El venerable Festival Internacional del Cante de
las Minas de La Unión dio comienzo el jueves día
4 con un pregón a cargo de Fernando Delgado, la actuación
de los ganadores del año pasado y la tradicional velada
trovera. Para aquellos que no dominan la numeración
romana más allá de la equis, «XLV»
significa que esta es la cuadragésimo quinta edición
de uno de los acontecimientos de mayor trascendencia del mundo
del flamenco.
La
primera gala de las cinco programadas empezó por lo
fuerte con Belén Maya y Mayte Martín. “Flamenco
de Cámara” se titula la obra que estas dos mujeres
montaron hace un par de años, paseándola por
todo el mundo con gran éxito. Es una afirmación
de las raíces del flamenco, a la vez que una reivindicación
de la necesidad de expresarlas a través de vivencias
contemporáneas y no siempre andaluzas, pues Mayte es
catalana y Belén, aparte de haber nacido en los Estados
Unidos, es hija del gran bailaor granadino Mario Maya cuya
inquietud artística contribuyó a la evolución
y actualización del baile tradicional.
Una soleá discreta para empezar – la tónica
de toda la obra es el rechazo del efectismo, una técnica
depurada y rigurosa sinceridad. El baile de Belén es
sensual, cerebral, coqueto… Es geométrico casi siempre
– más que bailar, Belén Maya esculpe,
pero suaviza el relieve salpicando movimientos que sorprenden
por su dulzura y aparente ingenuidad. Quizás los grandes
artistas se destacan por eso, la capacidad de manejar conceptos
opuestos en su justa proporción.
Los grandes artistas se destacan
por la capacidad de manejar conceptos opuestos en su justa
proporción
El público de La Unión disfruta con los cantes
dulces, y la voz flexible, limpia, dulce y perfectamente afinada
de Mayte Martín, y la habilidad con la que efectúa
los arabescos vocales más complejos, es la clave del
éxito permanente de la señora en estas tierras.
Tiene la inteligencia de ofrecer solos de cante que incluyen
una vidalita, una guajira al estilo antiguo y un garrotín,
un “sota, caballo y rey” del cante bonito, y pocos
hoy en día lo hacen mejor.
Belén recupera el baile por tientos que quedó
abandonado casi por completo en las últimas décadas.
Aquí hace gala de su dominio de la bata de cola y acaba
por tangos donde la influencia granadina es inconfundible.
Un
solo de guitarra de José Luis Montón abre paso
al baile por alegrías de Belén donde se incorpora
el violín de Olvido Lanza. La bata de cola color naranja
limón que luce la bailaora es un detalle genial que
complementa el refrescante planteamiento que entra como un
granizado de limón en la playa de La Caleta a mediados
de agosto como estamos…en el flamenco, como en todo,
se agradecen los sabores bien definidos. La bailaora recuerda
posturas antiguas haciéndolas creíbles con su
impecable buen gusto y una hermosísima sonrisa que
nos dice que disfruta de lo que hace. Mayte Martín
nos obsequia con una ristra del mejor cante gaditano antiguo
terminando con “Dios mío quien fuera blanco,
aunque fuera catalán”, ¡olé la ironía
inteligente!
Un solo de violín cae como relleno…no es justo
obligar a los artistas a ofrecer su labor en momentos poco
apropiados…y la presentación acaba con un taranto
con rondeña final. “Flamenco de Cámara”
es una pequeña joya del arte flamenco, quizás
excesivamente “hecho” después de tanta
repetición, pero de elementos seguros y admirables.
Chano siempre acaba metiéndonos
a todos, jóvenes y mayores, nacionales y extranjeros
en su gaditanísimo bolsillo
¡Ay
Chano! Qué grande eres, qué elegantemente llevas
los años y cómo disfrutamos con todo lo que
haces. No es posible hacer una crítica seria del maestro
gaditano. De hecho, cuesta decir nada que no sepa toda la
afición: que la esencia de Cádiz se ha destilado
y habita en Juan Ramírez Sarabia “Chano Lobato”.
Su salida al escenario provoca una calurosa ovación,
y los que han aplaudido por compasión – en el
umbral de los ochenta el hombre tiene aspecto frágil
– pronto se dan cuenta de su error, pues Chano siempre
acaba metiéndonos a todos, jóvenes y mayores,
nacionales y extranjeros en su gaditanísimo bolsillo.
Hay otras voces para los cantes “básicos”…la
de Chano es la que más ricamente nos despacha las alegrías,
cantiñas, tanguillos, bulerías y demás
delicias de su tierra. La voz que apenas suena cuando habla
se convierte en cañón con el primer tercio cantado,
y el cuerpo que se mueve con cierta dificultad cobra vida
y baila con gusto y energía. El flamenco da vida y
rejuvenece, y Chano Lobato es la más potente prueba
viviente de ello.
Se disculpa con el público local cuando canta “los
cantes de aquí, pero por bulería, templaíto,
porque cantar por Levante es muy difícil”. Tangos
acompañados por Paco Cortés en Mi, “un
cachito por soleá”, cantiñas que incluyen
alegrías clásicas, romeras y el cante de las
Mirris precedidas por la anécdota de cómo Ignacio
Ezpeleta inventó el “tiri ti tran” para
disimular su incapacidad de decir palabra alguna: “¡ni
juguetillo ni ná’, la borrachera de Ignacio!”
La cartagenera sirve, como prometió, para entrar en
bulerías y un final por rumba – cuando Chano
Lobato se aparta del micro, no respira ni dios – con
el baile más sabrosito y sembraíto que se ha
visto y todos pensamos lo mismo: “quiero hacerme mayor
como este hombre”. Un bis y otro bis…si el cantaor
se había dejado llevar por cierta exageración
hace unos años, aquello ha quedado olvidado porque
ahora no tiene tiempo para superficialidades y hasta los cantes
más festeros tienen todo el empaque de la mejor interpretación
por siguiriya que pueda ofrecer otro.
Cuando
falta poco para las dos de la madrugada, se anuncia un descanso
antes de la segunda parte. Fue un error alargar tanto la velada,
y la mayoría del público no regresó para
el grupo de Manuel Cuevas. El espectáculo del cantaor
de Osuna que hace dos años se llevó la Lámpara
Minera, pecó de un exceso de querer triunfar, de una
bailaora guapetona pero verde como el trigo verde, de imitar
sin convencer fórmulas empleadas por otros –
coros de niñas bonitas, instrumentación, percusión
– y de efectismo y alardes técnicos que no engañaron
a los pocos que quedamos. Lo lamentamos profundamente por
este hombre que tanto trabajo e ilusión ha puesto en
su proyecto, pero no…ni siquiera “La Niña
de Fuego” de Caracol pudo salvar la presentación
y nos quedamos con el excelente sabor de la primera parte.
Discografía relacionada:
Ricardo Miño & Gualberto
'Contrastes'
Chano Lobato: el duende, la gracia y los
dones –
Mayte Martin
Querencia
Mayte Martin
Freeboleros
Pack 5 CD
Festival Internacional Cante de las Minas
El guitarrista y compositor José Almarcha publica el álbum "Un nuevo paseo" tras lanzar los sencillos "Raíz y Paloma”, una Soleá a Manolo Sanlúcar, “Baladilla de ...
Letras. José Esteban Rodríguez CosanoCante. Juan SotoGuitarras. Antonio Carrión y Luis Calderíto.Edita: Antequera Record S .L Por Antonio Nieto del ...
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario y obtener estadísticas en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo. Más info:Estoy de acuerdoLeer más