XXIII FESTIVAL DE JEREZ
Compañía Marco Flores “Fase Alterna”
(fotos / video / english show review)
Domingo, 3 de marzo, 2019. 2100h. Teatro Villamarta
Estela Zatania
Baile, dirección artística, producción: Marco Flores. Palmas y baile: Ana Romero. Voz: Mercedes Cortés. Guitarra: José Almarcha. Artista invitada: Sara Cano. Coreografía: Olga Pericet, Yoshua Cienfuegos, Sara Cano, Marco Flores / Colaboración en la dirección artística: Olga Pericet.
Hemos cruzado el ecuador del Festival de Jerez. Unas 25 funciones en 10 días, sin hablar de las actividades y actuaciones paralelas. La casa está sin hacer desde el miércoles de la semana pasada y todos los restaurantes de Just-Eat en Jerez reconocen mi número de teléfono. Pero no lo digo por el sacrificio, sino por el hecho de que en estos días hemos visto y oído momentos de muchísima calidad de figuras consagradas y de talentos emergentes. Como comenté en otro artículo, este año hay un elevado porcentaje de obras “experimentales” frente a las “convencionales”. El vanguardismo pisa terreno virgen en busca de nuevas formas que ampliarán el acervo flamenco “sin romperlo”, como dice una amiga bailaora. Se necesita un olfato muy fino, conocimientos y un gusto instintivo para separar lo significativo de lo meramente novedoso.
Anoche Marco Flores, bailaor de Arcos, demostró nuevamente que reúne esas condiciones, y gracias a eso, ha podido pisar el ansiado terreno de lo original con fundamento, y vivir para contarlo.
“Fase Alterna” no es una obra perfecta, ni muchísimo menos, de hecho había segmentos absolutamente prescindibles. Pero teniendo en cuenta lo arriesgado de algunos elementos, el grado de éxito es admirable. Marco Flores sabe moverse como pocos, con una elegancia natural que no da tregua, y economía de movimiento. El poder de la sutileza no está al alcance de cualquiera. Y en esta obra contemporánea sin complejos, hay sitio para unas bulerías intemporales, dignas de corral de vecinos o de escenario internacional.
Las cantiñas de Marco quedan redondas en el sentido más literal. El guitarrista se coloca en una silla de oficina con ruedas mientras el bailaor se mueve alrededor suyo, desplazándose libremente con el resto del reducido grupo, y el guitarrista le sigue el camino circular, a veces diagonal, enfocando todos los ojos en el bailaor…un detalle tan sencillo como eficaz.
Fascinante, no hay otra palabra, el final cuando Marco baila a la música de Bach con su propia imagen filmada: no es el primero en hacerlo, pero posiblemente el más eficaz.
También se emplea a gran efecto la deliberada disonancia de la guitarra que perturba nuestros sentidos. Y siempre presente, un sutil sentido del humor a punto de manifestarse. Se escucha cante, a veces fragmentado…hilos de petenera, serrana, granaína, levante, fandango del Albaicín, milonga, tangos, farruca y las susodichas cantiñas.
Al final, después de todo, tiene mayor mérito crear algo nuevo dentro de lo establecido que romper los moldes del todo y esperar que tu invento cuele.