María Terremoto, cante a borbotones

María Terremoto

María Terremoto

Ficha artística. Cante: María Terremoto. Guitarra: Nono Jero. Palmas y compás: Manuel Valencia y Juan Diego Valencia. Percusión: Ané Carrasco. Ciclo: Flamenco On Fire. Fecha: Sábado 24 de agosto. Lugar: Hotel Tres Reyes. Aforo: Lleno

Sara Arguijo

María Terremoto es un quejío, un quiebro, un impulso. Una salvaje a la que el cante le sale a borbotones, sin medias tintas ni filtro alguno, sin pensar. Ahí, directo de las vísceras a la boca, aunque lastime o le enloquezca. Por eso en cuanto se planta en el escenario, como hizo este sábado en el Ciclo Nocturno del Flamenco On Fire, planta sus pies y fija su mirada, el público entiende que hay que estar atento a lo que viene. Sobre todo porque lleva el flamenco atrapado en la garganta y no encuentra -menos mal- forma de retenerlo.

Y en estas ganas locas de soltarlo todo, la jerezana afronta cada espectáculo como si fuera el último, proyectando cada uno de los tercios con la intensidad y el nervio de quien siente que es su última oportunidad para gritar aquello que le ahoga.

De esta forma, enseguida logra poner de su parte a quienes acuden a verla, da igual que sean de Navarra que de Pernambuco, que se conozcan los cantes al dedillo o que no hayan escuchado en su vida una bulería. Primero, porque te arrastra a su abismo y segundo porque no te deja tregua. “¡Viva Pamplona y viva Jerez!”, que se escuchó entre los infinitos vítores y oles.

Así, ofreció un recital frenético y apoteósico en el que desde las tonás con las que arrancó hasta los maravillosos fandangos del cierre, que actuaron como proyectiles, la Terremoto nos fue llevando por un repertorio amplio de malagueñas por abandolaos –tristemente deslucidas por un problema de sonido-, serrana, bulerías por soleá, tangos (para morir), alegrías y bulerías en el que se entregó al doscientos por cien. Arropada además por un cómplice Nono Jero que estuvo especialmente brillante esta noche y supo mecer y colocar en su sitio a la Terremoto con su soniquetazo y la seguridad de su toque terrenal.

Además, la artista ha ido puliendo su cante y encontrando nuevos matices desde que se hizo en 2016 con el Giraldillo Revelación de la Bienal de Flamenco de Sevilla por su cante fresco y arrebatador. Por lo que ahora nos encontramos frente a la cantaora flamenca más poderosa y con más futuro de su generación. Una artista carismática y de raza que puede seguir sorprendiéndonos con lo que le venga en gana.

Fotos & video: @Manjavacas.flamenco

 
 
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