Manuel Liñán «Reversible» – Festival de Jerez

Manuel Liñán "Reversible"- Festival de Jerez

Manuel Liñán "Reversible"- Festival de Jerez

Texto: Estela Zatania

Fotos: Ana Palma

XX FESTIVAL DE JEREZ
Manuel Liñán «Reversible»
Domingo, 28 de febrero, 2016. Jerez de la Frontera

Especial XX Festival de Jerez – Toda la información

 

MANUEL LIÑÁN «REVERSIBLE»
Teatro Villamarta, 2100h.

Dirección:  Manuel Liñán. Ayudante de dirección y escenografía: José Maldonado. Baile y coreografía: Lucía Álvaro «La Piñona», José Maldonado, Manuel Liñán. Artistas invitados: Lucía Álvarez «La Piñona», José Maldonado. Colaboración especial: El Torombo. Cante: Miguel Ortega, David Carpio. Guitarra: Francisco Vinuesa, Pino Losada. Percusión: Miguel «El Cheyenne». Música: Francisco Vinuesa, Pino Losada, Miguel  «El Cheyenne», Miguel Ortega, David Carpio y popular.

El Festival de Jerez sigue su curso, ahora en la recta final.  Anoche, en el Teatro Villamarta, el bailaor granadino, Manuel Liñán demostró que el vanguardismo y el flamenco no están reñidos.  En absoluto.

La frescura de una mente abierta y un alma flamenca en un mismo individuo, imaginación desbordante guiada siempre por conocimientos, arte con denominación de origen cuyo resultado es un producto que no se parece a lo que hace ningún otro, a la vez que se revuelca en los cánones.  Porque siempre ha habido esa latitud en el flamenco, sólo hay que localizarla y recibirla con honestidad.  Porque la vanguardia de ayer, es lo anticuado de hoy, el experimentalismo es así de brutal, y sólo perdura lo realmente valioso.

Muchas obras presumen de romper el molde o librarse de los prejuicios, pero se pierden por el camino del vanguardismo desenfrenado, adornado con locuras por el mero hecho de ser locuras.  El flamencómetro de Liñán es casi infalible.  Cuando viste su emblemática bata de cola, ya ni te sorprende.  Lo sorprendente sería si faltara ese elemento.  Hay otros elementos sexualmente ambiguos, sutiles y coherentes.

Recupera espectacularmente la costumbre del número de presentación.  Una escena corta de bulerías a todo gas, que más bien parece el fin de fiesta.  Una explosión de energía que tiene al público enloquecido a los tres minutos de haberse levantado el telón.  Elementos teatrales, como los motivos repetidos de claveles rojos, juegos de cuerdas multiuso o el Romance de la monja, cumplen su misión de fascinar sin distraer.

Muchos elementos folklóricos aportan dimensión sin restar jondura.  Vas viendo como la barrera entre las costumbres populares y el flamenco, no está tan bien definida como se puede creer.  Según el bailaor, el título «Reversible» alude a la falta de dirección del tiempo.  Recuerda a la obra maestra «Matadero Cinco» de Vonnegut en la que el tiempo pierde definición, y el pasado puede tener lugar después del futuro.  

Y magníficas voces.  El limitado mercado actual para cantaores de recital, tiene el efecto de ponerlos al servicio del baile.  Nada menos que Miguel Ortega y David Carpio, maestros ambos, dan sustancia y credibilidad a una obra que no se merece menos. Y por si alguno dudara de la naturaleza flamenca de «Reversible», para eso está el Torombo, aquel espíritu libre que es más flamenco que el flamenco.  Admirables también el baile de los dos artistas invitados, José Maldonado y Lucía Álvarez «La Piñona», y los guitarristas Francisco Vinuesa y Pino Losada que tienen novedosas y eficaces ideas musicales.

Tientos tangos, alegrías cantiñas, bulerías, guajira, soleá y soleá por bulería…el palo es lo de menos.   Manuel Liñán remueve la gran sopa flamenca sin derramar media gota.  En lugar de reinventar el flamenco, nos permite verlo con ojos vírgenes.

Galeria fotográfica Ana Palma – 

 


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