Resumen: XLIII Gazpacho Andaluz 2009. Canela de San Roque, Fernando de la Morena, Calixto Sánchez, Pepe Torres
XLIII Gazpacho Andaluz |
||
Cante: Canela de San Roque, Fernando de la Morena, Calixto Sánchez. Guitarra: Antonio Carrión, Domingo Rubichi, Manolo Franco. Guitarra Solista: Paco Delgado “El Leri”. Cuadro de fiesta: Paco de Amparo, Luis Torres, Rosario Amador, “La Chiquetita”, Luis Amaya. Cuadro flamenco de Pepe Torres: cante Enrique “El Extremeño”, Moi de Morón, “El Galli”, Miguel Lavis. Guitarra: Rafael Rodríguez. GAZPACHO CON RECETA TRADICIONAL No es el festival de cante más antiguo, pero sí, uno de los primeros, inaugurado en 1963 cuando el concepto de este tipo de evento sólo estaba empezando a tomar forma gracias en gran parte a la labor de Antonio Mairena. Y precisamente al maestro Antonio, cuyo centenario se está celebrando este año, fue dedicado el cuadragésimo tercero Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera. En este año de crisis económica, hasta los festivales más veteranos han tenido que adaptarse a una perspectiva más discreta, y la ausencia de figuras de primer nivel está ofreciendo al aficionado la oportunidad de conocer a una mayor variedad de artistas. Hace siete años este venerable festival recibió a una compañía de baile flamenco teatral de gran formato, para algunos un desacierto costoso que gustó al gran público pero dejó perplejo al aficionado de a pie. La edición del 2009 se ajustó a un programa clásico, basado en tres cantaores y dos cuadros de corte tradicional. El guitarrista Paco Delgado “El Leri” de este pueblo tocaor, abrió en solitario con sus composiciones por granaína, soleá, siguiriya y bulería, luciendo un sonido Morón, y compitiendo con la ruidosa muchedumbre de los pubs que rodean la plaza de toros donde se celebra el festival. A continuación, Alejandro Segovia, “Canela de San Roque”. Mairenero en el mejor sentido, soberbio y conocedor por soleá, denso y sustancioso por siguiriya, un decir agresivo, dinámico y muy flamenco. Este cantaor se busca, se encuentra y se entrega con máxima decisión y empaque, y el claro deseo de poner todas sus cartas en la mesa. Después de siguiriyas, unos fandangos del Chato Méndez, y Antonio Carrión que lo acompaña esta noche está en excelente forma. Canela cierra su actuación por bulerías con romance a lo Mairena. Otro veterano de sólida reputación es el jerezano Fernando de la Morena que goza de la admiración de los aficionados de Morón. Como de costumbre, empieza por trilla, con el trasfondo de sus propias vivencias dando el toque de credibilidad. Por soleá, Fernando canta con más penita que otras veces, con un sonido natural, sincero, matizado y lastimoso. Con Domingo Rubichi a la guitarra, y a pesar de graves problemas con la megafonía, los fandangos personales del cantaor son muy bien recibidos, igual que la siguiriya. Por fiesta, empieza a palo seco, y con la parejita de palmeros de la Tota tenemos todo el son necesario para ubicarnos en la época buena de la Calle Nueva y Cantarería cuando el barrio vibraba con cante. A través de su voz, Fernando de la Morena pinta la imagen de un tiempo pasado y un ambiente que ya no existe. Un cuadro local con la destacada intervención del guitarrista Paco de Amparo de Son de la Frontera, ofreció cante festero para cerrar la primera parte. La segunda parte abrió con Calixto Sánchez que no podía faltar en un homenaje a su paisano y maestro Antonio Mairena. Con el gran Manolo Franco a la guitarra, cantó tientos tangos con estilos clásicos, y versos de la poesía culta. El decir llano y suave de este cantaor no gusta en todas las comarcas cantaoras, pero la afición de Morón abarca un amplio espectro, sin complejitos. Siguiriyas inteligentes, alegrías sabrosas y bulerías romanceadas con sabor antiguo dejaron al público entusiasmado. Para el broche de oro de la noche, un héroe local cuya reputación ha cruzado fronteras. Además de guitarristas, Morón da bailaores, y Pepe Torres, de la familia de Joselero, de Andorrano y de Diego del Gastor, es figura consagrada dentro del panorama del baile tradicional. En sus actuaciones con Son de la Frontera, es estupendo, pero con grupo propio y por cuenta propia, es sublime. El equipo cantaor inmejorable fue compuesto por Enrique el Extremeño, Moi de Morón, David el Galli y Miguel Lavis, éste último, un joven jerezano que merece mayor atención. Y por si fuera poco, Rafael Rodríguez a la guitarra. El baile de Pepe Torres es el baile vivencial de patio de vecinos, de bodas y “bostizos”; pulido, actualizado, afarrucado en su justa medida y entregado en bandeja. El arte de la elegancia natural, con un planteamiento en el que la fuerza la da el compás. Turnándose por bulerías, el grupo abandona el escenario y se despide el Gazpacho Andaluz del 2009 a las cuatro pasadas de la madrugada.
|