La noche del pasado jueves ocho de enero, el cantautor
flamenco Salva del Real presentó nuevamente en Madrid
los contenidos de su último disco “Alí-Katí”
en un local que a pesar de encontrarse en las antípodas
del flamenco, el artista consiguió llenar de esencia
flamenca.
Poco antes de las once de la noche, hora prevista del inicio
del espectáculo, quizás lo menos imaginable
en el lugar de los hechos sería algo relacionado con
el flamenco. Un local realmente espectacular y con buen gusto
situado en la zona de la calle Orense, “Irish Rover”,
que ambienta en varias plantas y una gran superficie con total
perfección y gran lujo de detalles una calle cualquiera
en cualquier ciudad irlandesa. Un público mayoritariamente
anglosajón hacía colas en las barras para pedir
enormes jarras de cerveza, mientras yo me situaba con una
silla en medio de la virtual calle, puesto que justo enfrente
de la supuesta tienda de instrumentos musicales estaban preparados
ya los músicos (Rafa Jiménez a los teclados,
Ernesto a la flauta, y Pepe al cajón) para recibir
al protagonista de la noche, Salva del Real. Aunque parezca
sorprendente, puesto que las circunstancias parecían
no encajar, es bastante normal que el artista de Castellón
actúe en lugares de este tipo; a pesar del desconocimiento
general hacia su arte que presenta el público español,
el concierto servía como despedida temporal en la capital
debido a una inminente extensa gira europea de varios meses
de duración. Es habitual que la presencia de Salva
en cualquier local de ciudades como Ámsterdam genere
expectación y petición de numerosos autógrafos,
ser consciente de dicha circunstancia ya dotaba al concierto
de cierta anormalidad surrealista que le hacen a uno dudar
sobre cuales son los requerimientos necesarios para que el
trabajo de un artista sea valorado en España.
Todo comenzó por tanguillos, cuya letra hablaba de
cómo el camino temporal implica la perdida de gran
parte de las numerosas promesas que en éste se establecen.
De ahí a una guajira que se mezcló con acierto
con unos tangos de aire funky en los que se destacó
un solo de flauta. “Viejo músico” es el
título de la rumba que vendría a continuación,
la historia de aquel hombre que “quien le conocía
se preguntaba por qué no salía en la televisión”,
bastante interesante. Rumba a la que siguió la gran
joya tanto literaria como musicalmente del disco, “No
me provoques” es el título de unas alegrías
que a pesar de salirse musicalmente de bastante tópicos
y con acierto suenan muy flamencas. Seguirían los tangos
“Quien bien te quiere”, la bulería “y
tu querer”, y el tema más conocido de Salva del
Real, “Ali-katí”.Llegado este momento,
se cerró el apartado dedicado al nuevo disco para hacer
los tangos “Noches de media luna” del primer disco
del artista, unos tangos que llevaban una dedicatoria muy
especial para una mujer con la que el castellonense no dejó
de cruzar amorosas miradas en todo el concierto. Para despedirse,
una tanda de bulerías jerezanas y otra de tangos camaroneros,
tras los cuales tras la insistencia del público presente,
se provocó el regreso al escenario para hacer el tema
“Vive la vida” al que la reiteración de
la gente llevó a los tangos “Sabes”.
En definitiva, un concierto bastante interesante en el lugar
quizás más atípico (no para mal, sino
lo contrario) en el que he podido estar en un acto de estas
características. Esperemos que Salva y sus músicos
consigan buenos resultados a lo largo de la aventura europea,
puesto que la ocasión lo merece.
El guitarrista y compositor José Almarcha publica el álbum "Un nuevo paseo" tras lanzar los sencillos "Raíz y Paloma”, una Soleá a Manolo Sanlúcar, “Baladilla de ...
Letras. José Esteban Rodríguez CosanoCante. Juan SotoGuitarras. Antonio Carrión y Luis Calderíto.Edita: Antequera Record S .L Por Antonio Nieto del ...
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario y obtener estadísticas en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo. Más info:Estoy de acuerdoLeer más