El agridulce placer de la locura

Sara Calero - Petisa Loca

Sara Calero - Petisa Loca

Sara Arguijo

Fotos: Remedios Málvarez

Espectáculo: 'Petisa loca' Baile: Sara Calero Cante: Gema Caballero Guitarra: José Almarcha Música electrónica grabada: The Lab (José Corredera y Miguel Lázaro) Ciclo: Los Jueves Flamencos de Cajasol Lugar: Sala Chicarreros Fecha: Jueves 2 de noviembre de 2017 Aforo: Completo

 

Decía Neruda que hay un cierto placer en la locura que sólo el loco conoce. Pensamos en esto cuando asistimos ayer al estreno andaluz de la obra ‘Petisa Loca’ que la bailarina Sara Calero y la cantaora Gema Caballero pusieron en escena, junto al guitarrista José Almarcha, en el ciclo de los Jueves Flamencos de Cajasol. Primero, porque las artistas recurren al poeta como pieza de este relato, que es un homenaje a la lucha de las mujeres de todas las épocas por encontrar la libertad y un reflejo del sabor agridulce que acarrea cualquier búsqueda. Y luego, porque intuimos a su fin que hay algo en la propuesta que definitivamente se nos escapa.

Si hablamos de calidad artística es evidente que Sara Calero cuenta con recursos más que suficientes para bailar “lo que le echen”, como bromeaba en la rueda de prensa de presentación. Además no lo hace nunca desde la neutralidad sino que pone su increíble dominio corporal, su excelencia técnica y su conciencia artística al servicio de la música en cada paso y esto hace que resulte convincente, interesante, distinta. Brillante, sobre todo, cuando explora los registros cómicos o cuando despliega su formación clásica e indaga en el folclore. Impresionantes giros.

Gema Caballero, por su parte, no sólo se sitúa como una de las voces flamencas con más posibilidades del panorama actual –y así lo demostró también este verano en sus recitales del ciclo Noches del Alcázar- sino que sostiene el espectáculo con las cuerdas de su garganta mostrando su infinito registro y una visión musical que da sentido a la obra. En los 70 minutos que está sobre el escenario, Caballero cuestiona, mueve y remueve la historia con su voz y nos invita por momentos a viajar en el tiempo y en las emociones con estupendas interpretaciones como la ‘Galleguita’, el ‘María Manuela’ de Pepe Pinto o la canción ‘Loca’ con la que da cierre a la obra.

Lo que ocurre,  dejando a un lado las carencias del espacio, es que este ‘Petisa Loca’ adolece de una dirección escénica que ponga nexo al exceso de ideas que se plantean y las arrope desde la iluminación o la escenografía. Las piezas, pese a la solvencia de las artistas, resultan en ocasiones inconexas, faltas de ritmo, y hace que al público le cueste conectar con la profundidad que se vislumbra. Nos quedamos, por tanto, con el sinsabor de querer haber sentido más de lo que sentimos y haber entendido más de lo que vemos. Con las ganas de verlas explotar todo lo que sabemos que llevan dentro. Porque sí, está el concepto, la valentía y la inteligencia pero echamos de menos la cohesión, el estallido, la fricción. Descubrir y alcanzar junto a ellas la catarsis de la liberación.

 


Salir de la versión móvil