Resumen: VERANOS DEL CORRAL2ª semana: Manolo Osuna, Leonor Leal, Miguel Angel Cortés, Patricia Guerrero, Nene de Santa Fé y Alba Heredia
VERANOS DEL CORRAL 2ª semana:
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Texto y fotos: Antonio Conde Nos despertábamos esta semana con la noticia de que a través de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco se está promoviendo que éste sea patrimonio de la humanidad por la Unesco. Dificil tarea si tenemos en cuenta que para eso debe de estar en peligro de extinción, debe ser un bien inmaterial, entre otros requisitos… El director de la agencia hace poco ha estado en Granada reunido con los artistas para asi apoyar la inicativa desde dentro. Aunque pasará lo mismo que la última vez, que nos quedemos a las puertas de conseguirlo, al menos los esfuerzos se hacen aunque vengan de las instituciones. Como poco ya se consiguió que la voz de La Niña de los Peines fuera declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno andaluz. Pues algunos de estos artistas granadinos reunidos han formado parte esta semana del ciclo que se viene celebrando en el corral del carbón granadino. Si la semana de arranque flamenco de los veranos del corral empezó con el listón en la estratosfera, esta semana ha tenido altibajos en cuanto a los artistas que han pisado sus tablas. Algo tendrá que ver el insoportable calor que nos tiene ahogados en Granada; me puedo imaginar los focos, los nervios, el recinto lleno, agentes que habrán mermado de una u otra manera en el resultado. El ciclo semanal se inició con los cursos que se están llevando a cabo en el Carmen de las Cuevas. La semana pasada fue La Moneta la que impartió magistralmente seguiriyas y bulerías. El también granadino Manuel Liñan se ha hecho cargo de enseñar jaleos y soléa.
La presencia de un veterano del cante granadino acompañado a la guitarra por Luis Mariano, activó el calor del corral. Muchos conocidos le apoyaron con su presencia, en sus cantes por martinete, rememorando a Caracol, seguiriyas de los puertos, soleá, basadas en los cantes de frijones y la andonda, y remates por fandangos. Si bien las facultades de Osuna no están al cien por cien, su hilo de voz gastada gusta, y los años de sabiduría que lleva a cuestas son suficientes para darle el valor que merece. Leonor Leal se encargó del baile. Se acompañó de la guitarra de Tino Van der Sman, el cante de Antonio Campos y la percusión de Raúl Botella. Comenzó con la caña, con gracia fina en su estilo. Sólo la inadecuada elección de vestimentas enturbió su arte. Su estética es muy personal. Un baile que mezcla tradición y vanguardia, una conjunción de estilos que salió a relucir en las seguiriyas y en las alegrías. Sus infinitos brazos abarcan el escenario, lo envuelven y aportan originalidad a su baile. Una marcha semanasantera de Tino que acabó con el cante desde el balcón de Antonio Campos en ecos saeteros que dieron luz a la segunda parte de la noche del martes.
Primera noche de guitarra el miércoles. Una de las referencias del toque granadino. Es uno de los hermanos Cortés, Miguel Ángel, el que sin hacer nada lo dijo todo. Su toque olía a moruno en la seguiriya. Interpretó soleá y alegrías para regalarnos una guajira dificil de digerir, no apta para neofitos. Un sin fin de armonias se perdían en el mastil, de jugoso sabor, al igual que los tangos sacados de toda regla ecléctica para desafiar el toque tradicional. Intros de pizzicato en estos para cerrar con bulerías que recordaron el efectismo del que hacia gala Paco de Lucía en sus comienzos. Velocidades imposibles en sus picados. ¿Se puede pedir más? La percusión a cargo de Agustín Diasera enriqueció el toque del granadino.
También de Granada Patricia Guerrero ofreció sus nuevas creaciones. Es joven y necesita reinventarse. Tiene una capacidad de creación excepcional. La última vez que la vi fue en Jerez y la Patricia de ahora poco tiene que ver con aquella. Ahora es más natural, ha dejado de estar sometida a las estructuras miméticas del baile y se libera desde el momento en que arrancan sus contoneos de cintura. Alegrías cortas, con dibujos corporales muy estéticos, jugando con el tiempo y dominándolo a su antojo. La frescura que despacha es propia del conocimiento que va adquiriendo. Los cantes por martinetes de J. Ángel tirado y Miguel Lavi, fueron un cante a dos, enfrentados y medidos. Y volvió fugaz Guerrero por bulerías, casi sin darnos cuenta de que apareció volvió a desaparecer, con retazos de faena torera y chispazos de arte. Pero a la granadina hay que vivirla por soleá. Sus giros se adelantan al tiempo, su baile es envolvente. Tiene muy trillado este cante/baile y presume de ello. Este es su fuerte y lo aprovecha. Se conoce y se exprime cuando sabe que tiene en sus manos la carta ganadora. Las guitarras de Luis Mariano y David Carmona dieron musicalidad al baile de la granadina sin salirse del lugar de acompañamiento que le correspondió. El jueves pudimos escuchar al Nene de Santa Fe. De Nene tiene poco salvo su apelativo. Con la guitarra de Manuel Carmona y las palmas de Rudi y Agustín Cortés recitó romances, con gran gusto y ralentizados, cartagenera de Chacón y rondeña, soleá y seguiriya. Un recital ortodoxo, sobre todo en su segunda mitad donde sobresalió su personalidad cantaora. Última muestra de baile en el corral en su segunda semana. Alba Heredia es todavia una niña. Pero baila como una mujer. O será que hace grande su baile. Solo tiene 14 años y parece que son los que lleva en el baile. Se nota de donde viene, de que familia y de que barrio. Va a dar que hablar. Es un diamante en bruto, que por supuesto hay que pulir, pero el talento que posee la hace valedora de su arte. Sus acompañantes cantaores fueron Juañares, que por bulerías arrancó excelsos aplausos, y Rafi Heredia. Las guitarras de Emilio Maya y Pepe Marote son señal de garantia en el atrás. La percusión de Ely Maya y las palmas de Juan Andrés Maya e Iván Vargas completaron el elenco artistico. Todo queda en casa, en familia. Un taranto moderno descubrió su enérgico baile. Muy acelerada, muy abrupta en sus giros, personales, muy al estilo de los que vive en sus cercanos familiares y artistas, fueron su santo y seña. Al igual que la Moneta, sus miradas traspasan el limite entre el escenario y el público. Fue corto su argumento, que finalizó por alegrías, con pantalón y taleguilla, muy torera ella, buscando al morlaco y capoteándolo a su gusto. Su fuerte son los brazos, que sabe conjugar con el soniquete que le dan sus taconeos, ágiles y potentes.
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