Resumen: XLII Fiesta de la Bulería: Familia Parrilla, Jesús Méndez, Manuel Moneo, Farruco y su grupo, Diego Carrasco
XLII Fiesta de la Bulería |
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Familia Parrilla, Jesús Méndez, Manuel Moneo, Farruco y su grupo, Diego Carrasco Durante semanas se comentaba el cartel que por primera vez en muchos años, no incluiría a ninguno de los nombres jerezanos más mediáticos: el Capullo y el Torta. En su lugar, la atracción a nivel popular sería Diego Carrasco, con las colaboraciones de David de María y Junior, otro detalle que erizó la sensibilidad de cierto sector conservador. Que no habría ambiente, que no iría nadie, que Jerez debería cuidar la imagen del venerable festival… Por un lado, sí, no había ni la mitad del público que normalmente acude cada año a la Plaza de Toros; la crisis sigue dejando huella profunda en todas las actividades artísticas. Pero hablando de 3000 personas en lugar de 7000, tampoco es cuestión de “poco ambiente”. De hecho, el único elemento que ha faltado, ha sido el aire de botellón, y las pandillas de jóvenes con más ganas de bulla que de bulerías que suelen atraer las mencionadas figuras. Este año la Fiesta de Bulería ha vuelto a pertenecer a la afición. Con la emblemática falseta por siguiriyas que relacionamos no sólo con Jerez, sino con Manuel Fernández 'Parrilla de Jerez', a cuya memoria fue dedicada esta cuadragésimo segunda edición de la Fiesta de la Bulería, se dio por empezado el mega evento. Al minuto y pico, ya sonaron las palmas por fiesta con el inconfundible deje jerezano. Durante una hora la familia Parrilla, bajo la dirección de Juan, hermano de Manuel, y con la destacada colaboración de Bernardo y Juan, al violín y a la flauta respectivamente, se encargaron de despachar una fiesta variada en la que la presencia musical y espiritual de Manuel estuvo presente en todo momento. Al terminar, Juan Parrilla miró brevemente hacia el cielo, y fue imposible no leer en su mente el homenaje más elocuente: “ahí queda eso, Manuel”. La dignidad y peso específico que el cante se merece A continuación, la gran esperanza jerezana, el joven que está predestinado a defender el honor flamenco de Jerez. Jesús Méndez empezó a hacerse notar hace unos años, y el maestro Gerardo Núñez tuvo el acierto de incluirlo en su grupo. Desde entonces, el cantaor no hace más que crecer y madurar, y anoche se mostró seguro, entregado y dinámico. Este público aficionado supo apreciar las cantiñas, bulerías, malagueñas y siguiriyas de Méndez, que fue acompañado por Manuel Valencia y Miguel Salado a la guitarra. En esta noche plazuelera, la figura cantaora de mayor peso fue Manuel Moneo, con un cuadro familiar de hijos y nietos: Barullo, Barullito, Macarena y Rocío. Manuel sufre la peculiar situación de ser más apreciado fuera de Jerez que dentro. Es un cantaor sobrio y absolutamente clásico que nunca se ha entregado al tremendismo que tanto gusta a la afición jerezana. Rechazando toda clase de efectismo, despacha los cantes con autoridad y respeto. Es una ruta comprometida que este viejo león maneja hábilmente con toda la dignidad y peso específico que el cante se merece. Solea, fandangos, tonás, y bulerías, cante denso e intemporal con buena voz, conocimientos y compás; todo lo demás sobra. Todos rezando al mismo dios flamenco en un perfecto y hermoso equilibrio Y hablando de tremendismo, la atracción bailaora este año ha sido el popularísimo Farruco, o “Farru” como le dicen, hermano menor de Farruquito. Bailaor extraordinario, igual que su abuelo, hermano y demás familiares. Entonces ¿por qué no me acaba de convencer? Tan idéntico al hermano, pero le falta el oscuro misterio de éste, o de su madre Farruca. No domina los silencios, sonríe demasiado e insiste en una espectacularidad que roza lo circense. El atrás excelente estaba compuesto por Antonio Rey y Jesule a la guitarra, Juan José Amador, el Granaíno y Antonio Zúñiga al cante, el Popo al bajo eléctrico, la percusión de Isidro Sanlúcar y Bernardo y Juan Parrilla al violín y flauta. El carismático Diego Carrasco llegó para poner las cosas en su sitio, atar cabos sueltos y unir generaciones y perspectivas en un dilatado fin de fiesta, con las colaboraciones destacadas de Remedios Amaya, David de María, Junior y el pintoresco Diego Pantoja. Carrasco, siempre tan consciente de su herencia artística, es probablemente la única persona capaz de colocar a artistas tan dispares en un mismo escenario y hacerlo funcionar. Jóvenes roqueros, la reina del cante canastero y un viejo bohemio, todos rezando al mismo dios flamenco en un perfecto y hermoso equilibrio, es la imagen que me queda de esta Fiesta de la Bulería 2009. Más información: |