Teatro de la Maestranza – Sevilla
27 diciembre 2006
Sevilla en Sevilla en Sevilla en Sevilla en …
Compañía María
Pagés. Bailaoras: María Pagés, María
Morales, Sonia Fernández, María del Mar Jurado,
Isabel Rodríguez. Bailaores: Emilio Herrera, José
Barrios, José Antonio Jurado, Alberto Ruiz. Músicos:
Ana Ramón, Ismael de la Rosa, Batio Hangonyi, José
Carrillo, Rubén Lebaniegos, Isaac Muñoz, Chema
Uriarte, Francisco Alcalde. Idea y guión: María
Pagés y José María Sánchez. Dirección:
José María Sánchez. Coreografía:
María Pagés. Iluminación: Dominique You
y José María Sánchez. Escenografía:
Cristian Olivares. Vestuario: Cristian Olivares, Pagés,
Sánchez. Lugar: Teatro de la Maestranza de Sevilla.
Fecha: 27 y 18 de diciembre. Aforo: Casi lleno.
JUAN VERGILLOS
Y Sevilla …
‘Sevilla’ en Sevilla tiene muchas lecturas.
Una de ellas, Sevilla en ‘Sevilla’. La otra, Sevilla.
Y la tercera ‘Sevilla’. Quiero decir que se trata
de un espectáculo de María Pagés. Pero
es, también, un espectáculo sobre una ciudad,
sobre una manera de contemplar, contemplarse y estar. Es un
espectáculo de danza. Es una obra de flamenco contemporáneo.
Un musical, al estilo impuesto por Brodway a finales del siglo
XX. Es muchas cosas.
Veamos en primer lugar Sevilla. La ciudad. Sevilla no se
reconoce en las estampas de ‘Sevilla’. Son una
postal para turistas, costumbrismo coloreado con neón
newyorkino. No falta la feria, la semana santa, los toros.
Es decir, lo que cualquier guía turística puede
ofrecer. La feria, la semana santa y los toros en Sevilla.
Pero la feria, la semana santa y los toros de Sevilla son
otra cosa. De acuerdo que otra cosa muy difícil de
atrapar en arte (Albéniz, Turina, Font de Anta, Chaves
Nogales, Cernuda, Carlos Lencero, Riqueni … lo hicieron),
pero otra cosa. No digo que ésta fuera la pretensión
de Pagés. En efecto lo de Pagés es otra cosa.
Una mirada externa. Ajena. Pagés, nacida en Sevilla
en 1963. Una mirada de fuera. En ‘Sevilla’ no
está el aire de la ciudad más que el de la calle
52. ‘Sevilla’ no es un espectáculo para
Sevilla. Donde reconocerse, donde asombrarse, estremecerse,
recrearse (Chaves Nogales), enfurecerse (Cernuda) o reposar
(Riqueni). Ni lo pretendiera, tal vez.
Luego está ‘Sevilla’. Con músicas
de Sevilla (sevillanas), flamencas de Sevilla (soleá
y debla de Triana, con el propio Tomás Pavón
enlatado y los jaleos del Pinto), o simplemente flamencas
(caracoles de Madrid, tientos, tangos). O músicas de
inspiración flamenca o andaluza (Shostakovich, Bizet,
Serrat). O no (Modugno, Gardel). No faltó a la cita
el tópico, como digo, más o menos estilizado,
ni la mirada francesa de ‘Carmen’. De hecho el
momento de mayor intensidad lo marcó, una vez más,
la famosa habanera de Bizet con la Pagés sola contra
un telón desnudo, pétreo, marcando el tiempo.
Una Pagés tan sexy como infantil, tan rotunda como
frágil. Una Carmen devorahombres y enajenada en su
juego infantil de rayuela. Porque la coreografía iba
saltando de cuadro en cuadro. Y la luz de caverna, de noche,
de útero materno. Útero y coleta, brazos y piernas,
disciplina y caderas. Seguramente, la curva de Sevilla. Quiero
decir que lo más sevillano de ‘Sevilla’
es el estilo barroco de brazos y caderas cimbreantes, toda
curvas, de la Pagés. Con un vestuario delicioso que
marcaba cada centímetro de su anatomía, que
ella explotaba y exploraba una y otra vez. En eso consiste
‘Sevilla’. Todos los espectáculos de María.
En una sucesión de números de grupo con solos
de la titular. Con números de efecto como el de la
corrida de toros, con un traje muy bello y políticamente
correcto, mitad toro sangriento y mitad torero de luces. O
el de los zapatos luminosos contra un fondo negro. Sólo
que llega un momento en que el juego se hace reiterativo.
Yo me hubiese conformado con la primera hora, porque los últimos
treinta minutos, además de que pierden el factor sorpresa,
no aportan nada.
En
‘Sevilla’, respecto a la luminosa trayectoria
de Pagés, se echa de menos algo de humor. Pero es que
se trata de Sevilla, al fin de cuentas. Ombligo del mundo,
la única ciudad en la que contemplarse a sí
misma, una de las aficiones favoritas de los sevillanos, no
es pecado de vanidad. Ni risas ni peros. Una declaración
de amor. Descafeinada, para todos los públicos, sobre
todo más allá del Guadalquivir. El vestuario,
ya lo he dicho, delicioso. E imaginativo. Los telones muy
bellos, aunque el del Alcázar ya me resultó
monumental en exceso, después de la estilizada Giralda,
que baja en dos ocasiones a lo largo de la obra. El cuerpo
de baile disciplinado y justo, y las coreografías,
como siempre, jugosas. Los músicos acaramelados, como
deben. Y la taranta de Carrillo-Lebaniegos para la corrida
de toros, sutil, contemplativa y sensual.
Sevilla, desbordada de luz y túneles para el metro,
sigue seduciendo y esperando.
El guitarrista y compositor José Almarcha publica el álbum "Un nuevo paseo" tras lanzar los sencillos "Raíz y Paloma”, una Soleá a Manolo Sanlúcar, “Baladilla de ...
Letras. José Esteban Rodríguez CosanoCante. Juan SotoGuitarras. Antonio Carrión y Luis Calderíto.Edita: Antequera Record S .L Por Antonio Nieto del ...
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario y obtener estadísticas en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo. Más info:Estoy de acuerdoLeer más