XLV Festival Internacional de Cante de las Minas. La Unión – Murcia. Arcángel, Marina Heredia, María Pagés

 
XLV
Festival Internacional del Cante de las Minas
Marina Heredia
Arcángel
María Pagés “Bazar de las Ideas”

Lunes, 8 de agosto, 2005. 2245h. La Unión (Murcia)

Toda la información del Festival

Texto y fotos : Estela Zatania

La quinta jornada del Festival Internacional del
Cante de las Minas empezó con una conferencia no programada
ofrecida por Manolo Curao acerca de la película “Flamenco”
de Carlos Saura, homenajeado de esta edición del festival.
Curao destacó las “escenas imposibles”,
es decir, irrepetibles, captadas en el largometraje, y la
proyección de la escena de Chocolate, cantaor recientemente
fallecido que tenía que haber cantado en La Unión
esta semana, cantando al baile de Farruco el viejo y su nieto
Farruquito de doce años en aquel momento, fue la demostración
definitiva que hizo superflua cualquier palabra adicional.
También fue proyectada la escena de Manuel Moneo y
Manuel Agujetas cantando por tonás, para algunos el
momento más memorable de la película.

Tres figuras del flamenco actual, dos cantaores y una bailaora,
fue el menú de la cuarta gala de las cinco que incorpora
el festival. Marina Heredia es hija del cantaor granadino
Jaime el Parrón. La atractiva joven es una gran aficionada
del cante, y esto hace que se destaque de otros de su generación
que se dejan llevar por el flamenco pop sin haber pasado por
“los barrios bajos” del cante tradicional. De
hecho, Marina está cultivando un repertorio que pretende
aparcar parcialmente la faceta pop para dedicarse al cante
clásico. Si hace un par de años sólo
cantaba rumbitas y bulerías de corte ligero, la noche
de lunes ha sido capaz de romper el silencio con un surtido
de cantes a palo seco empleando una voz algo más flamenca
que lo habitual en ella. Por cantiñas recuerda a Pastora
y por soleá es creíble aunque padece del síndrome
de “compás medidito” que resta espontaneidad.
Ofrece su cante minero sin disculpas y un surtido de tangos
suena inevitablemente a su tierra con algunos estilos puramente
autóctonos. Lástima del poco apropiado “fade-out”,
la disminución de volumen para terminar, como si de
una grabación se tratara. Con Bolita a la guitarra
termina con una canción por bulerías con más
vocación de canción que de bulerías,
basada en el poema “Siguiriya torera”.

La nueva escuela, que realmente
es una vieja escuela, la del cante dulce y melódico

Arcángel
Marina Heredia

El cantaor onubense conocido como Arcángel tiene una
voz que le sitúa dentro de la nueva escuela, que realmente
es una vieja escuela, la del cante dulce y melódico,
cuyos principales representantes son, además del mismo
Arcángel, Miguel Poveda y Mayte Martín. Es un
cantaor altamente pulido y profesional, sin mencionar guapetón,
que nunca perjudica en los tiempos que corren. Su dulce decir
es muy apreciado en estas tierras levantinas y por el público
en general, pero no por eso son desdeñables sus conocimientos
y dominio del cante más clásico.

Con el acompañamiento del granadino Miguel Ángel
Cortés, arrancó con la caña, recreando
un feeling a lo antiguo con el “lamento” cantado
ligado, de un tirón, y cierta aceleración, rematando
con la clásica soleá apolá “Se
hundió la Babilonia” – no todo el mundo
se molesta en trabajar la caña con tanto cariño.
Una canción por tangos – hoy en día ningún
cantaor se atreve a limitarse al cante tradicional –
y otra vez el socorrido fade-out no es justificable. Malagueña
de Chacón con una técnica depurada y voz nada
menos que fascinante para estos cantes, terminando con el
fandango de Frasquito Yerbabuena.

Por siguiriyas Cortés saca un aparato digital para
bajar el bordón y a partir de entonces el deseo de
protagonismo del tocaor se hace patente. No obstante, Arcángel
entrega una espléndida serie de estilos con mucha personalidad
y dominio. Cantiñas en posición de Mi incluye
alegrías de Córdoba, cante que goza de una discreta
popularidad en los últimos años después
de décadas de olvido, y para terminar, cómo
no, los sabrosos fandangos de Huelva tocados por medio donde
el joven onubense siempre encuentra el punto perfecto. El
público ofrece su más calurosa ovación
y Arcángel acaba con bis de fandangos sin amplificación
– una actuación impecable, se mire como se mire.

Un maratón de movimiento
y colorido

María
Pagés
María
Pagés

Después del descanso nos llega María Pagés
y una docena de bailarines y músicos no nombrados con
una versión abreviada de su obra “Canciones antes
de una guerra” que ahora llama “El bazar de las
ideas”. Se ha conservado la canción de los boquerones,
la presentación de percusión y pies, el baile
de farruca de los hombres, la Nana de la Cebolla y otros retales,
y se saltan algunos de los elementos más radicales
de la obra original, cosa que se agradece sobremanera. Un
baile por soleá sin voz ni guitarra, una guajira, siguiriya
a playback con voces clásicas como las de Tomás
Pavón o Manuel Vallejo, más farruca, alegrías
del grupo con demasiado poco cante y la soleá de la
Pagés constituyen un maratón de movimiento y
colorido. Siguiendo la pauta de “a más velocidad
y ruido, mayor éxito”, la obra llega a su fin
y el público no defrauda con su ovación a pie.

Como cada noche, el après-gala tiene lugar en el patio
del Maquinista de Levante, en esta ocasión con el prometedor
cantaor chiclanero Antonio Reyes acompañado por Manuel
Herrera.

Discografía relacionada:

Arcángel
'La calle perdía'

Marina Heredia
'Me duele, me duele'

Más información:

 



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