Silvia Cruz Lapeña
Fotos&video: Rafael Manjavacas
El artista jerezano presentó en el Festival Flamenco On Fire de Pamplona temas de «Ciudadano gitano», su primer disco recopilatorio.
Especial IV Festival Flamenco on Fire 2017 – Toda la información
Tomasito «Ciudadano Gitano» – Gaspar Fernández bateria, José Atero guitarra eléctrica, Paco Vidal guitarra flamenca, Chuemo bajo.
“Lo bueno de la fusión es que no falta el pan”, dijo Tomasito nada más arrancar su actuación en el Hotel Tres Reyes de Pamplona ante un público sentado, algo a lo que no está acostumbrado el hombre que siempre calza botitas de tacón verdes. De entrada, no era su público, pero no le importó. “El 22, los dos patitos; el 15, la niña bonita”, dijo el showman del compás con mucho tino y mucha guasa ante una sala que parecía más un bingo que una fiesta jerezana.
Tomasito trajo al Festival Flamenco On Fire Ciudadano gitano (El Volcan Music, 2017), su primer disco recopilatorio que grabó, dice, “porque en Internet no está todo” y “porque en él hay algunas canciones de cuando cantaba bien.” El de Jerez de la Frontera empezó bailando, agitando pestañas, hueso y flequillo y zapateando a ritmo vertiginoso dejando clara su facilidad para engatusar al personal, algo que consigue porque tiene claro cuál es su espacio y su cometido.
Arrancó con “Al abandono”, su rumba de estilo “caño loco” en la que hay ecos de Los Chichos y Las Grecas pasados por su tamiz, consistente en quitarle a cualquier tema todo drama. Cantó “Libre y a mi manera” sin dejar de bailar , hipnotizar y lanzar algún mensaje porque Tomasito es risa, pero no ceguera. En sus chistes hay verdad y tiritos de mentira porque no pretenden hacer sangre, sólo apuntar. Con “Señores ladrones” consiguió que los presentes se unieran por fin a sus cánticos y él mismo se encargó de decir quienes son a su juicio los que más roban: “¡Políticos y banqueros!”, dijo en un alarido rumbero y fue el momento en el que los pamploneses se rindieron a sus pies.
Para rematar la actuación, se puso en la boca a Terremoto y Tío Borrico cantando “oh, mare, yo creí que llovía y agua no cae”, pero llevándola a su terreno y a su tiempo. La gente quería más, y más tuvo: “Camino del hoyo”, tema que parió con Los Delinqüentes, fue el fin de fiesta que Tomasito celebró quitándose la camisa, las botas y el pantalón y mostrando unos calzoncillos de lunares con los que se despidió dejando tras de sí un rastro de buen humor, compás a espuertas y sobre todo alegría, mucha alegría.
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