Texto: Estela Zatania
Fotos: Ana Palma
Resumen: XV Festival de Jerez 2011. Mercedes Ruíz 'Perspectivas' / La Choni
XV FESTIVAL DE JEREZ
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El décimo quinto Festival de Jerez va por la recta final, y sigue emocionando, provocando y entreteniendo a pesar de que alguien haya dejado abierto el grifo de la lluvia. A las once de la mañana en el Centro Andaluz de Flamenco, Faustino Núñez ayudó a orientar a los aficionados con su charla amena sobre los palos, y a las 5 de la tarde en el mismo lugar, José de la Vega, veterano bailaor y bailarín utrerano afincado en Barcelona, compartió anécdotas y vivencias con los presentes. Por la tarde, dos obras notables fueron presentadas en la Sala Paúl y el Teatro Villamarta respectivamente. CHONI “LA GLORIA DE MI MARE” Sencillamente perfecta. Cuando vi el estreno de “La gloria de mi mare” hace unos meses en la Bienal de Flamenco de Sevilla, me pareció un trabajo excelente, pero anoche en la Sala Paúl el rodaje experimentado por la obra ahora ha dado lugar a una perfecta joya en todos los sentidos; un homenaje al carácter andaluz que bien podría convertirse en un clásico. Mitad vodevil, mitad obra de teatro y mitad flamenco ya son tres “mitades”, y con toda intención, porque “La gloria de mi mare” es mucho más grande que la suma de sus elementos. Una bailaora, una cantaora y un guitarrista de nivel medio, y un actor cómico de primera, Juanjo Linares, traman la alocada representación costumbrista de una bailaora joven y su madre, insoportablemente entrometida y parlanchina, que revive su juventud perdida a través de la niña. Raúl Cantizano y Alicia Acuña, guitarrista y cantaora, hacen de empresario y esposa. Cuatro personas que hacen gala de la exagerada y surrealista forma de ser andaluza que siempre ha formado parte del flamenco, algo que ahora muchos quieren pintar como mera manipulación política franquista. Las primeras obras flamencas, no nos olvidemos, fueron de tipo variedades, siendo la folklórica “Calles de Cádiz”, ligerita de conceptualidad, la que puso la pauta hace 80 años. La deprimente negrura de tantas obras flamencas actuales es una moda destinada a caer por peso propio, porque el flamenco no puede dar la espalda a su propia historia y personalidad. Alicia Acuña es absolutamente polifacética cantando (sevillanas rocieras, o una siguiriya “Yo no aguanto a tu mare”, referencia directa a la madre de la obra, cantada como si la vida fuera en ella), bailando (paso a dos en bata de cola con Choni), como actriz cómica o actuando en un mano a mano de castañuelas que hasta satiriza la famosa pelea a cámara lenta de Bodas de sangre de Gades. ¿A dónde irá a parar esta gente? ¿De dónde sale tanta creatividad? En el programa figura “Idea original: Asunción Pérez”, es decir, La Choni, la bailaora que protagoniza la historia, y que también llega a interpretar bailes propiamente dichos como una guajira (con parasol), una caña, una danza mora con chinchines, típica de la época, o lo que debe ser la primera siguiriya cómica de la historia. La dirección escénica, también importante en esta obra, viene firmada por Estrella Távora. Todo sea dicho, es mucho diálogo y muchas referencias andaluzas para los no españoles, pero proyectos bastante menos flamencos y de menor calidad que este hemos visto en el Festival de Jerez. La obra tiene un hábilmente representado final sentimental cuando te das cuenta de que todo ha sido un recuerdo del pasado, la cotorra de la madre ya no está y la bailaora la recuerda con ternura. El que no se deja llevar por “La gloria de mi mare” ni tiene sentido del humor ni tiene corazón.
MERCEDES RUIZ “PERSPECTIVAS” Baile: Mercedes Ruiz. Cante: David Lagos, Melchora Ortega, Miguel Lavi. Guitarra: Santiago Lara, Paco Lara. Percusión: Perico Navarro. Palmas: Javier Peña. Idea original y coreografía: Mercedes Ruiz. Libreto: Francisco López. Dirección musical: Santiago Lara. En el Teatro Villamarta, los jerezanos acudieron a ver el nuevo espectáculo de Mercedes Ruiz, única bailaora jerezana que más o menos se está haciendo un nombre en el mundo del baile. Es la cuarta vez que se le concede a Mercedes este espacio de prestigio con compañía propia, y su espectáculo Juncá de 2007 recibió el premio de la crítica del festival. Este espectáculo es una colección de piezas independientes sin hilo argumental más allá de la exposición de diversas “Perspectivas”, como indica el título de la obra, de Mercedes Ruiz. Al comienzo, un audiovisual de Carmen Amaya a su llegada a España no está ligado con el resto de la obra, pero siguen varias proyecciones en el telón de fondo… imágenes de flores, colores, o simplemente la palabra “vivir” en letra grande. El equipo cantaor es notable. David Lagos sigue siendo un joven cantaor a descubrir para los jerezanos, aunque hace años que los demás aficionados admiramos su hermosa voz flamenca, sus conocimientos y su capacidad de cantar cualquier cosa con solvencia (incluso en idiomas como hizo en un espectáculo de Israel Galván). Se recupera la voz de su esposa Melchora Ortega que ha estado prácticamente ausente del día a día del flamenco desde que se llevara el premio Bienal de Cante de 1998, y otro jerezano, Miguel Lavi, ya lleva tres actuaciones en el Festival de Jerez de este año, y todas destacables. Fandangos de Huelva, taranto, percusión al compás de bulerías para la serrana que canta David, soleá apolá… Mercedes conoce el poder de la sutileza, aunque se deja llevar por las velocidades y el aplauso fácil. Preciosa colombiana cantada por David, y a continuación Mercedes baila por tientos y al cante de marianas, una variante poco interpretado, además de tangos de Triana, Granada… Se sigue insistiendo en el compás de cuatro por cuatro con una rumba a la antigua, aquella que había antes de que la rumba catalana volviera agresiva estos tranquilos compases caribeños. Mercedes aparece vestida de traje de color dorado y sombrero, cual Fred Astaire, recuerda el zapateado con el que ganara un importante premio en Córdoba en el 2001, y la música de Santiago y Paco Lara, con hermosas modulaciones, redondea la estampa. A partir de este momento el espectáculo empieza a perder fuerza, dejándose llevar por cierto exceso de frivolidad, y un aire incluso circense cuando Mercedes se atreve a decir un tanguillo rap a lo gaditano que es aprovechado para presentar los componentes del grupo. El sorprendente final consiste en la canción “Gracias a la vida” cuya letra es proyectada en inglés, francés y japonés. Más tarde, en la Peña Terremoto, pudimos gozar del cante de David Carpio y Juan Fajardo Moneo “El Momo”. |