El
jueves, día 31 de octubre el ciclo arrancó con
un programa doble de lujo. A las seis y media de la tarde
Antonio Reyes, chiclanero de 25 años, ganador en Córdoba
de los premios Antonio Mairena y Manolo Caracol nada menos,
ofreció un recital con el acompañamiento del
guitarrista Pascual de Lorca. En el cómodo y moderno
auditorio del conservatorio la voz de terciopelo viejo de
este joven valor nos envolvió con alegrías,
soleá, taranta, tientos tangos, siguiriyas, bulerías
y fandangos con un hermoso surtido de estilos. Los jóvenes,
cuando no pecan de un exceso de energía, suelen ser
demasiado tímidos. La juventud de Reyes le conduce
a éste último y su cante es algo reservado y
falto de humor y valentía, incluso en las bulerías.
No obstante es un cantaor de espléndidas dotes de musicalidad,
compás y conocimientos que tiene años por delante
para aprender a arriesgarse y dejar su marca. Un público
de pie que condujo a un bis de tonás dio fe de lo que
promete.
Dos
horas más tarde, a las nueve, el mismo escenario recibió
al jerezano Juan Moneo Lara 'El Torta' [leer
entrevista] con su sobrino Juan Manuel Moneo al toque.
Es un cantaor que tiene fama de imprevisible e inspirado,
y rara vez deja al público indiferente – de hecho está
rodeado de un culto de incondicionales. Con una voz plenamente
ubicada en la época de los festivales cantó por tientos, soleá
y siguiriyas mostrando sus amplios conocimientos instintivos
de los cantes de Jerez, Cádiz y los Puertos a pesar de que
afirme no saber nombrar ninguno de ellos. Si en algo peca
es en la intensidad demasiado equilibrada de su decir, pero
cuando se inspira es oro puro. En unos fandangos de repente
cobró vida, estaba a gusto y creativo. La inspiración le duró
para las bulerías, pero cuando el público le exigió un bis,
se dejó llevar por una canción suya por bulería, algo desfasada
y alargada.
Actuaciones en festival LES
VOIX DU CANTE FLAMENCO 3º Edition 2002