El sello discográfico tablao, fundado por la multinacional
BMG-Ariola, esta destinado exclusivamente a la música
flamenca y tiene el objeto de conciliar a los artistas del
pasado y del futuro de este arte. En el teatro Lope de Vega
de Madrid, se presentaba al gran público, con las jóvenes
tres figuras del flamenco que han grabado sus nuevos trabajos
discográficos: Esperanza Fernández, Niño
Josele y Dieguito «El Cigala», estos dos últimos
con la estrecha colaboración de Javier
Limón. La expectación por ver a estos
tres artistas era grande y en los momentos previos, no faltó
el marketing correspondiente, con numerosos rostros populares,
entrevistados por los medios de comunicación, pero
evidentemente y a pesar de la curiosidad que esto suscita,
al público que llenó el teatro, lo que realmente
le interesaba era lo que iba a desarrollarse en su interior.
El encargado de inaugurar el espectáculo fue El Niño
Josele, este guitarrista que acompaña a Dieguito y
que ha participado en la grabación de su nuevo disco,
también ha sacado su primera obra en solitario al mercado,
«EL Sorbo», donde este almeriense de toque muy flamenco,
pero muy fresco, se ha lanzado a una aventura vanguardista.
Esta vez, solo pudimos degustar un tema, seguramente de los
más tradicionales, unas soleares en las que Montse
Cortés y su hijo fueron los encargados de poner
el cante. Sí Montse volvió a dotarnos de esa
voz flamenquísima, su niño no fue menos y pudimos
contemplar que el chico promete y que puede ser un digno sucesor
de su progenitora, con el añadido de que también
baila y con mucho arte.
En
segundo lugar, Esperanza Fernández inició con
el piano de Dorantes
(todo un lujo), la muestra del que ha sido su debut en el
mercado discográfico. Su primer trabajo lleva su nombre,
por lo que ya no perdemos la esperanza de poderla escuchar
cuando nos apetezca. La sevillana lleva desde hace mucho tiempo
cantando al son de las teclas de un piano y aquí nos
ofreció un par de temas en los que nos volvió
a demostrar su potencia de voz, que llega a tonos muy elevados.
También en una Nana acompañada de unos violines,
la artista demostró nuevamente su gran cantidad de
registros y su capacidad de emocionar con ellos. Pero, sin
duda, el fuerte de Esperanza son los tangos y las bulerías,
especialmente estas últimas en las que se acompaña
por el baile y es donde se muestra más flamenca y fue,
quizás, lo que más aplaudió y animó
a los espectadores.
Dieguito
fue el último en presentar su nuevo disco «Corren
tiempos de Alegría», el cantaor tiene numerosos
y fieles seguidores y fue el que más se harto de cantar.
Desde luego que El Cigala es uno de los representantes del
flamenco del futuro y su voz se adapta a la perfección
a las creaciones tipo balada. También se lució
con sus invitados internacionales de gala, junto al trompetista
de jazz, Jerry González, con el que interpretó
una alegría y con el reconocido pianista Bebo Valdés.
En su compañía, Diego cantó una bonita
guajira y un precioso bolero en el que muchos recordaron en
sus tonos, a su tío Rafael Farina. Una seguiriya fue
el tema más puro que interpretó. Además
cantó tangos y rumbas, más pegadizas y comerciales
con unos destacados coros y bulerías, con la participación
del baile de Sara
Baras.
Es
comprensible, que quizás el hecho de que fueran presentaciones
de discos y que todo estuviera tan meditado, restara un poco
de jondura, a la que, dentro de su modernidad, nos tienen
acostumbrados los dos cantaores en sus actuaciones, pero contemplamos
calidad y cosas muy bonitas. El público agradeció
mucho el esfuerzo de los protagonistas de este concierto,
que acabó con una fiesta por bulerías, como
Dios manda. Con estos tres excelentes interpretes, que contribuyen
a mantener vivo el flamenco, auguramos mucho éxito
a este sello discográfico, para bien de todos los aficionados
al arte que le compete.
