas diáfanas, y el característico ondeo de brazos y cuerpo de Pagés.  De hecho, el número más intrigante y envolvente no va de danza siquiera, sino que es una brillantemente sencilla proyección de dibujos realizados por Cherkaoui en arena sobre cristal.  Perdí la noción del tiempo, pero recuerdo el momento como de haber durado unos quince minutos.  La extraordinaria habilidad gráfica del hombre le permite contar mediante dibujos, historias tan dispares como la de Adán y Eva, el ciclo vital de nacimiento y muerte o el ataque a las Torres Gemelas, todo en el momento y con alucinante rapidez.

Como mucho, la obra peca de un ambiente uniforme de principio al final de la hora y cuarto que dura.  Vagamente recuerdo un verso de tientos cantado por martinete, algo de soleá, un extraño baile de los dos al compás de siguiriyas sin cante en el que Cherkaoui realiza volteretas o se retuerce por el suelo – los fragmentos más flamencos de “Dunas”.  Pero el recuerdo que más se impone es de las grandes cortinas traslúcidas de color arena, y las complicadas maniobras tan impresionantemente efectuadas con ellas. 

“MARINA” MARINA HEREDIA
Teatro Lope de Vega 21.00 h

Ficha artística: Cante: Marina Heredia; Guitarras: Bolita, Luis Mariano, Diego del Morao; Palmas y Coros: Anabel Ribera, ToñiNogaredo, Jara Heredia; Percusión: Paquito González. Colaboración especial: Parrita y Farruquito.

Texto: Gonzalo Montaño Peña.

La cantaora Marina Heredia vino a la Bienal de Flamenco a demostrar que es flamenca, que conoce y domina los palos básicos, que es una mujer hecha,  y que apuesta por estar entre los nombres que conforman el panorama jondo.

Abrió con un pregón que a la vez es presentación y declaración de intenciones, voz de azúcar cande para melodías agridulces, el pregón lo cierra por Toná. Luego pasa a los Tangos de su Granada natal, en estos estilos la cantaora está en su salsa, en pie y mostrando su espectacular voz y planta flamenca.

Los Fandangos del albaicín tienen personalidad propia en su voz y aunque la comparación con su paisana Estrella Morente puede resultar recurrente, hay que decir que estas dos cantaoras tienen suficiente sello personal. Dos artistas de influencias similares y entorno compartido, pero diferentes en esencia.

Aparece ahora vestida de corto para demostrar conocimiento en los cantes levantinos: la Minera y la Levantica. Afinación y buen gusto en la ejecución de estos estilos que requieren de un gran control de la respiración.

El espectáculo en su totalidad tuvo un cuidadísimo diseño estético, sin grandes despliegues pero con unas luces bien pensadas y los espacios bien distribuidos. Mejor calidad que cantidad.

Con afán de demostrar se agarró a la Malagueña con todas sus fuerzas y se intentó desgarrar en la Soleá y luego en la Siguiriya aunque solo pudimos ver pequeños destellos de lo que puede llegar a dar esta cantaora.

Antonio Mairena decía que para cantar por Soleá o Siguiriyas con verdadera “jondura” hace falta tener al menos cincuenta años. Puede ser que tuviera razón y  que estos cantes se deban asentar como un buen guiso casero que comes al día siguiente y sabe mejor que el día que se cocinó.

Las colaboraciones pusieron un punto de lujo en la noche tanto la de Parrita que dejó una bonita canción por Bulerías a dúo con Marina, como la de farruquito por Alegrías compuestas por el bailaor que resultaron el quizás momento álgido de la velada.

Con un homenaje a la rumba gitana de Bambino se cerró el recital, la gente agradeció una noche de dulce. Bella la cantaora, bello el escenario, buen acompañamiento y colaboraciones de calidad. Todo cuidado al detalle. Entre tanto sabor dulce y refiriéndonos a un recital con pretensiones Jondas, eché de menos el sabor de lo amargo, del dolor que transmite el cante, de las emociones milenarias. Aunque tal vez para transmitir eso haga falta tener cincuenta años, o haber pasado muchas “duquelas”…

“ENSAYO Y TABLAO” SEGUNDO FALCÓN, LALO TEJADA, INMA RIVERO, JUAN JOSÉ AMADOR, … Colaboración especial: Manolo Marín
Hotel Triana 23.30 h

Texto: Estela Zatania

Anoche se cerró espectacularmente el ciclo de la Bienal de Flamenco de Sevilla correspondiente al Hotel Triana, el espacio que la organización reserva para las presentaciones más informales o espontáneas.

 “Ensayo y tablao” como se titulaba el…¿espectáculo?…¿obra?…¿happening? empezó francamente mal.  Desde un balcón de la casa de vecinos iluminado con foco, una señora vestida de flamenca pegaba chillidos aparentemente sin sentido y extremadamente desagradables entre largos silencios.  Serían unos diez minutos de esto, molestaba en serio y algunas personas se marcharon.  Una voz del público gritó “¡vamos ya!” provocando las risas de algunos.  No he podido averiguar el significado de esta introducción, pero si alguno lo sabe, ruego me lo explique.

Un intento poco logrado de representar el papel docente del maestro Manolo Marín cuya participación fue uno de los puntos más destacables del espectáculo, condujo a un prescindible baile de Lalo Tejada con bailaor, ambos con bata de cola y abanico.  La cosa empieza a mostrar señales de vida cuando Marín pide tangos de Triana y nos baila durante unos minutos con ese arte tan rico y tan suyo.  Otro baile de Tejada se deja ver sin más, y empiezas a darte cuenta del frío ambiental y el viento que se ha levantado.

Desde otro de los balcones, Paco Taranto canta por siguiriyas con el acompañamiento de las campanas de Llorenç Barber en un desafortunado experimento de fusión forzada.  Bastante mejor quedaron los fandangos de Diego el Boquerón desde otro balcón, o las peteneras de Segundo Falcón desde otro.
 
Ahora, olvidaros de todo lo que acabo de contar, porque fue insignificante y olvidable comparado con el momento histórico que vendría a continuación.  Un gigantesco cuadro de destacados mayores, y algunos jóvenes, trianeros casi todos, emprendieron un viaje, primero por tangos y después por bulerías, que ninguno de los presentes olvidará jamás.  Con Segundo Falcón, Juan José Amador, Paco Taranto, el Boquerón e Inmaculada Rivero al cante, Manolo Marín, Angelita Vargas, nieto de ésta, Hiniesta Cortés, Lalo Tejada, Carmen Ledesma, Concha Vargas, Isabel López y otros al baile y Ramón Amador y José Luís Postigo a la guitarra, se alcanzó un nivel de intensidad que dio lugar al fin de fiesta probablemente más largo de la historia, no sé si una hora, por ahí por ahí, y ni un momento aburrido ni confuso, y Segundo Falcón inspirado y enérgico cantando como jamás lo hemos escuchado.  Inolvidable, irrepetible e histórico homenaje al flamenco y los flamencos de Triana, y hermoso colofón que hizo temblar los cuatro puntalitos.


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