Texto: Estela Zatania
Resumen: XIX Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. José Mercé, El Pele, Dorantes.
XIX CONCURSO NACIONAL |
Casi sabemos de memoria la lista de ganadores legendarios… Fosforito, Paco de Lucía, Curro de Utrera, Fernanda y Bernarda de Utrera, José Menese, Paco Laberinto, Matilde Coral, Merche Esmeralda, Paquera, Serranito, Juan Peña “Lebrijano”, Manolo Sanlúcar, Juan Habichuela, Mario Maya, Paco Cepero, El Pele, José Mercé, José Antonio Rodríguez, Vicente Amigo, Javier Latorre, Antonio el Pipa… Es sólo una lista parcial de intérpretes que en su día fueron ganadores en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, junto con muchos otros injusta o justamente olividados. Valientemente, y en medio de una brutal crisis económica, el venerable evento está celebrando la última etapa de su décimo novena edición. Desde 1956, con la intención casi ingenua de preservar, conservar y realzar el cante tradicional, y emulando el anterior concurso del ’22 en Granada, docenas de artistas han venido a Córdoba para demostrar su proeza y poder llevarse honores y premios en metálico. Muchos se preguntan actualmente si los concursos de flamenco mantienen su utilidad y relevancia en un mundo contemporáneo donde cualquiera tiene acceso a la música grabada, tanto comercial como de aficionado, y un joven aspirante ya no depende de estos certámenes para darse a conocer. Pero no sólo se trata de ganadores y finalistas. Casi a diario tengo ocasión de observar como buenos aficionados se preparan para concursos de todo tipo, cultivando cantes que de otra manera quedarían en el olvido, y esto nos enriquece a todos. En la última edición, que fue en el 2007 siendo un concurso de periodicidad trienal, se repartieron quince premios, 8 en cante, 6 en baile y uno en guitarra, quedando dos desiertos. El contraste con el 2010 habla por sí mismo: un premio absoluto en guitarra, que ha sido para Antonio Rey, un premio absoluto en cante, para Antonio Mejías y un premio desierto, que fue el de baile. Tiempos difíciles, pero Córdoba no se rinde. Los dos ganadores se han llevado doce mil euros cada uno para alegrarles las navidades, pero los finalistas no han ido a casa con las manos vacías. Cada uno se lleva dos mil euros, y buenos son. En baile, los cuatro candidatos fueron Inmaculada Aranda Espejo, de Córdoba, Lakshmi Pekarek Basile “La Chimi”, de Estados Unidos, David Romero Cardoso, de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y Adrián Sánchez González, de Granada. En guitarra, compitieron en esta última ronda Salvador Gutiérrez Aguilar, de Écija (Sevilla), Severiano Jiménez Flores “Niño Seve”, de Córdoba y Raúl Mannola, de Finlandia. Los finalistas en cante fueron Aroa Cala Luque, del Puerto de Santa María (Cádiz), Sebastián Cruz Márquez, de Beas (Huelva) y Pedro Garrido Fernández “Niño de la Fragua”, de Jerez de la Frontera (Cádiz). En días anteriores, se habían ofrecido dos destacados espectáculos, de Javier Latorre y Manolo Sanlúcar respectivamente. Diversas actividades paralelas redondean la oferta cultural. Cinco “Diálogos Flamencos” fueron celebrados a lo largo del mes con temáticas como “Jóvenes y Peñas Flamencas” o “El Flamenco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” entre otras, con personajes como Antonio Murciano, José Antonio Rodríguez, Javier Latorre, Arcángel o Fosforito entre los ponentes. Una exposición de pintura en la hermosa Posada del Potro, Centro Flamenco Fosforito, y otra de fotografía en la Sala Orive fueron el apoyo gráfico, y otras actividades son las presentaciones de un CD Póstumo de Fernando Terremoto, el Catálogo Oficial del Concurso con los ganadores de la anterior edición y el libro “Carmen Amaya. La biografía”. EL PELE, JOSÉ MERCÉ, Artista invitado: Dorantes El Pele. Piano: Dorantes, Guitarra: Antonio Patrocinio, Niño Seve. Percusión: Paquito González. José Mercé. Guitarra: Moraíto Chico. Fotos: EFE Dos figuras de una misma generación, ganadores en su día del Concurso de Córdoba, compartieron la gala de la noche de miércoles, tras el anuncio de los ganadores. El Pele. Figura de culto, adorado por sus incondicionales, imprevisible e inspirado. Después de un tema al piano por Dorantes, el eco inconfundible del cantaor cordobés invade el espacio del Gran Teatro, y el público enloquece. Soleá al maleable compás de bulería por soleá que admite todo y más, desde soleá apolá hasta retalitos de estilos clásicos o de cosecha propia, a través de la intensa y controlada locura de la inspiración. Siguiriyas. Excelente calidad de sonido, y excelente la guitarra de Antonio Patrocinio para abrigar a uno de los pocos cantaores que encuentra a voluntad el camino de lo jondo, que se desnuda con un impresionante despliegue de estilos clásicos, actualizados y personalizados, y una personalidad tan fuerte que ni cuando caracolea queda a la sombra. Pele pide un aplauso para el flamenco, Patrimonio de la Humanidad, y se mete por alegrías cantiñas, un cante liviano en otras bocas que el Pele viste de misterio e inquietante belleza. Dedica “Alfonsina y el mar” a “mi gran compañero del alma, Vicente Amigo”, con el piano de Dorantes. Bulerías para terminar, descanso, y llega Jerez en la persona de José Mercé y Moraíto a la guitarra. El repertorio clásico tradicional y el formato de Mercé no varían. Malagueña, soleá, siguiriyas, alegrías, bulerías y “Aire”. De hecho, la sorpresa más grande es que cantando lo mismo, logra mantener la chispa, la alta calidad de su cante y sus admirables facultades. Destacable como siempre, la siguiriya que dota de una hiriente intensidad, y las bulerías con reflejos de Paquera o Luis de la Pica, y un guiño localista con “Córdoba es un laberinto para los ojos de un pintor”. Un gran profesional en todos los sentidos, Mercé terminó de armar el taco con su pataíta y pases de torero.
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