22 de septiembre
Alameda vieja –
Jerez de la Frontera
Esperado concierto de la santiaguera banda de Jerez de
la Frontera, que demostró ser profeta en su tierra
en la noche que a ellos se dedicaba en el programa de actos
de las Fiestas de Otoño de la ciudad. Una Alameda Vieja
junto al Alcázar que se llenó de gente con ganas
de pasar un buen rato la noche del lunes 22 de septiembre.
El lento atardecer jerezano que anuncia la llegada del otoño
mezclaba la calidez de sus tonalidades con las palmeras del
Alcázar, el cual tenía un romance con la luna
aunque se echaba un poco de menos la presencia de un río
fácil de imaginar. Mientras las palomas jugaban a esconderse
en los huecos de la muralla del famoso monumento de Jerez,
y con la Alameda Vieja llena de gente, empezaba a sonar en
el escenario un tema dedicado a la bebida que hizo famoso
al pueblo en todo el mundo. No hay que olvidar que justo detrás
del escenario se escondían las bodegas más famosas
del lugar, y eso ayudó sobremanera a que el momento
tuviera más sabor.
A continuación llegaron unos «contratiempos»
que el público jerezano (por cierto, único lugar
del mundo en el que en un concierto de éstas características
miles de personas son capaces de llevar las palmas al compás
sin equivocarse) recibió haciendo su característico
compás por bulería. Posteriormente llegarían
más temas clásicos de la banda como «Cruzar
la frontera» o «Un enredo». La noche fue creciendo
en intensidad cuando Pelé invitó al público
a hacerle compás por tangos, sonido que acompañó
sus más que conocidas «Noches de bohemia»
que todos los presentes corearon con intensidad; momento que
derivó en el tema dedicado al lugar en el cual estábamos
presentes, en el cual Pelé cuenta de que manera se
siente esta parte de la ciudad desde la azotea de su casa
haciendo una fusión jerezano-cubana.
Y de esta manera, llegó el momento estrella de la
noche, puesto que Curro y Pelé tenían guardadas
bastantes sorpresas. Kike Romero apareció sobre el
escenario para hacer sonar su guitarra eléctrica de
ese modo tan especial que le caracteriza, y sonaba un compás
por soleá… Mientras Pelé empezaba a cantar
su característico blues soleaero, esa tremenda artista
llamada María Bermúdez aparecía por el
lateral izquierdo del escenario para acompañarle al
baile. Lo que ocurrió a continuación se hace
realmente complicado de explicar con palabras por la intensidad,
sinceridad, personalidad, y originalidad del momento. María
se dirigió al centro del escenario colocándose
delante del micrófono, y sin perder en momento alguno
el compás de la soleá y al mismo tiempo que
continuaba su flamenquísimo baile, empezó a
cantar soul en inglés diciéndose a sí
misma de vez en cuando algún ole. Un grupo de gente
que estaba a mis espaldas empezó a gritar sorprendida
dedicándole a tan impactante artista todo tipo de piropos…
también es cierto que hubo otra gente que no le gustó
mucho la idea, pero por suerte no son excesivos los personajes
de cerrada mente en el flamenco que olvidan que este arte
es fusión desde su nacimiento. En definitiva, en una
escala de puntuación del uno al diez, un doce para
María Bermúdez.
Estando ya el público totalmente entregado a sus paisanos,
entró al escenario Juañares, hermano de Curro
(Girigaña family). Éste cantaor, habitual en
los espectáculos de los más importantes bailaores
y que actualmente está empezando su carrera en solitario
de una manera lógica (tiene tanta sabiduría
flamenca como para comprender que las prisas en una carrera
artística no son buenas), hizo su cante por tangos
de esa manera suya con la cual provoca el impulso hacia delante
echando la voz hacia atrás con lo cual termina provocando
un espacio temporal que desgarra al aire. «Por mucho
que tu lo quisieras» era el título del tema. Y
si Curro tiene una densa familia artística, Pelé
no podía ser menos. Por eso subió al escenario
Coral de los Reyes, buena cantaora que hizo lo más
nuevo del dúo jerezano, «En éste amanecer».
«La Nueva Tropa Santiaguera» es el nombre de la
formación que se hizo presente en el escenario para
demostrar de que barrio y que calles son, el barrio de Santiago.
Y más gente todavía, Joselito Caraoscura (curioso
personaje) acompañó las bulerías de «Remedios»…
y de ahí a la actuación en solitario de Centrifugal
Funk (un grupo aparte formado por gran parte de los músicos
de Navajita Plateá) con la potente voz de Lola (la
corista navajera) como solista… y después de un grupo
con ese nombre, era de esperar que el regreso de Pelé
y Curro fuera por tangos funky. «Si no existo» se
llamaba el tema, que terminó derivando en un compás
por bulerías sobre el cual Luis de la Tota (un sobrao
de compás al estilo de Diego Carrasco) mostró
su arte. De ahí al «Blues de la Calle Nueva»
por bulerías y «La telaraña» para
despedirse, cosa que no pudo ser así porque el público
solicitaba más arte todavía. De esa manera,
salieron todos los artistas que habían participado
en el concierto para con la guitarra de Niño Jero (Periquín)
hacer un buen fin de fiesta por bulerías en el que
hasta un niño que no levantaba ni dos palmos del suelo
(debía tener unos tres años) con mucha seriedad
y firmeza echó su cantecito y su baile por bulerías
llevándose un gran aplauso del público.
En definitiva, una noche con mucho arte en la que se echó
un poquito en falta la presencia de Diego Carrasco (que quisiera
haber estado pero un asunto se lo impedía), Tomasito
(que tenía compromiso en Barcelona) o algunos temas
como el «Bule» (Red Hot Chili Peppers Sherry Way)
o «Soy un solitario»… pero si fuera así
el concierto hubiera sido de cuatro horas debido al amplio
repertorio de la banda. En conclusión, una buena noche
«en familia» para cerrar una gira que marcará
un cambio de etapa en la evolución musical de la formación
debido al cambio de aires discográficos.