Texto y fotos: Estela Zatania
PRESENTACIÓN DE «arteSano»
Sábado 21 de julio, 2012, 2230h,
Plaza de Toros, Jerez de la Frontera
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Cante: Miguel Poveda. Coro y palmas: El Londro, Luis Cantarote, Carlos Grilo, Joaquina Amaya, Ana María González. Guitarra: José Quevedo “El Bolita”, Jesús Guerrero, Diego del Morao, Manuel Parrilla. Baile: “La Lupi”. Percusión: Antonio Coronel, Paquito González. Artistas invitados: Jesús Méndez, Joaquín Grilo. GRAN FAENA EN LA PLAZA DE TOROS DE JEREZ Mil batallas ha librado Miguel Poveda en Jerez. Hace ya tiempo que se ganó la admiración incondicional de casi toda la afición de la localidad, siendo esta una plaza fuertemente chovinista. Y no sólo se trata de los seguidores del llamado “arte jondo”, sino un público diverso. La noche de sábado, cuando el catalán vino a la plaza de toros de Jerez para presentar “ArteSano”, su grabación más reciente, miré a mi alrededor y era un público muy poco flamenco; parejas de mediana edad, jóvenes, amas de casa, personas mayores…en tiempos de profunda crisis económica, el triunfo de Miguel Poveda es ese, el haberse librado del limitado círculo del flamenco sin perder la integridad, y el fenómeno MP no hace más que crecer. De hecho, en más de cincuenta años que llevo circulando en el flamenco, la magnitud de la popularidad de Miguel, sólo la he visto superada por la de Camarón, y no da señales de frenarse. Y a todo esto, asumir él solo con sus músicos la responsabilidad de ambientar con credibilidad este gran coso con capacidad para cerca de diez mil personas, y con las entradas a 25 y 35 euros, es un auténtico reto. A vuelapluma diría que la tercera parte del aforo, entre sillas plegables en el albero y las gradas, se había llenado. Llegando a la plaza, las largas colas para entrar recordaban cualquier Fiesta de la Bulería. “ArteSano” es un trabajo atrevido por su relativa cotidianidad; el cante clásico a guitarra no se vende tan fácilmente hoy en día. La presentación comienza con un pulido audiovisual biográfico promocional de unos diez minutos, y se recibe a don Miguel con una calurosa ovación. Da comienzo un recital de cante que incluye soleá apolá, la malagueña de Peñaranda que siempre ha interpretado con final de rondeña y alegrías con el baile de la malagueña Susana “La Lupi” cuya inteligencia y exuberancia complementan perfectamente la perspectiva de Poveda. Tientos de Pastora son seguidos de bulerías, y Miguel pronuncia las primeras sílabas no cantadas de la noche para decir “¡Diego del Morao!”. La parte guitarrística del espectáculo es de lujo. Aparte de Diego, están José Quevedo “Bolita”, Manuel Parrilla y Jesús Guerrero. La grabación también incluye las guitarras de Manolo Sanlúcar y Paco de Lucía. La voz y el decir de Poveda habitan una franja delgada entre el flamenco rancio y la copla azucarada, logrando no caer en los excesos de ninguno de los dos. Unas sabrosas bulerías de Cádiz con el famoso verso “…ni el hambre la vamos a sentir”, e intercala Miguel “¡el 21 por ciento, señores!”, una referencia a la subida del IVA recientemente aprobada. Sobre el telón de fondo se proyecta la imagen de un joven Miguel con su querido maestro Pencho Cros para ambientar el cante minero, y a continuación agradece el cariño que siempre le ha brindado Jerez antes de cantar por bulerías el popular cuplé “La Ruiseñora”. La voz y el decir de Poveda habitan una franja delgada entre el flamenco rancio y la copla azucarada, logrando no caer en los excesos de ninguno de los dos. Pero ni siquiera eso hubiera sido suficiente para alcanzar las alturas de la popularidad. También tiene un poderoso carisma, te cae sincero, habla con el público más numeroso de tú a tú, sabe montar un espectáculo, tiene un buen gusto infalible y un sentido musical fuera de lo común.
La Lupi vuelve con un homenaje a su tierra en forma de unos originales verdiales, y es cuando ves los destellos que te recuerdan que ha sido durante años la maestra de Rocío Molina. Después de siguiriyas, unos tangos de Triana con las palabras introductorias de Miguel, que lamenta el desplazamiento de la gitanería trianera y el esparcimiento de su cultura. Este cantaor siempre pone el punto didáctico reivindicativo pero sin insistir – es otro elemento de la personalidad artística del cantaor, su genuina humanidad. Un brillante solo de guitarra de Parrilla por bulerías, y vuelve Miguel para fandango por soleá y unas bellísimas sevillanas bailadas por la Lupi. “¡Vivan Manolo Sanlúcar y Paco de Lucía!”, éste último que acompaña en “ArteSano” las alegrías acancionadas que ahora canta Poveda. Una nana con el baile interpretativo de la Lupi, y entonces, bulerías de Jerez con imágenes del monumento de Paquera proyectadas. Miguel llama a Jesús Méndez a cantar, y a Trianita, la pequeñísima nieta del Niño Jero para realizar una breve pataíta y enamorar a todo el público. Dos horas de recital hasta aquí, y sólo es la primera parte. La segunda, fue dedicada a la copla con el acompañamiento al piano del catalán Joan Albert Amargós. Vuelven los flamencos para el fin de fiesta con la participación de Joaquín Grilo, y Miguel no se cansa sino que se entrega cada vez más, baila ese baile gracioso suyo, ahora incorporando aquel gesto de los festeros de echar la chaqueta hacia atrás para descubrir un hombro. Tres horas sin descanso….orejas y rabo para Miguel Poveda…vamos, el toro entero se ha ganado el hombre de Cataluña que vino a Andalucía, nada menos que a Jerez de la Frontera a ponernos el flamenco en bandeja.
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