Segundo Falcón & Paco Jarana «Entre el labio y el beso» Tomás de Perrate «Infundio»

Texto: Estela Zatania
Fotos: La Bienal

17 Bienal de Flamenco
Miércoles, 19 de septiembre, 2012

Especial 17 Bienal de Flamenco de Sevilla – Toda la informacion

Clásicos en busca de un formato

El décimo sexto día de la Bienal de Flamenco de Sevilla, habiendo pasado el ecuador del mega festival, tuvimos la oportunidad de disfrutar de dos cantaores de corte clásico con ideas frescas.

La imagen de un “cantaó” sentado en su silla de enea con el “tocaó” al lado, está tan vista que muchos de la nueva generación la encuentran imposiblemente desfasada. Segundo Falcón y Tomás de Perrate siempre buscan nuevas formas de presentación para mover la mercancía sin caer en lo trillado.

Segundo Falcón, cantaor de Dos Hermanas, especialmente admirado por la afición sevillana, con su guitarrista habitual, Paco Jarana, montaron su espectáculo “Entre el labio y el beso” con la percusión de Antonio Coronel, el baile de Úrsula López y Moisés Navarro, un coro de tres voces (los Mellis y Cristina Sánchez) y la Orquesta Bética de Sevilla, en total, unas treinta personas en el escenario para el discreto recital.

Discreto el resultado, pero ambicioso en su intención de recordar al cantante mexicano de boleros, Agustín Lara fallecido hace cuatro décadas. Nuevamente un complejo libreto, que en esta ocasión alude a tres fechas clave en la vida de Lara, es una sobrecarga para el espectador que acude al teatro para sentir la emoción que le puede producir una voz humana y una música. Entre otras cosas leemos que se ha buscado “establecer una armonía entre dos formas de expresión musical […] de tal manera que cada una mantenga su identidad propia, al tiempo que exista una unión entre ambas”. Queda confirmado que cada género musical mantuvo su identidad, pero la unión entre ambas no se materializó.

Personalmente, siempre disfruto de la hermosa voz de Falcón y la espléndida música de Jarana sin más adorno, pero pasamos la velada pescando con dificultad los momentos flamencos del mar de música sedosa de la orquesta. Por el lado más positivo, fueron destacables el chotis por bulerías, unas alegrías a lo Pastora, jabera (una de las melodías más bellas del flamenco) con el abandolao de Frasquito y malagueña, y la soleá apolá.

El baile interpretativo de Úrsula López, coreografiado por Eva Yerbabuena, con la sombra de López proyectada al telón de fondo, mantuvo el interés, y un paso a dos con Moisés Navarro también proporcionó momentos de belleza.

De las (más o menos) treinta personas en el escenario, sobraron (más o menos) veintiocho; me quedo con los maestros Segundo Falcón y Paco Jarana.

A las once de la noche en el patio del Espacio Santa Clara, le tocó el turno a Utrera en la persona de Tomás de Perrate que vino a presentar su nueva grabación, “Infundio”, con una larga lista de colaboraciones…tantas, que el recital de dos horas se convirtió en un happening como los que estamos acostumbrados a ver en el Hotel Triana.

Además del guitarrista Antonio Moya, principal colaborador y acompañante habitual de Tomás, el cantaor se rodeó de un conjunto compuesto por Nano Montaño Peña a la batería, Emilio Ricart “Chambé” al teclado, Ricardo Moreno Montiel a la guitarra acústica, Rafael Hermoso Trujillo “Poti” a la percusión y la bailaora Carmen Ledesma. También se subió al escenario la cantaora Mari Peña y un joven guitarrista, ambos de Utrera.

Con el hermoso patio al completo, Tomás empezó con el cante más clásico, declarando “vengo a cantar los cantes de Utrera – una forma de ser y de estar”. El cantaor prestó su decir sincero y voz espesa a soleá, el DNI flamenco de Utrera, cantiñas surtidas, tientos (cante engrandecido por Gaspar de Utrera) con el baile de la Ledesma, y los tangos del Piyayo, versión Utrera.

Las bulerías de Utrera con su característico compás, menos urgente, más reposado, dio lugar a una segunda parte con temas acancionados e instrumentados, y todo derivó en un extendido fin de fiesta cruzado con jazz.

 


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