XIII Bienal de Flamenco de Sevilla. 'El Mago' Diego Carrasco

 
“El Mago”
Diego Carrasco

Viernes, 24 de septiembre, 2004. 2100h.
Teatro Central, Sevilla

 

 

EL seguimiento diario
de la Bienal de Flamenco es patrocinado por:

Diego Carrasco: cante. Diego del Morao: guitarra. Ignacio Cintado:
bajo. Luis Carrasco: percusión. Juan Grande: batería.
Ané Carrasco: percusión. Ana María González,
Rosario Loreto, Maloko, Manuel Angulo, Enrique García, Luis
Manteca: coros y palmas. Dirección escénica: Belén
Candil.

¡Magia potagia!

La voz de Diego Carrasco lo manda:¡Ea! Y se sube
el telón. El escenario lleno de instrumentos y en el centro,
atrás, una funda de una guitarra, de donde sale un fogonazo
y después Diego con una chistera, como por arte de magia.
Con el soniquete que le caracteriza rinde homenaje a Camarón
de la Isla en “José Monje Cruz”, tema que también
se incluye en su último trabajo discográfico “Mi
ADN Flamenco”, del que interpreta después algunos más.
La música está demasiado alta y el jaleo hace que
no se escuchen bien las letras que, en la garganta de Diego, que
en un momento de la actuación reclamó la presencia
de un mago verdadero para que se la cambiara por la del Tío
Chano, ya son difíciles de reconocer. Pero da igual: aunque
cantara en chino. A este mago del compás no le hace falta
el gañote para armar la revolución que en el Teatro
Central se vivió anoche. ¡Vamos a divertirnos! Pregonaba
el jerezano. “Magia Potagia Contagia” escribe Ortiz
Nuevo en el programa de mano donde se aclara que “El orden
estará sujeto a la inspiración del artista”.

Pide “Libertad” y después ¿quién
sabe lo que va a pasar aquí? “Para qué quiero
ser rey si no tengo un castillo, para qué quiero ser príncipe
si no tengo una Leticia”, “por poco dinero yo puedo
reír; ja ja ja, je je, ji ji” Por unos cuantos euros
el público pudo asistir al estreno de “El Mago”
y quedarse alucinados con los movimientos graciosos, las pataítas
y esa forma de decir de Diego Carrasco, que le iba poniendo su chistera
en un gesto de agradecimiento y cariño a algunos de los componentes
del grupo. Se montó una juerga en las tablas y en el telón
de fondo se proyectaban sugerentes vídeos llenos de colorido.
Mienta a los críticos de Sevilla: su “amigo Bohórquez,
el del ABC (Alberto García Reyes) y Manuel Martín
Martín de El Mundo: anda que no tiene “m” ni
ná”, supongo que dando un toque de atención
a que le daba igual la crítica y que en esta noche sólo
quería que nos divirtiéramos. Lo consiguió:
el Mago creó ilusiones y derrochó ritmo, arte y compás
como nunca.

“DO,
RE, MI” La proyección muestra un pentagrama donde dibujan
con rotuladores un mundo, barcos, casas… y con algunos globitos
o plásticos de colores simulan los planetas, creando un universo
donde impera la magia y el son del artista. “Vida y Gloria”
está ilustrada con pinturas de tonos vivos trazados con una
jeringuilla. “Ni Juan Tamaríz” dice Diego. Tras
“Yo te quería María” se pregunta dónde
está el compás y de qué color es: ¿Puede
ser moraíto? Seguro que sí: el solo de guitarra. Y
después todos “enchisterados” y pegándose
bailoteos, por sevillanas, peculiares sevillanas: “La Truji”.

¡Qué escándalo! El respetable alborotado y
participando, marcando el compás, aplaudiendo, riéndose,
contestando a sus gracias y disfrutando dentro de una Bienal que
poco realmente bueno ha podido ofrecer, a pesar de sus innegables
intentos de mantener contentos a muchos, porque no creo que se ensaye
para hacerlo mal. Hoy han dado en el clavo y la actuación
de Diego ha servido para relajarse, divertirse y contagiarse del
sentido que lleva dentro de su cuerpo. Y que “por poco dinero
me puedo reír, ja ja, je je je, ji ji” Y todos con
él coreándolo. ¡Viva tú Diego! . Toma
“Química”, donde presenta a sus acompañantes
de bailes, palmas y guitarras y luego se atreven con la versionada
“Hello Dolly”, con la que se despiden bajando por la
funda de la guitarra a los ojos del que no sabe dónde está
el truco.. Diego dijo adiós y hasta que no pudo aguantar
más permaneció quieto, pero pronto sale de nuevo con
los músicos “enchisterados” que a modo de fin
de fiestas organizaron algunas vueltecitas por bulerías.
Magia. ¡Magia Potagia!

Texto : Kiko
Valle

“Mujeres”
Mariana Cornejo, Elu de Jerez, Ana Real, Rocío Díaz,

Lolita Valderrama, Mª del Mar Moreno

Viernes, 24 de Septiembre, 2004. 2400h. Hotel Triana, Sevilla.

Cante: Ana Real, Rocío Díaz, Lola Valderrama,
Mariana Cornejo, Elu de Jerez. Guitarra: Manuel Herrera, Antonio
Gómez, Fernando Moreno. Baile: María del Mar Moreno
con guitarras Santiago Moneo y Domino Rubichi y al cante, Antonio
Malena, Luis Moneo y Luis Pacote.

La noche de viernes, 24 de septiembre, mientras que el
popular, polifacético y estrambótico Diego Carrasco
estaba terminando de ofrecer malabarismos musicales y buen humor
en el Teatro Central, el escenario del Hotel Triana se estaba preparando
para recibir a seis damas que representan, cada una a su manera,
el flamenco más clásico. Algunas feministas protestarían
la necesidad de apartar una noche para las mujeres en el flamenco,
pero aquellos sonidos de la guitarra al cinco, seis o incluso siete
“por medio” tienen un aire especial, qué duda
cabe.

Ana Real con Manuel Herrera a la guitarra abrió con malagueña
y abandolao, soleá y tangos, principalmente los de Triana.
Otra joven promesa, Rocío Diaz, ofreció un surtido
de cantiñas con romeras, alegrías de Pinini y mirabrá
seguido de soleá. Terminó con la petenera “dedicada
a Pastora Pavón y a todas las mujeres que cantan aunque no
hayan tenido oportunidad de subirse a un escenario”. Hubo
bis de fandangos.

La Elu de Jerez es otra joven pero más experimentada que
las dos primeras. Con un peinado a la Paquera, y acompañada
por Fernando Moreno, lanzó sus poderosas siguiriyas hacía
el público, cantó por fandangos con el del Gloria
y terminó por bulerías con pataíta. Cambio
absoluto con la veterana Lola Valderrrama que interpretó
jaberas, rondeñas, liviana serrana, taranta y fandangos.

Cae el relente, la gente tiene frío, pero llega Mariana
Cornejo para calentar la atmósfera con alegrías, soleá
y bulerías, y la noche queda más que redonda con el
cuadro de la bailaora jerezana María del Mar Moreno por soleá
y bulerías.

Texto: Estela
Zatania

 

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