Pepe Habichuela y amigos.

Texto: Pablo San Nicasio
Fotos: Rafael Manjavacas

'Pellizcos flamencos' en Casa Patas

PEPE HABICHUELA
y amigos

«Pellizcos flamencos»
Casa Patas 10-6-2010

¡¡Pepe!!

Dentro del ciclo “Pellizcos Flamencos”, serial de interesantísima programación nocturna, la madrugada del diez al once de junio trajo al maestro “Pepe Habichuela” al asolerado palenque de Casa Patas.

Hablar del Tío Pepe es dar por hechas muchas cosas. La primera, llenar de flamencos de pura cepa el teatro, tablao o escenario que se precie. La segunda, saber que habrá soniquete y jondura pase lo que pase. La tercera, intuir que además habrá invitados, sorpresas, cosas interesantes y mucho, mucho lío entre bambalinas.

Y así fue. Con un Patas hasta la bandera de compadres de la saga y muchos aficionados con la sonrisa en la boca (veníamos de ver a Poveda), el Maestro desgranó un sobrio recital en el que contó con la colaboración de buena parte de su familia. Qué lujo es ser un Carmona.

Tras la presentación de rigor y la introducción de “Paquete”, metido en labores organizativas, Pepe apareció entre los telones para estirarse por granaína.

Estupendo estado de forma del granadino, con una mano izquierda que no acusa los años y una derecha que pelea y estira bordón como pocas. Siempre son de agradecer guitarras como estas. Contrapunto perfecto a la sonanta de nueva onda, donde el virtuosismo, insípido en muchos casos, parece adueñarse de todo.

Gran aperitivo que dio paso a la delicatessen en forma de finísima voz. Tamara Escudero, bella cantaora castellonense apadrinada y formada al abrigo de los Carmona, conjuntó con Pepe una personal caña y de nuevo granaína que sobrecogió por momentos, dado el registro de voz de la joven artista.

Ya con Josemi y toda la banda de percusiones (mucha Kimika sobre las tablas), el concierto dejó de lado la vena más añeja para meterse en los derroteros del swing flamenco de los nuevos vástagos de la estirpe.
Todo muy natural, improvisado. Donde los temas fluían y la esencia pop se alternaba con un inconfundible sustrato flamenco. Los genes son los genes.

Volvió Pepe solo, para resolver la noche con unas magistrales alegrías en La. En el tono de la mítica “Barrosa” de Paco de Lucía.

Estaba sembrado el Maestro y, a dúo con su hijo, se despidió por siguiriya, fandangos y su inolvidable “Yerbagüena” en familia.

La noche no acababa más que de comenzar y ya eran las dos y media.

Ya va entendiendo uno por qué a estos flamencos se les pasan las horas volando.


Pepe Habichuela con Tamara Escudero

Video Pepe Habichuela en concierto


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