Resumen: Vicente Amigo presenta Paseo de Gracia en el Festival Suma Flamenco
VICENTE AMIGO |
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Especial SUMA FLAMENCA, toda la información “¡¡VIVA TU MARE, VICENTE!!” De la irregular programación de la “Suma Flamenca 2009”, la noche del lunes 18 de mayo se había hecho un hueco entre los días señalaítos. Vicente Amigo presentando en sociedad su nuevo “Paseo de Gracia”. No es que el guitarrista venga poco por Madrid, antes al contrario, de las figuras de la sonanta, es casi el que más se pasa por la capital. Lo interesante del asunto es que traería repertorio nuevo. Y no es fácil hacerlo teniendo en cuenta que sólo sus dos cantaores habituales y su grupo, se tenían que meter en el pellejo de las innumerables colaboraciones que jalonan su último álbum. Además, días antes, el propio Amigo había advertido de no saber a ciencia cierta si tocaría mucho o poco de lo nuevo en directo. Entre las prisas de la recuperación post-operatoria y el ajetreo de las “promos”, quizá no había habido mucho tiempo para compactarlo todo. Y de hecho el concierto empezó igual que todos los de los últimos años, con su espectacular taranta “Callejón de la Luna” reconvertida a su soléa “Mezquita”, seguidas por los fandangos “Mensaje”. Los malpensados devotos vicenteros ya estaban pensando que más de lo mismo. Pero no. La luz al final del túnel se empezó a intuir cuando Alexis Lefèvre se añadió al grupo. El violinista francés, fichaje postrero de gran calado en “Paseo de Gracia”, dio color a los “Tangos del Arco Bajo”. Tema del anterior trabajo de Vicente. A partir de ahí, Amigo empezó a presentar siete del total de nueve temas de la última cosecha. “Autorretrato”. Alegrías libres donde Rafa de Utrera se contagió por el pesimismo que canta Morente en el original. Estuvo a la altura el sevillano, como también Miguel Ortega en los minutos siguientes. Segundo cantaor que se batió el cobre para que al final se hablase de los dos por igual. Voces jóvenes, complementarias, de gran conexión y cargadas de flamencura. “Azules y Corinto”. Los dos colores del terno de luces para 2009. Tema dedicado a Manzanares hijo que empezó en zapateado para meterse por bulerías y así comenzar a calentar de verdad una noche que acabaría en locura. De gran importancia toda la velada fueron los dos percusionistas. Paquito González y Patricio Cámara saben que Vicente Amigo da mucha cancha a sus labores y casi no se les veía entre tanto bombo, pandero, platillo y cajón. Este último disco parece hecho a medida para ellos. “Bolero del Amigo”, “Pan Caliente”, “Luz de la Sombra”, “Paseo de Gracia” y el bis, “Y será verdad”. Todos temas de gran aceptación popular, de tirón, como todo el disco. Obras que necesitan sobre todo de una monumental guitarra melódica y mucho acompañamiento rítmico. Vicente Amigo técnicamente sigue estando intratable y eso parece fuera de toda discusión. Pero a él la Historia del Flamenco le tiene guardado un hueco por más motivos. Y lo sabe. Por eso, en medio de todo aquella selva de palmas y picados a compás de tangos y rumba, surgió también la taranta. Había venido su madre a escucharle, “después de tantos años sin verla” (en un directo suyo, se entiende) y quiso el de Guadalcanal que “Brigidilla” se volviese para Córdoba con la alegría de ver a su hijo solito sobre las tablas tocando por taranta por derecho. Buscando en “Un Momento en el Sonido” el eco que sólo él tiene, sabiéndose muy superior a la avalancha de críticas que puede que le vengan por lo comercial de “Paseo de Gracia”, y reivindicando su toque solista en el más puro sentido de la palabra. Al final de sus rumbas todos le decían “¡¡viva tu mare!!”. Pero Brígida sabe que los guitarristas de verdad, como su hijo, se hacen solos, en un cuarto, sin tanto palmero ni adulador, al estilo de lo que ella había visto y oído toda la vida. En la línea de lo que, cara a cara, le había dedicado su Vicente minutos antes.
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