“Con solera. La noche de las tres lunas” |
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ESPECIAL BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA 2008 Texto: Estela Zatania Creación, interpretación y dirección musical: Víctor Monge ‘Serranito’. Artista invitado (instrumentos étnicos): Javier Paxariño. Baile: Ángel Múñoz. Cante: Eva Duran, Gema Caballero. Piano-teclado: Moisés Sánchez. 2ª guitarra: Paco Vidal. Bajo-guitarra: Julián Vaquero. Percusión: Víctor Monge junior. Víctor Monge ‘Serranito’, natural de Madrid, fue uno de los primeros en hacer carrera con la guitarra flamenca de concierto, y ya por los años sesenta los aficionados habíamos oído hablar de él. Mayor que Paco de Lucía, pero demasiado joven para ser considerado de la generación de Sabicas, ocupa un lugar singular en la historia del flamenco, y su camino es diferente al de cualquier otro.
Mucho antes de la aparición profesional de Paco, Serranito ya sentía la inquietud que le conduciría a explorar las posibilidades de su instrumento y género elegidos – el clásico “hombre adelantado a su tiempo”. Cuando el de Algeciras impactó tan profundamente en el arte, y muchos buenos guitarristas prácticamente tiraron la toalla, Serranito fue de los pocos que logró mantener su posición, llegando a realizar hasta dieciocho grabaciones y viajando a países lejanos representando a su país mediante la música. Hace unos años, con el intenso interés actual en la guitarra flamenca, que a nivel internacional ha llegado a eclipsar la importancia del baile, Serranito ha vuelto a reivindicar su lugar entre las figuras con mayor ahínco. Ahora llega a la Bienal con una propuesta basada libremente en la confluencia de las culturas cristiana, musulmana y hebrea: las “tres lunas” del título.
El madrileño Serranito tiene una extraordinaria sensibilidad andaluza que aplica a esta obra, que más que una serie de composiciones es una sinfonía, para interpretar composiciones originales con el respaldo de instrumentos étnicos, además de segunda guitarra, teclado, bajo, percusión, cante y baile. Como en todo lo que hace Serranito, hay una clara vocación de búsqueda, siempre sin exageraciones ni estridencias. El repertorio refleja la intención multi cultural en petenera, tangos con un fuerte sabor árabe granadino o el sonido intrínsecamente oriental de una taranta, además de un homenaje a García Lorca, alegrías y algunas piezas de jazz indefinido que fueron excesivamente largas para un publico ya escarmentado después de varios recitales con poco contenido flamenco a lo largo de la Bienal. Serranito luce un fraseo y picados que recuerdan los años ochenta. No es un nivel técnico de hoy día… ni de antes de ayer… pero la maestría y buen gusto del intérprete compensan cualquier falta. Dos voces femeninas, las de Eva Durán y Gema Caballero, para alegrías en Mi, siguiriyas y tangos entre otras cosas, y el moderno zapateado bailado por Ángel Muñoz, ofrecieron un descanso de lo puramente instrumental. Pero quizás donde mejor hemos disfrutado del maestro ha sido en la soleá, donde puso la técnica al servicio de la expresividad, y contemplamos la belleza de unas manos haciendo hablar a seis cuerdas tensadas sobre caja de madera.
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