Texto & fotos: Estela Zatania
Sábado, 18 de julio, 2015. 2300h. Colegio Salesianos, Morón de la Frontera
HOMENAJE A STEVE KAHN
1ª parte: Dani de Morón y su grupo. Cante: Antonio el Carpintero, Moi de Morón. Baile: El Juncio. Palmas: El Bo, Carlos Grilo.
2ª parte: «Pasión». Cante: Inés Bacán, Dolores de los Santos «Agujetas», María Peña. Guitarra: Antonio Moya. Palmas: Rocío «La Turronera», Verónica Bermúdez
Además del cante de Tamara Aguilera y la guitarra de Juani de la Isla.
La noche de sábado, 18 de julio, otro festival veterano celebró su casi medio siglo, siendo esta edición la cuadragésimo novena del Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera. Es otro de los festivales longevos que muestra señales de agotamiento, o de necesitar un nuevo planteamiento. Relativamente poco público ocupó el patio del Colegio Salesianos, y el ambiente sufrió la ausencia del servicio de bar anunciada a última hora, obligando a los presentes a abandonar el recinto para buscar la cañita y el montadito.
El programa abrió con la ganadora del Concurso De Cante Flamenco para Jóvenes, Tamara Aguilera, acompañada a la guitarra por Juani de la Isla. El resto de la primera parte fue dedicado al brillante joven, Dani de Morón, figura emergente de la guitarra. Dani no sólo domina las armonías y técnicas más actuales, y trabaja el compás con absoluta soltura, sino que en un instante nos entrega el sonido más auténtico del toque de Morón, inconfundible pulsación y sensibilidad que le sirvieron para ambientar el cante con sabor a campiña de los también moronenses Antonio «El Carpintero» y Moi de Morón. De Cádiz se cogió prestado a Juan José Jaén, la elegancia hecha baile, con su pincelada de cante al final.
Dani pidió aplausos para los genios desaparecidos, Moraito y Paco de Lucía, antes de arrancar con un fin de fiesta en la que se cantó por Joselero, Gaspar de Utrera, Fernanda y otras voces autóctonas que tan ricamente pueblan esta parte del mapa flamenco.
En el descanso se realizó el homenaje al fotógrafo y guitarrista, Steve Kahn, por la donación de su colección de fotografías «Flamenco Project» al Ayuntamiento de la ciudad.
Después del solo de guitarra de un joven promesa moronense, la segunda parte del programa fue otro espectáculo completo. «Pasión», el invento de Tere Peña, es un sobrio planteamiento de tres cantaoras bien compenetradas entre ellas: Inés Bacán, Dolores Agujetas y Mari Peña, Lebrija, Jerez y Utrera, y una bailaora, Carmen Ledesma, con la guitarra de Antonio Moya para poner el sabor idóneo. Mari Peña, dulcemente hiriente, Inés, misteriosa sacerdotisa de lo jondo, Carmen Ledesma, anclada en tierra con su baile fundamental, libre de superficialidades. Pero fue Dolores Agujetas que más se rebuscó y se entregó, sin las exageraciones e histrionismo de otras ocasiones. Rancia y visceral, arriesgó todo, y ganó la apuesta.