MARÍA TOLEDO, voz y piano. Jesús del Rosario, guitarra; Lucky Losada, cajón; David Moreira, violín; Yelsy Heredia, contrabajo ARCÁNGEL, cante. Miguel Ángel Cortés y Daniel Méndez, guitarras; Antonio Coronel, percusiones.
Lo tremendo y el tremendismo
Las mulillas se llevaron el “Bankia 2012” a compás de fandangos. Fin de fiesta reivindicando patria chica donde Arcángel cortejó a Madrid y esta dijo a coro “sí quiero”. Consagración. Huele a amor duradero. Hay cantaor. Teníamos que empezar por ahí.
Conclusiones preclaras, y más en un festival donde se rayó en general a un nivel mediano y donde los picos fueron minoría. Pero el señor Arcángel Ramos lo sabía. Lo tiene en la mano y en el coco. Algunos creen todavía que es cuestión de raza. Efectivamente, la que le pone sobre el escenario este señor corresponde a muy pocos elegidos. Y eso debe de doler a otros.
El fin de semana traía al Price (dicen que el año que viene volvemos a cambiar de sede) a dos jóvenes talentos que, con diferentes perfiles, tienen que solventar el peliagudo asunto de la galopante orfandad flamenca. Ellos mismos se “jartan” de recordar que se nos están yendo demasiados genios en poco tiempo y los galones se los tienen que repartir entre los que quedan.
María Toledo es una artista cuya inclusión en el añejo festival podría haber dado que hablar. Desde luego su estética no admite todo tipo de repertorios jondos, no podemos obviarlo, pero visto lo oído, lo que tampoco es discutible es que tuteó a todos los presentes en el serial de 2012 con solvencia y más que dignidad.
Y lo que pensamos, la propuesta sobre el escenario de María Toledo se desenvuelve mejor en los terrenos de compás y en la canción aflamencada. En las suertes de conjunto más que en las de bis a bis, y sobre la banqueta del piano más que buscando la profundidad en el contoneo vertical.
La superlativa imagen y extraordinario elenco de músicos (Jesús de Rosario estás en mis oraciones) también ponen de su parte. Eso, y que María se va asentando con el tiempo (las hay que no), hace que los espectáculos de la manchega no adolezcan de tiempos muertos y sean ricos en matices, dando que hablar. Creando al menos un debate del que, sin duda, saldrá beneficiada.
Apuntes de soléa por bulerías, repertorio de tangos de Granada y petenera, en general con letras mirando hacia el público al final de cada estampa.
Mucho mejor en la siguiriya de Triana y las cantiñas posteriores; y definitivamente en su salsa cuando se trató de entonar su ya estelar “Con el Tiempo”. Fin por bulerías de una afectación “capulliana” evocando a su admirada Lole y algún requiebro sobre el dinero, que para eso estábamos en el “Bankia”.
Nos vamos a Huelva.
Desde que abrió la boca Arcángel se cerró mi cuaderno. Ni ganas. Disfrute pleno de flamenco y condiciones en siete cantes que ponen de acuerdo y quitan las ganas de alumbrar el bloc de notas. Cómo sería que aún comenzando con la Malagueña de Chacón y cierre de Frasquito, un cante que se suele colocar en las mitades de recital, en la zona de nadie para que luzca y se pueda disfrutar mejor, ya levantó las orejas al personal como si estuviéramos acabando. Era Arcángel, con su inconfundible expresión y manejo del cante. Además con una dupla al toque de lujo.
Porque Miguel Ángel Cortés y Dani de Morón son dos de los grandes. Uno consolidado y otro a punto de llegar a la cima. Sus guitarras sublimaron el toque de acompañamiento inventándose el concertismo de colleras y arropando a una figura, siempre con novedades técnicas y armónicas en su bajañís.
La taranta a dos que se marcaron que la guarden los intrépidos piratas de grabadora nocturna y alevosa. Que de todo había en el circo.
Soleá de Charamusco, tangos, seguiriya, bulerías y fandangos. Todo quijotesco pero contundente y enorme. Nada de fábula irreal o incorpórea. Hoy sí valía la entrada lo que costaba. Hoy sí que nos acostamos calientes de verdad. Arcángel nos había convertido en marionetas. Primero dando palmas, luego de pie, luego gritando, siempre boca abajo.
Paco Toronjo, alosnero ilustre, debe estar tranquilo, aunque solo sea por el respeto que le tiene este señor. Arcángel. Tremendo cantaor.
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