Tomatito, guitarra flamenca en concierto. Jueves Flamenco Fundación El Monte (Sevilla)

 
Tomatito “Aguadulce”
Jueves Flamencos de la
Fundación El Monte


19 de abril, 2007.

Sala Joaquín Turina, Sevilla


Texto: Ruben Gutierrez
Foto: Rafa Manjavacas

SONANTA DE LEYENDA

Guitarra flamenca en concierto: Diego Amador “El Churri”. Segunda guitarra: Cristobal Santiago. Violín: Bernardo Parrilla. Percusión: Lucky Losada. Baile: José Maya.

El ciclo de los Jueves Flamencos va poniendo su punto y final en las distintas categorías de cante, baile y toque. Han sido muchos y buenos los tocaores que han desfilado por la calle Laraña, pero el cierre vendría de la mano del gran maestro de Almería, José Fernández Torres.

El Tomate se ha convertido en una leyenda del tiempo. Debutó al lado de Camarón siendo un adolescente, y tras la desaparición del genio de la Isla, tuvo que resurgir de las cenizas, cual ave fénix, para desarrollar una laureada carrera como guitarrista flamenco en concierto. Se ha hecho un hueco en el panorama musical internacional de la mano de grandes colaboraciones como la de George Benson o Michel Camilo, incluso ha participado en el film Vengo de Tony Gatliff que se encontraba en la sala.

Un Tomate más experimental que otras veces

Presentaba en esta ocasión su último trabajo discográfico, Aguadulce, que lleva varios años en el mercado, pero el mundo es muy ancho y quedan muchas ciudades que visitar. Inicia su espectáculo por alegrías, últimamente lo viene haciendo con frecuencia, donde participa el grupo que deja una pincelada de su arte. Se queda solo en la escena con la minera rematada por bulerías, antes era habitual que principiase con un tema de aire levantino, y en la ejecución el Tomate sabe sacarle todo tipo de sonidos a su bajañí, cual minero extrae su jornal de la entrañas de la tierra.

Cuando suenan los primeros compases del rasgueo sordo, el público empieza a ponerse cómodo en sus butacas, pues sabe que se avecina una buena. Las bulerías del Tomate están consideradas entre las preferidas de muchos aficionados, y hace un repaso a las falsetas que le vienen acompañado a lo largo de su carrera. El respetable, que llenaba el aforo, interrumpió una y otra vez el número con continuos aplausos. Qué técnica, qué volumen, qué velocidad, qué sentimiento, qué remates. Sencillamente qué bien le suena la sonanta.

A partir de aquí nos encontramos a un Tomate más experimental que otras veces. La incorporación de Bernardo Parrilla a la velada, y el Churri a los mandos del bajo, conjugan perfectamente con el almeriense y empiezan a darle rienda suelta a su imaginación, para de esta manera improvisar por tangos. Lo del Churri también es digno de mención. El menor de la saga Amador igual te canta, que toca el bajo o la mandola, tiene un compás exquisito, y si le damos un piano, solo nos falta llorar de la emoción.

Qué técnica, qué volumen, qué velocidad, qué sentimiento, qué remates. Sencillamente qué bien le suena la sonanta.

Nos introducen en una atmósfera muy setentera con reminiscencias de Jaco Pastorius, de los mismísimos Pink Floyd, o del gran George Benson, admirador confeso del Tomate. Ritmo y melodías del bolero dan paso a la buleria Dulce Manantial de su anterior trabajo discográfico, e igualmente el siguiente número, La Vacilona, está tomado del Paseo de los Castaños, unos tangos rumbas inspirados en Astor Piazzola que José compuso a raíz de conocer a otro fenómeno de la guitarra, el argentino Luis Salinas. Los ecos porteños están presentes en el violín del jerezano Bernardo Parrilla que practica un diálogo musical con la bajañí, cual recitador de tango argentino que bajo la farola entona una melodía con su viejo bandoneón.

Cerraría el espectáculo con una soleá que transita hacia la bulería por soleá para rentar por bulerías, con el cante del Churri y el baile de José Maya, el cual todavía no se encuentra muy compenetrado con el grupo, lleva poco tiempo en este formación, y el derroche de baile enérgico propio de la escuela de los farrucos o Canales arranca el aplauso fácil del público pero no nos aporta nada nuevo. Tomatito tuvo que volver a la escena tras la gran ovación recibida, y se despedirá de su querido público sevillano otra vez por rumbas.

Más información:

Ciclo Jueves Flamencos Fundación El Monte

 
 



Salir de la versión móvil