Grupo de Sara Baras: Baile: Sara Baras. Artista invitado,
José Serrano. Bailarines, Auxiliadora Fernández,
Raúl Fernández, Cecilia Gómez, Ana González,
Charo Pedraja, Raúl Prieto, María Vega. Guitarra,
José María Bandera, Mario Montoya. Cante,
Miguel de la Tolea, Saúl Quirós. Percusión,
José Motos. Violín, José Amador Goñi.
El
escritor, crítico y flamencólogo José
Manuel Gamboa abrió la jornada el domingo en el Festival
de La Unión con su amena conferencia, “Enrique
Morente y la guitarra flamenca” ilustrada con interesantes
muestras sacadas de las primeras grabaciones del cantaor,
incluyendo algunas caseras. A continuación Eli Sosa,
representante de la organización del XXXII Congreso
Internacional de Arte Flamenco que tendrá lugar en
la localidad de Mairena del Alcor del 6 al 12 de septiembre,
presentó el programa de actividades que lleva por título
“Mairena y la Reivindicación Flamenca”.
Destacable el toque sensible,
sabio y flamenco de Silveria
Julian Estrada & Manuel Silveria
Curioso cartel para la gala principal. Julián Estrada
no es desconocido entre la afición flamenca, pero tampoco
es un cantaor cuyo nombre dice mucho para el gran público.
Este joven de Puente Genil vino acompañado por el espléndido
guitarrista, también cordobés, Manuel Silveria.
Con cierto soniquete al más famoso antecedente de su
pueblo, Fosforito, el cantaor empezó por malagueña
del Mellizo con cante abandolao. Su voz limpia y dulce, como
las que ahora se llevan, es bien apta para estos cantes, pero
encajaba menos para la soleá que cantó a continuación.
No pelea con el cante ni se arriesga, y su decir es más
el de cantante que de cantaor. No obstante por alegrías,
milonga y fandangos pudo llegar al numeroso público
que había acudido para ver a Sara Baras en la segunda
parte. Destacable el toque sensible, sabio y flamenco de Silveria.
Todos hemos visto las obras de Sara Baras y sabemos de qué
es capaz. En esta ocasión presentó una serie
de bailes bajo el título “Sueños”.
Farruca y soleá interpretadas por Sara formaron la
espina dorsal de la presentación, con una siguiriya
de su artista invitado, José Serrano, y tangos y bulerías
del grupo.
Momentos de gran tensión
y belleza porque tiene excelentes instintos
La señora baila, qué duda cabe, pero siempre
incomoda ese toque de autopromoción, ese deseo de venderse
por encima de todo, esos besos extravagantes que lanza al
público con la menor provocación y esas miradas
de vedette. No obstante hay momentos de gran tensión
y belleza porque tiene excelentes instintos, pero demasiado
pronto vuelve a recurrir al efectismo y tenemos la sensación
de estar presenciando un espectáculo destinado al gusto
extranjero.
El grupo es sumamente profesional sin que ninguno de los
elementos se destaque, y se nota un esmerado montaje que incluye
buenas luces y hermoso vestuario. Ojalá con el reconocimiento
y los éxitos conseguidos, que son numerosos, llegue
el día en que Sara Baras se sienta con suficiente confianza
para profundizar en el arte desde otra perspectiva, menos
comercial, más seria quizás. El día en
que lo haga seremos los aficionados que estamos en primera
fila lanzando los besos, no cabe la menor duda.
