Texto: Gonzalo Montaño Peña
Fotos: Javier Parejo/ Kunkana
Teatro Lope de Vega Sevilla.
Rafael Riqueni |
Ficha Artística: Rafael Riqueni: Guitarra; Mayte Martín: Cante; Yago Santos: Segunda guitarra; Guillermo McGill: Batería; Manuel Calleja: Contrabajo; José Luis López: Chelo; Pablo Maldonado: Teclados. El hijo pródigo de la guitarra sevillana y trianera volvía a casa para actuar tras un largo silencio de tres lustros de duración. La expectación era grande por volver a disfrutar del genio que maravilló y al que todos colocaban en las más altas cotas de la guitarra flamenca. No faltaba familia ni amigos y el mundo del flamenco sevillano llenó el aforo del Lope de Vega para dar calor a Rafael Riqueni en esta cita tan especial. Este concierto formará parte del documental que Francisco Bech está realizando sobre la vida del músico, en un retrato intimo que repasa su historia y las diferentes etapas de su carrera. El recital se dividió en dos partes: la primera mostró la guitarra desnuda del maestro. En solitario, adelantó las composiciones de su próximo trabajo discográfico “Parque de María Luisa”. Doce composiciones de corte clásico y más encuadradas en ese “nacionalismo musical” que bebe de los conceptos de Turina y Albéniz. Doce piezas cortas de aire bucólico y melancólico en las que el guitarrista volvió a pasear por las plazas y estanques del parque de María Luisa rememorando su niñez. En la segunda parte surgió la parte más flamenca de Riqueni, pero también esa parte tremendamente libre que posee y que a fin de cuentas le ha valido ser quien es, un músico de gran personalidad y carisma sonoro. Repasó clásicos propios como los Fandangos que dedica al “Niño Miguel” o “Alcázar de Cristal”, que volvieron a emocionar a Sevilla. Sus falsetas por Soleá acompañando al cante de Mayte Martín, las progresiones armónicas y melódicas de “Mi Tiempo” o “Santa Cruz” y tantos otros conceptos que serán estudiados y analizados por los guitarristas presentes y futuros. El magnífico acompañamiento instrumental que llevaba engrandeció aún más su sonido para cerrar la noche con los tangos del “Titi de Triana” en una emocionante velada que Riqueni debía a Sevilla y que sin duda Sevilla debía a Riqueni.
|