Ma.del Mar Moreno Compañía Jueves Flamencos CAJASOL
17 de abril 2008 |
Baile: Ma. Del Mar Moreno, Juan Ogalla, Luisa de Terremoto. Cante: Antonio Malena, Manuel de Malena, Luis de Pacote, Juanilloro, Macarena Moneo, Rosario Soto. Guitarra: Santiago Moreno, Domingo Rubichi. Palmas: Luis de la Tota. “Esencial, depurado, impecable, acrisolado, genuino, propio, indispensable, natural, legítimo, auténtico, verdadero, refinado”. Son los sinónimos que da el diccionario para “puro”. La pureza flamenca, que actualmente tiene tan mala prensa, puede llegar a ser todo eso, o nada de eso, según el criterio de cada uno. En el espectáculo de María del Mar Moreno, “Jerez puro, esencia” que fue presentado anoche en la sala Joaquín Turina dentro del ciclo “Los jueves flamencos” de Cajasol, la bailaora dio su versión jerezana de la pureza. Es que en Jerez el flamenco se toma muy en serio, y la búsqueda del Santo Grial de la pureza es un pasatiempo permanente, incluso cuando los parámetros están en un proceso continuo de modificación. María del Mar define su pureza con la ayuda de artistas de algunas de las familias flamencas más señeras de Jerez como son los Malena, Moneo, Rubichi, Soto, Carpio y Terremoto. Aunque no sean los representantes más conocidos de dichas sagas, la pureza y la esencia que anhela la bailaora están en ellos, y entre todos, logran una estampa legítima del flamenco jerezano. Sin ir más lejos, el primer número, después de una pequeña ambientación por siguiriya cantada por la misma María del Mar a palo seco, es un fin de fiesta por bulería. Haciendo lo que siempre han hecho, y sin ser mega estrellas, haciéndolo con oficio, dignidad y amor Malagueña del Mellizo de Manuel de Malena con Domingo Rubichi a la guitarra, es seguida por Antonio Malena por tonás para abrir el baile de siguiriya de María del Mar, todos luciendo la intensidad que contrasta con el concepto sevillano, no sólo del baile -la famosa “escuela sevillana”-, sino también del cante. De hecho, el público sevillano no parece estar preparado para el derroche de energía, y no acaba de reaccionar hasta el final. El gaditano bailaor Juan Ogalla interpreta soleá por bulería con un largo solo de pies, y toda la técnica y fuerza que siempre le caracterizan. Antonio Malena le canta al baile de patio de vecinos de Luisa Terremoto, y vuelve María del Mar vestida de rojo para soleá que acaba cuando la bailaora deshace un terrón de la blanca tierra albariza que da lugar a los vinos de Jerez; todo es simbolismo y tradición. “Jerez puro, esencia” no es una obra como entendemos el término actualmente. Aparte del mensaje geográfico constante, no hay guión ni coherencia teatral. Cante, baile y guitarra de un grupo de personas haciendo lo que siempre han hecho, y sin ser mega estrellas, haciéndolo con oficio, dignidad y amor. No tengo dedos suficientes, ni con los de los pies, para contar las costosas y pretenciosas obras a las que he sido sometida en años recientes, así que desde aquí, un abrazo a María del Mar Moreno por habernos traído esta discreta pero entretenida y sincera presentación. |