Texto: José Manuel Gómez Gufi
Fotos&video: Rafael Manjavacas
Pepe Habichuela, Estrella Morente, Soleá Morente, Kiki Morente, Arcángel, Antonio Canales, Suena Ketama, con José el Francés y Juanito Makandé.
Buena entrada en el primer día del cumpleaños de Pepe Habichuela en el Price y salió el protagonista con su guitarra, ovaciones y nervios. Lo normal, y de pronto apareció Enrique Morente en los aparatos de reproducción sónica para acompañar a Pepe en “ese” momento tan especial y todos lo sentimos de esa manera, el escudero de tantos años es ahora protagonista. Kiki Morente estuvo cantando muy bien, algunas cosas las hace como su padre y otras como las grabó su padre. A mí me gusta cuando busca y cruza melodías y prueba cosas. Aún está por estrenar su primer disco así que nos tiene en esa incógnita de reconocerse en su propio camino, Pepe le acompañó con su habitual magisterio y luego aparecieron Josemi y Paquete que se quedaron para acoger a Soleá que con la suma de Montoyita escogieron una interpretación de “Despegando” el disco que hizo volar a Enrique y Pepe. Volaron las guitarras en uno de los momentos de la noche. Sonaron versos de Antonio Machado y de Antonio Carmona.
No sé si existen las alegrías psicodélicas, supongo que es a voluntad del oyente, a mí me sonaron a eso, a poción mágica las alegrías que hizo Arcangel con Pepe Habichuela. En todo caso estuvieron por encima del nivel. Estrella habló del Tío Pepe como la figura que siempre ha estado presente en sus vidas y en sus músicas y cantó a la Alhambra y el Albaicín, su territorio. En las guitarras estaban Juan Carmona “Camborio”, Montoyita y Paquete. Difícil saber qué hacía cada quién porque estábamos en los tributos y Estrella nos devolvió a la mística, ahí donde cada cual busca su manera de llegar al éxtasis, algo que dificultaba una de las grúas de televisión empeñada en subir y bajar sin orden ni concierto. Me explico, si estuviéramos detrás de un Orson Welles en “Sed de Mal” sabríamos que está haciendo un plano secuencia, pero qué va. Es de esos que monta los planos con el baile de San Vito y nunca consigue la secuencia de la ducha de Hitchcock. Suponemos que lo veremos en la 2. Arcángel se vengó en el fin de fiesta porque salió a cantar a pecho descubierto (y sin micro) lo cual provoca un ataque de nervios en el realizador de turno que se encuentra con un señor cantando para el de la primera fila. Total que envía a un cámara a pie de escenario que con suerte pilla al cantaor, y que inevitablemente funde a negro, si el susodicho se da la vuelta.
La sangre cinematográfica no llegó al río porque había sitios libres y los acomodadores fueron, por un día, conscientes de la problemática y del cabreo de los afectados.
Y se produjo la presunta reunión de Ketama (sin Antonio Carmona, al que familiares y amigos recordaron durante toda la noche). A un lado Camborio, al otro Josemi Carmona y detrás una banda de no te-menees con Kiki Cortina en los coros (fantástico en la reunión del Shongai con Toumani Diabaté) pero además estaba Manuel Machado en la trompeta y Valentín Álvarez en el saxo tenor y se completaba la banda con una rítmica con enjundia y Habichuelas. Más o menos la banda del álbum “De Akí a Ketama”; salío Kiki Morente con “Vengo de borrachera”, Juanito Makandé con el “No estamos locos” y José El Francés con “Se dejaba llevar por tí”, luego se empeñó en cantar un fandango sin avisar al jefe Josemi que tardó en recuperar la onda acústica y lo hizo muy bien. Acabó en fin de fiesta con el “Vente pa Madrid” ante un público pegado a las butacas.
El bailaor de la noche fue Antonio Canales que con un cuerpo patriarcal sigue en armonía con el baile. Volvió a salir al escenario descalzo en un fin de fiesta que tuvo varias patadas por bulerías y a Estrella y Solea amarradas cantando por las Grecas. Luego salió Amparo, la matriarca, y Pepe, Josemi y todos los sobrinos, nietos y demás familia, detrás.
Fotografías
