Texto: Antonio Conde
Fotos: JAVIER FERGO/ reporterosjerez.es
Jerez de la Frontera. 8 septiembre de 2012
Artistas: Cuadro flamenco 'Jerez Puro', Jesús Méndez, Mercedes Ruiz, Macanita, El Torta, Capullo de Jerez
Posiblemente reunía todos los ingredientes para que la fiesta de la bulería de este año fuera como las de antaño. Un cartel netamente jerezano, con los cantaores bandera de su generación, ejecutando la bulería corta de Jerez, motivo por el que se creó hace ya la friolera de cuarenta y cinco años este evento. Pero a pesar de contar con un cartel a todas luces magnífico en cuanto a calidad artística, la organización pareció no hacer caso a los tiempos de crisis en los que estamos y menos aún a la macrocrisis que azota Jerez. A todo esto, las entradas ciertamente caras lo que se tradujo en un aforo que apenas rozaba las 1400 personas en el interior del coso taurino. Un descalabro que hace pensar en que el formato debería revisarse y dar otro enfoque que al menos mantenga el buen espíritu que hemos vividos otros años.
La edición de este año tuvo la deferencia de homenajear a su creador, Juan de la Plata, activista flamenco que tanto ha hecho y aportado al flamenco en Jerez. No pudo estar presente por problemas de salud pero el presentador de la gala realizó la mención oportuna y ensalzó la figura del homenajeado.
Tras la presentación, un cuadro formado por artistas de la tierra abrió la noche. Luis de Pacote, Jose Méndez, Mara Rey, Tamara de Tañé, Lorenzo Gálvez 'Ripoll', Pepe de la Joaquina, Juanillorro y Luis Moneo pusieron compás en el arranque. Bulerías en compás de origen, como el título de aquel disco de artistas jerezanos, para amenizar el comienzo de la noche y esperar a que los asistentes se acoplaran a sus asientos y terminaran de encargar el avituallamiento en la barra del bar.
Si algo tuvo de bueno la poca asistencia de público de este año, posiblemente la peor entrada registrada en toda la historia de la fiesta de la bulería, fue que los asistentes se concentraron en su mayoría en el albero lo que hizo que el calor del público se transmitiera al escenario, pues la noche fue de notable hacia arriba en cuanto al nivel artístico.
Fue Jesús Méndez el que, en solitario, demostró la fuente de la que bebe, el manantial de donde procede su cante y las influencias musicales a las que se aferra para demostrar que, hoy por hoy ya es figura del cante. Presentó un anticipo de su nuevo trabajo discográfico 'Añoranza'. Se templó por alegrías, clásicas en las letras para adentrarse en la soleá apolá de Charamusco. Un torrente de voz es lo que tiene Jesús en su garganta, que domina a la perfección y que demostró también en la seguiriya, acordándose de Frijones, 'Santolio le den' estilo en desuso que Méndez está poniendo en vigor de nuevo para rematar con la cabal de Serna. La entrega del cantaor alcanzó uno de los climax de la noche en cuanto a jondura cantaora se refiere. Ronda de fandangos, algunos sin megafonía; aquí es donde se ve la potencia vocal del jerezano. Con el silencio del público, fue como retroceder en el tiempo y entender como se cantaba en las plazas de toros de hace sesenta años cuando los artistas carecían de megafonía y tiraban de voz para deleitar. Soberbio el cante y soberbia la entrega de Jesús. Como no podía ser de otra manera, cerró con bulerías, cortas, de Jerez, como mandan los cánones. La guitarra de Manuel Valencia merece capítulo aparte; un joven talento del toque con el sabor a Jerez de siempre. Del compás se encargaron Diego Amaya y Manuel Salado.
Juan Moneo Lara, o lo que es lo mismo 'El Torta' aparecía en escena. Si ya en camerinos lo vimos aparentemente nervioso, la inquietud del público por saber en que condiciones cantaoras estaría el de la Plazuela y lo que supone saber que vamos a escuchar al Torta, soló quedaba esperar minutos para, o relajarnos o rompernos la camisa. Ni lo uno ni lo otro. Juan estuvo pletórico, no sólo en el cante, en el que hubo destellos de flamenquería absoluta, sino en sus reivindicaciones entre cante y cante. Juan es una caja de sorpresas. En su repertorio junto a Periquín 'Niño Jero' en la guitarra, hubo alegrías, soleá que entraba y salía del tiempo al antojo del cantaor, rumbas, tangos del Pica y bulerías. Pero estaba por venir un Juan jerezanamente patriótico, que quiso que no lo grabaran hasta que 'perfeccionen' Onda Jerez amenazando con levantare e irse o emplazando a cantar un taranto, pero no ahora sino ' que se quedará para la lámpara minera'. Hasta tarareó el 'buleria buleria' de David Bisbal. Entregado al máximo, hizo las delicias de cuántos disfrutaban de su cante y su persona.
Antes del descanso para reponer fuerzas hubo lugar para el baile. Sigo pensando que no es este el escenario más indicado para mostrar el baile, ya sea de Jerez o de fuera; y no sólo por ser una fiesta donde se ha reivindicado el cante de bulerías desde siempre sino porque el escenario no es adecuado para que se disfrute de baile, máxime cuando el festival de Jerez ya es en si una muestra de baile internacional.
Mercedes Ruiz y su compañía pusieron toda la carne en el asador para que la 'chispa' que había dejado el Torta se mantuviera. Seguiriyas y alegrías para Mercedes; la primera telúrica, muy técnica y medida en lo corporal, la segunda vivaz, sugerente y figurativa aunque excesiva en el minutaje. David Carpio y un impresionante David Lagos por bulerías pusieron las voces que acompañaron al toque de Santiago Lara y Paco Lara con la percusión de Perico Navarro.
Descanso y de nuevo al oficio.
A día de hoy es la mejor voz femenina de Jerez: Tomasa Guerrero 'La Macanita'. Sus credenciales las conocemos de sobra y apenas las cambia. ¿Para que? Tientos-tangos, soleá, malagueña y bulerías. Un repertorio clásico que suena distinto cada vez que la escuchamos. Será eso lo bueno que tiene esto del flamenco. No pareció disfrutarse a si misma a pesar de cantar por derecho. Cerró dedicando a Morao y Terremoto un cuplet por bulerías. Le acompañaron Manuel Valencia al toque y Gregorio, Chicharo y Macano al compás.
El final de la XLV edición de la fiesta de la bulería estaba reservado para 'Capullo de Jerez'. Suele liarla y eso hizo. Es ya un ídolo de masas, de masas a las que les gustan las rumbas y las bulerías. En definitiva, lo festero. Con la voz notablemente ronca abrió con soleá por bulerías. Breves, porque en seguida se terció por rumbas que es donde su público lo reclama. Un recorrido por sus creaciones más conocidas y argumento similar al cante por bulerías con el cerró su intervención. Eso si, levantando al público y haciéndolo bailar durante media hora.
Un fin de fiesta final con algunos de los artistas que participaron a lo largo de la noche fue el colofón de una de las fiestas de la bulería que peor entrada han registrado en su historia, sino la peor. El buen sabor de boca nos lo regalaron 'Capullo y 'Torta' con unas 'pataitas' finales improvisadas memorables por la gracia y la improvisación de ambos.