|
EL seguimiento diario de la Bienal de Flamenco es patrocinado por: |
Texto : Estela Zatania
Cante: Arcángel, Macanita. Baile: Israel Galván,
Rocío Molina, Parrilla de Jerez. Guitarra: Alfredo Lagos,
Jerónimo, Leo de Aurora, Miguel Ochando, Miguel Ángel
Cortés, Paco Cruz, Parrilla de Jerez. Piano: Chano Domínguez.
Percusión: El Chino, Juan Ruiz. Palmas: Chícharo,
Gregorio.
Desde el 2 de septiembre cuando se inició la Bienal
de Flamenco de Sevilla, sin duda alguna el festival flamenco más
largo y amplio del género, “el más importante
acontecimiento del flamenco del mundo” nos dice la propaganda,
han sido 49 días y unos 150 espectáculos. La noche
de domingo, 10 de octubre el ciclo llegó a su fin con el
concierto de clausura.
Mister Bienal, José Luis Ortiz
Nuevo…presentador, narrador y poeta para todo
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, llegó minutos antes
del comienzo del programa que logró llenar el sevillano Teatro
de la Maestranza para el concierto titulado “Lo que el tiempo
da, lo que el tiempo quita, lo que el tiempo pone”, un homenaje
a los artistas desaparecidos a lo largo de este año que ha
sido especialmente trágico, para recordar el centenario del
nacimiento del gran guitarrista Niño Ricardo (1904-1972)
y para mandar un mensaje de continuidad a través de la nueva
generación.
La cuarta producción concebida y dirigida por mister Bienal,
José Luis Ortiz Nuevo que intervino como presentador, narrador
y poeta para todo, ha sido la más lograda, combinando nostalgia,
coherencia teatral y buena música con la necesidad de poner
un colofón al maratoniano festival.
En la pequeña pre presentación leída en nombre
de la organización se destacó que “ya estamos
planeando la Bienal número catorce”, y luego la curiosa
afirmación “damos las gracias a los que han sacado
el flamenco de los cuartitos y los reservados de los señoritos
para convertirlo en industria”. Se entiende el espíritu
en que se expresa este sentimiento que sin querer, encierra una
verdad negativa de esta Bienal: mucho gasto para demasiado poca
calidad. El flamenco como industria es buen negocio y mala cultura.
Los sonidos sobrepuestos de tic-toc, latidos de corazón,
de la marea y de campanadas que abren el concierto crean un ambiente
que refleja el título del concierto: el tiempo es el protagonista,
y muy largos se han hecho los minutos que duró el sólo
de percusión que abrió. A continuación la joven
Rocío Molina bailó un polo condensado con el cante
de Arcángel al que vimos la noche anterior con Manuela Carrasco.
A pesar de su juventud la bailaora tiene un sello propio inconfundible
basado en la destilación de los movimientos más trillados
para convertirlos en frescos.
Macanita suena excepcionalmente bien esta noche para el homenaje
a la Paquera cuyo rostro es proyectado mientras canta una zambra
popularizada por ésta. Por soleá en cambio recuerda
más a Fernanda de Utrera. Uno de los momentos más
memorables de toda la Bienal fue proporcionado por el guitarrista
Manuel Parrilla, compañero artístico de la Paquera
durante décadas, que dejó la guitarra a un lado para
bailar varios minutos a la voz grabada de la jerezana recientemente
desaparecida: momento histórico que no dejó a nadie
indiferente.
El joven guitarrista Jerónimo tocó por soleá
con el título “De Montoya, Sabas a Paco” y luego
con su hermano la pieza “Rey Chango” que pegaba bastante
menos. La primera parte terminó con la proyección
de un espléndido documental acerca de Antonio Gades.
Después del descanso se ofreció un hermoso homenaje
al guitarrista Manuel Serrapí Sánchez “Niño
Ricardo”. Jerónimo, guitarrista Miguel Ochando y Chano
Domínguez al piano tocaron piezas recordando a Ricardo para
una generación que apenas conoce la extraordinaria obra del
artista.
Parrilla de Jerez aportó un momento
histórico que no dejó indiferente a nadie
Otra vez la juventud. Arcángel aplicó su decir edulcorado
a unas alegrías y alegrías de Córdoba con el
acompañamiento del granadino Miguel Ángel Cortés.
El bailaor Israel Galván interpretó descalzo una versión
abreviada de “Bailador” de su obra “Arena”
recién estrenada en la Bienal, con el acompañamiento
de Alfredo Lagos.
Ortiz Nuevo lee palabras de Antonio Burgos citando a Juan Valderrama
para prologar el homenaje al artista fallecido hace pocos meses,
y Chano Domínguez toca la canción que llegó
a ser sinónimo de cantaor cantante: El Emigrante.
Nuevamente el onubense Arcángel con fandangos de Alosno
tocados “por medio” para dar todo el sabor clásico
de estos estilos, y luego por bulerías y la curiosidad de
serranas por rumba.
Ortiz Nuevo aparece en la parte de atrás del teatro y un
foco le sigue hasta el escenario mientras vemos los rostros de los
artistas que dejaron de existir este año que todavía
no ha terminado, incluyendo a Ana Parrilla, hermana del tocaor,
Santiago Donday, El Arenero, Pepín Cabrales, Isidro Vargas,
Orillo del Puerto…
El fin de fiesta con todos los artistas refresca y alegra el ambiente
y cada uno ofrece su pincelada terminando con un niño chico
que baila por bulerías simbolizando la continuidad del flamenco
en la nueva generación.