La décima edición del Festival Flamenco Caja de
Madrid se inauguraba bajo el título «La voz creadora»
la denominación idónea para la actuación del
protagonista de esta jornada, Enrique Morente. El granadino expresó
su cariño a la capital, donde siempre es tan bien recibido.
Hace dos años se le otorgó a Morente el galardón
flamenco Calle de Alcalá que tradicionalmente se entrega
en este festival a aquellos artistas que hayan realizado su carrera
artística en Madrid y cuya aportación haya sido especialmente
notoria. Al cantaor se le veía contento, estaba muy hablador
y dispuesto a entregarse a tope como comentó al público
que llenaba el teatro Albeniz, al que ofreció un recital
en toda regla.
Empezó con la caña y por alegrías, en todos
sus temas va cantanto Morente esas letras de poetas: Lorca, Alberti…
que en cada actuación da nuevos matices. En todos los temas
estuvo acompañado por dos guitarras las de Manuel Parrilla
y Paquete, mientras el Negri y el Bandolero fueron los encargados
de los coros y de la percusión. Con este sencillo grupo en
el que el cantaor deposita toda su confianza le da ese toque tan
personal a cada uno de sus conciertos. Dota al flamenco de aires
nuevos, pero conservando también su pureza. Cantó
fandangos de Lucena tan típicos en su repertorio y para terminar
la primera parte cantó por soleá y por seguiriyas
transmitiendo al máximo el cante, improvisando y dando rienda
suelta a ese registro de tonalidades con el que juega el cantaor
y que al ser tan suyo le sale tan bonito.
En la segunda parte cantó de pie unas bulerías,
Morente aunque repita palo le da cada vez un nuevo ritmo y hace
una personal creación. Fue al cantar su conocido tema de
Lorca la Leyenda del tiempo cuando se entregó totalmente,
demostrando un gran sentimiento y manejando su voz con la maestría
que posee, con la que crea y se recrea, por lo que resultó
un cante de bella factura y fue uno de los más aplaudidos.
Después también hizo tangos y bulerías que
dedicó a su hija Estella y a su marido Javier Conde presentes
en el patio de butacas. Cuando abandonó el escenario el público
le pidió el bis correspondiente y canto unos fandangos por
derecho en los que volvió a lucirse y los allí presentes
querían más, no dejaban que se fuese el cantaor y
arropado por su grupo cantó una toná dando paso a
un martinete de el Negri dando un estupendo contrapunto a la voz
de Morente. De nuevo triunfo del cantaor granadino en el foro, pues
todo el teatro en pie agradeció esta gran velada de cante
al maestro Morente.
Foto: Rafael Manjavacas *
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* La foto no corresponde con el recital del Festival Caja Madrid
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