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EL seguimiento diario de la Bienal de Flamenco es patrocinado por: |
Texto : Estela Zatania
Fotos: Manny Rocca
El Escultor: Antonio ‘El Pipa’. La Pasión:
Lola Greco. La Ley: Ma. José Franco. La Tradición:
Juana la de ‘El Pipa’, Enrique ‘El Extremeño’.
Los trabajadores: Manuel Tañé, Pascual de Lorca, Juan
Moneo. Músicos: Alexis Lefèvre-violín, Nacho
Gil-saxo y clarinete turco, Luis de Periquín-percusión
y table hindú, Felipa del Moreno-cante, Joaquín Flores-palmas.
“Pasión y ley” se titula la obra de
Antonio ‘El Pipa’ estrenada en el último Festival
de Jerez el pasado febrero y presentada la noche de lunes, 4 de
octubre dentro de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Desde entonces
la presentación ha adquirido elementos teatrales que no aportan
nada al efecto global, o lo que es peor, son confusos y hasta risibles
a veces, como es el caso de la estatua con tres piernas, o las pocas
líneas habladas de Juana la del Pipa cuando pasa un casco
de soldador a Antonio advirtiéndole: “venga, es hora
de trabajar”.
Esta gente quiere con toda su fuerza que la presentación
parezca una “obra”, pero sólo vemos bailes sueltos
que no guardan relación con el libreto…ni Antonio mismo
se lo cree y sale de su personaje para saludar al público
después de un baile por soleá. Pero mira, son jerezanos
y nos llegan con su son y con una verdadera kamasutra de las mil
maneras de hacer bulerías: a palo seco, con o sin cante,
romanceadas, aceleradas o ralentizadas, a música de guitarra
u orquestada…
El
pretexto perfecto para que unos artistas de primera exhiban su producto
flamenco de siempre
Enrique el Extremeño no tiene desperdicio con su extravagante
butaca roja de alas y su cante extremeño teñido del
eco utrerano, tierra donde ha vivido gran parte de su vida adulta.
Su cante abandolao ofrece otro pretexto para bailar por bulerías
y luego su simpático dúo con Juana, cantando y bromeando
por fiesta, aporta momentos deliciosos que podían haberse
desarrollado de alguna manera. Hoy en día los cantaores y
guitarristas tienen que interpretar papeles teatrales y podemos
empezar a hablar de los de mayor o menor capacidad interpretativa…el
Extremeño es de lo mejores.
María José Franco ofrece su baile de calidad inspirado
en el estilo más tradicional, pero el mismo vestido de colorines
que lució en Jerez ofende la vista a lo largo de la obra.
Lola Greco es punto y aparte, espíritu libre de largas extremidades
que emplea para crear fascinantes efectos visuales complementados
por su ojos grandes y mirada expresiva.
Otras obras pecan de poco flamenco y mucho teatro. “Pasión
y ley” queda muy lejos de ser la obra coherente a la que aspira,
pero sirve de pretexto para que unos artistas de primera exhiban
su producto flamenco de siempre, dentro de un marco teatral que
algunos públicos consideran necesario hoy en día.
DVD 'PASION Y LEY' |